Ahora que ya no hay desnudos en Playboy, hemos mirado si sus entrevistas eran tan buenas

Ahora que ya no hay desnudos en Playboy, hemos mirado si sus entrevistas eran tan buenas
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"Yo compro la Playboy por sus artículos" es un chiste habitual entre los que no leen la revista... Incluyendo muchos de sus compradores en estos 63 años de vida. Las conejitas, la propia figura de Hugh Hefner y empezar con una bofetada del calibre de Marilyn Monroe desnuda convirtieron la mirada masculina en el principal estigma de una publicación que, entre playmate y playmate, nos ha dejado joyas del periodismo.

Ahora, Playboy ha acudido a la heterocrómica Sarah McDaniel para revolucionar el concepto: portadas sin desnudos para reclamar la atención sobre una publicación que busca su sitio entre el declive del papel la era del porno gratis en Internet devorando el erotismo. Y para que recordemos algo: si entre todas las revistas con chicas ligeras de ropa hay una que todo el mundo conoce, es por otro tipo de desnudez entre sus páginas. La de las Entrevistas Playboy.

La primera Entrevista Playboy: Miles Davis

PLAYBOY: ¿Hay locales o lugares donde no te guste tocar?

DAVIS : ¡Hay muchísimos donde me niego a tocar! No acepto conciertos en ningún lugar del Sur [de Estados Unidos]. Ya te he dicho que no aguanto [las leyes de segregación racial] Jim Crow, así que no pienso acercarme por allí. Ya hay bastante [racismo] en el Norte, pero al menos tienes el apoyo de algunas leyes.

Tampoco pienso tocar en sitios donde sé que tocar para ese público es malgastar tu aliento. Me refiero a esos pijos blanquitos que tiran de cuenta de gastos y para los que la música es una excusa para colocarse y pavonearse delante de las mujeres que les acompañan. No han venido a escuchar buena música, ni sqiuera saben divertirse. Beben demasiado, son ruidosos, hacen lo posible para que se sepa que están ahí. Saltan y bailan y cantan. No tienen modales: no respetan a las mujeres. Piensan que cuando hay un negro en el escenario no es más que un Tío Tom que está ahí para entretenerles.

En 1962, este tipo de declaraciones eran dinamita. Casi una década después de que Hefner fundase la entrevista, el empresario leyó por encima la transcripción parcial de una entrevista con el músico Miles Davis, firmada por un desconocido Alex Haley. Hefner, al observar la ingenuidad con la que Davis se abría al periodista sobre temas tan polémicos, mandó de vuelta a Haley para ampliar el contenido. El resultado fue la primera "The Playboy Interview", como se denominaron a partir de entonces a las extensísimas conversaciones.

Alex Haley, un mito del periodismo

Alexhaley
Alex Haley, durante una entrevista televisada en 1977. La entrevista periodística hecha carne. Haley se hizo periodista en la Marina, donde crearon un puesto exclusivamente para él en reconocmiento a su talento. De ahí, saltó a Playboy, donde durante años firmó las entrevistas de forma anónima.

PLAYBOY: ¿Qué significa "militancia no violenta"?

MARTIN LUTHER KING: Significa que un hombre fuerte debe ser tan militante como moderado. Debe ser tan realista como idealista. Si he de merecerme la confianza que ha depositado en mí parte de mi raza, debo ser ambas cosas. Por eso la no violencia es un arma tan justa como poderosa. Si te enfrentas a un hombre que te ha maltratado con crueldad durante mucho tiempo y le dice "Castígame si quieres, no me lo merezco pero lo aceptaré, y así el mundo sabrá que yo tengo razón y tú te equivocas", entonces esgrimes un arma tan poderosa como justa. Ese hombre, tu opresor, sufrirá una derrota moral de forma automática y, si tiene algo de conciencia, sentirá vergüenza de sí mismo.

El afroamericano Haley se convirtió en un periodista imprescindible, capaz de sacar petróleo de sus entrevistados en plena tensión racial en Estados Unidos. A Miles Davis le siguieron personalidades como Martin Luther King (en la entrevista más extensa que jamás dio a un medio), su reverso Malcom X (de quien escribiría la mejor biografía), el boxeador Muhammad Ali cuando todavía era Cassius Clay y un largo etcétera. Que incluye entrevistas tan surrealistas como la que le hizo al líder del Partido Nazi Americano, George Lincoln Rockwell. ¿Un negro entrevistando a un nazi? Haley consiguió la entrevista después de prometerle a Rockwell por teléfono que él no era judío. Y el inicio de la entrevista es épico:

"(...)Rockwell estaba de pie debajo de un retrato de Adolf hitler. Advertido de que yo era negro, no mostró sorpresa, ni sonrió, ni habló, ni me ofreció la mano." Haley nos advierte de que Rockwell tiene su propia grabadora, un guardaespaldas armado presente durante la entrevista y que, cuando por fin se sentó, el nazi, "sacó un revólver con cachas nacaradas, lo colocó en el brazo del sillón, se sentó y me habló por primera vez: 'Estoy listo si usted lo está'. Sin más preámbulos, encendí mi grabadora".

También escribió Raíces, la historia del esclavo Kunta Kinte, pero esto es insuperable.

Entrevistas revolucionarias. Literalmente

PLAYBOY: Cuando llegas al poder en 1959, ¿te imaginabas que Cuba y los Estados Unidos iban a tener una relación mejor de la que tienen?

FIDEL CASTRO: Sí, ésa era una de mis ilusiones. En esa época, creíamos que el programa revolucionario podría llevarse a cabo con una comprensión mayor por parte del pueblo estadounidense. Creíamos que era justa, que sería aceptada. Es cierto, no pensamos en el gobierno de Estados Unidos. Pensábamos en sus gentes, que de algún modo podrían influir en las decisiones de su gobierno. Lo que no pudimos ver con claridad es que los intereses norteamericanos afectados por la recolución poseían los medios para cambiar la opinión pública estadounidense y distorsionar todo lo que estaba sucediendo aquí para presentárselo al público de la peor manera posible

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Por comparar esta ingenuidad de Fidel Castro en 1967, así le entrevistaron en 1959, el año de su visita "no oficial" a Estados Unidos de la que habla en la entrevista:

Es otro ejemplo de que las Entrevistas Playboy fueron durante décadas una marca de la casa tan prominente como la cantidad de piel en sus portadas. No había ninguna personalidad ajena al alcance de la publicación: desde portavoces del IRA, hasta un paranoico líder palestino Yasser Arafat. En pleno escándalo Irán-Contra, cuando se descubrió que Estados Unidos traficaba armas a los iraníes para financiar un grupo armado nicaragüense:

ARAFAT: Sí, sabemos que Estados Unidos ha proporcionado a Israel información privilegiada, fotografías por satélite de nuestros cuarteles generales en Tunez, antes de que los hiciesen estallar en 1985. Robert McFarlane [Consejero de Seguridad Nacional de Reagan] fue el responsable.

PLAYBOY: ¿El mismo McFarlane que por entonces usaba a los israelíes como intermediarios en el acuerdo Irán-Contra? ARAFAT: Sí. Sabemos que es verdad. Los Estados Unidos intentan intimidarme con amenazas de muerte directa. Esperamos que asesinen a más líderes nuestros [tras la muerte de Abu Jihad, uno de los rostros de la OLP].

Las entrevistas, precedidas siempre por el adjetivo candid (franco), son manuales de un periodismo en declive, llenas de preguntas tan distendidas como incómodas o icónicas.

http://richardfalk.tumblr.com/post/86607305586/albert-speer-playboy-interview-june-1971-part

Especialmente la realizada en 1971 a Albert Speer, arquitecto y amigo personal de Hitler, "si Hitler hubiese sido capaz de tener amigos". Speer acababa de salir de la cárcel de Spandau donde había cumplido dos décadas de condena por los crimenes del Tercer Reich y no eludió ninguna pregunta. Su relato del auge del nazismo, el odio antisemita y sus recuerdos personales de Hitler es uno de los documentos periodísticos más fascinantes del medio.

PLAYBOY: ¿Cómo pudo un hombre de su inteligencia y sensibilidad permitirse seguir formando parte de un sistema tan malvado, sin importar lo gradualmente que le absorbiese?

SPEER: No hay, por desgracia, una correlación entre la inteligencia y la decencia; el genio y el idiota son susceptibles por igual a la corrupción. (...) El día después de la Noche de los Cristales Rotos de 1938 (...) paseé por las ruinas ardientes de una sinagoga de Berlín y mi única reacción fue sentirme estéticamente ofendido por los escombros que inundaban la calle. Eso era todo: sólo me ofendía la suciedad. El recuerdo de ese día es uno de los más dolorosos de toda mi vida.

Famosos y genios

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PLAYBOY: ¿Por qué es tan impensable que los Beatles vuelvan a juntarse para hacer algo de música? LENNON: ¿Volverías tú al instituto? ¿Por qué tengo yo que retroceder 10 años para crear el espejismo de algo que sé que no existe?

Playboy no sólo entrevistaba a personajes cercanos al poder: actores, cantantes (la de John Lennon en 1980, donde habla largo y tendido de lo divino y de lo Beatle, es imprescindible), expertos en todo tipo de materias, maestros de la televisón y del cine, escritores... Si Playboy no te daba 10 páginas de entrevista -o no las aprovechabas- no eras uno de los protagonistas de tu era, por resumir. Y con un mérito: son pocas las entrevistas planas o poco interesantes. En ellas quedaba claro que no se trataba de rellenar páginas sin más, sino de conseguir que el entrevistado las hiciese trepidantes. Como sabe cualquier periodista, cualquier entrevistado dispuesto a hablar puede darte tres horas de conversación. Otra cosa es que puedas publicar más de cinco minutos de texto interesante. Ése era su logro y su arte.

Incluso en el terreno académico, las Entrevistas Playboy llamaban la atención de los investigadores. La de Marshall McLuhan, uno de los teóricos de la comunicación más importantes del siglo XX, es tan citada como sus obras publicadas. Y sigue siendo imprescindible para, por ejemplo, comprender la transformación que nos ha traído Internet. Recordemos: esto está publicado en 1969.

PLAYBOY: Si el hombre no puede prevenir la transformación que le causa la tecnología -o convertirse él mismo en tecnología-, ¿cómo puede controlar y dirigir este proceso de cambio?

MCLUHAN: El primer paso, el más vital de todos, es simplemente entender los medios de comunicación y sus efectos revolucionarios en todos los valores sociales y psicológicos, así como en las instituciones. El objetivo principal de toda mi obra es transmitir ese mensaje: que al entender los medios de comunicación y cómo extienden al ser humano, ganamos algo de control sobre ellos. (...) Ningún ciudadano puede escapar a esta guerra relámpago que nos rodea porque no hay, literalmente, dónde esconderse. (...) Pero si persistimos, sin embargo, en nuestro enfoque convencional de contemplar por el retrovisor estos cambios cataclísmicos, toda la cultura occidental será destruida y barrida por el recogedor de la Historia. Si el hombre occidental instruido estuviese realmente interesaso en preservar los aspectos más creativos de su civilización, no se acomodaría en su torre de márfil lamentando el cambio, sino que se lanzaría a este vórtice de tecnología eléctrica y, al entenderlo, dictaría su nuevo entorno. Transformando esa torre de marfil en una torre de control.

El chiste de Playboy estaba basado en hechos reales. Y hay unos cuantos recopilatorios de entrevistas para comprobar qué poco importa que eliminen los desnudos. Porque lo importante siempre estuvo en sus textos, pese al chiste.

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