Así es como se está ayudando a los refugiados desde Internet

Así es como se está ayudando a los refugiados desde Internet
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La respuesta de los gobiernos europeos a la crisis de los refugiados está siendo decepcionante. Antes de ayer, los 28 estados miembros volvieron a poner de manifiesto su nula voluntad de llegar a un acuerdo unánime para el establecimiento de cuotas y la implantación de medidas urgentes. Miles de sirios, eritreos y nigerianos se agolpan en Serbia, Grecia, Italia o Melilla. Hungría ha levantado una verja en su frontera sur. El espacio Schengen se ha suspendido temporalmente en algunos países. ¿Está dando Europa la espalda por completo a los refugiados? Sólo si miramos a las autoridades.

Exceptuando a Suecia y Alemania (pese al errático comportamiento del gobierno de Angela Merkel durante los últimos días), el resto de gobiernos de la Unión Europea escurren el bulto. La opinión sobre los refugiados dentro de cada uno de los países puede variar, aunque es lógico intuir que cada gobierno muestra su rechazo motivado por incentivos políticos internos. Sin embargo, no en todos los países sucede. Como hicieron notar en Politikon, los españoles son mayoritariamente favorables a ofrecer asilo y protección a los refugiados. La posición del gobierno es, sin embargo, diferente.

Exceptuando a Suecia y Alemania, el resto de gobiernos de la Unión Europea escurren el bulto. Eso no significa necesariamente, sin embargo, que la posición de sus ciudadanos sea la misma que la de sus autoridades

Sucede en más estados. La respuesta popular y digital a la crisis de refugiados está superando con mucho a la institucional y oficial. Tomemos el ejemplo de Croacia, sin ir más lejos.

Los mapas anti-minas de los croatas

Dado que Hungría ha verjado la frontera con Serbia y ha legislado para encarcelar a los refugiados que entren ilegalmente en el país, muchos están optando por pasar de Serbia a Croacia. Croacia, recordemos, no forma parte del espacio Schengen, de modo que es una ruta más larga y compleja para todos ellos. Más aún si tenemos en cuenta que el nuevo camino abierto atraviesa el corazón de Eslavonia Oriental, una región plagada de minas antipersona herencia de la Guerra de los Balcanes.

Los peligros se multiplican, pero el paso húngaro está cerrado y el gobierno de Orbán es hostil. Sólo queda cruzar por Croacia, terreno minado

Los peligros se multiplican, pero el paso húngaro está cerrado y el gobierno de Orbán es hostil. Para evitar tragedias mayores, algunos ciudadanos croatas se han puesto manos a la obra. Como recoge Balkan Insight, algunos están colaborando en la creación de un mapa de las minas registradas en la zona para que los refugiados puedan evitarlas. La iniciativa parte de Dear refugees: Welcome to Croatia, una de las muchas páginas de Facebook que buscan facilitar su tránsito a Europa. Allí podemos encontrar el siguiente mapa, con un mensaje tanto en inglés como en árabe.

Mapa Minas Croacia

Los hay más nítidos.

Mapa Croacia 2

Desde la página de Facebook se solicita a los refugiados que eviten pasar por Hungría. Algunos ciudadanos húngaros, según Balkan Insight, están informando de los riesgos de cruzar el país a los propios refugiados ahora al otro lado de la frontera vallada. El gobierno de Croacia ya ha enviado a más de 6.000 policías a la frontera con serbia, en aras de establecer un control del volumen de refugiados que cruzan el país. El país está en condiciones de dar alojamiento a unas 3.000 personas.

El convoy austriaco y el Airbnb de refugiados

Otro de los países de posición ambigua en relación a los refugiados ha sido Austria. Si bien su gobierno no es abiertamente hostil a su recibimiento, como sucede tanto en Hungría como en otros países de Europa del Este que han manifestado su deseo de sólo recibir cristianos, sí se ha negado a recibir a más refugiados en el reparto de cuotas. Sus ciudadanos, por otro lado, parecen ubicarse en la línea de los alemanes: apoyo no sólo simbólico a los miles de refugiados. ¿Cómo?

Un grupo de activistas austriacos ha flotado un convoy de automóviles hacia Hungría. El objetivo, recoger a tantos refugiados como sea posible y llevarlos hasta Austria

Dada la cercanía de Austria a Hungría, país que, de forma inaudita dentro de la Unión Europea, se está convirtiendo en una trampa para todos aquellos que tratan de llegar a Alemania o Suecia, un grupo de activistas austriacos ha flotado un convoy de automóviles hacia Hungría. El objetivo, recoger a tantos refugiados como sea posible y llevarlos hasta Austria, donde tendrían más posibilidades de continuar su camino. No está de más recordar que Hungría ha ido desplazando a muchos de los refugiados presentes dentro de sus fronteras a campos, y que dificulta su camino.

Austria Refugiados
Manifestación en Salzburgo, el pasado domingo, en apoyo a los refugiados. (Imagen: Radiofabrik)

Según informaba Al Jazeera hace unos días, los voluntarios llevaban mantas, agua y comida. Se organizaron a través de Facebook. "Están hambrientos y pobremente vestidos. Cada día que no llevas a la gente a zonas seguras pueden morir, por eso tenemos que hacer esto tan rápido como podemos", explicaba uno de los participantes. Otros, inquiridos ante la posibilidad de ser detenidos por las autoridades húngaras, señalaban la irrelevancia de sus peligros comparados con los que afrontan los refugiados en su día a día, viajando en condiciones precarias desde Siria.

Al igual que en otros países, muchos austriacos están ofreciendo alojamiento en sus domicilios a los refugiados

No es la única iniciativa surgida de las redes austriacas con el objetivo de prestar ayuda a los desplazados. Al igual que en otros países, muchos austriacos están ofreciendo alojamiento en sus domicilios a los refugiados. Es una de las iniciativas ciudadanas más destacadas a nivel continental, y ha surgido de la mano de Refugees Welcome, una organización alemana de nueve meses de edad que, en un alarde de ingenio, decidió crear el Airbnb de refugiados. De forma literal.

Su mecanismo es sencillo: si cuentas con alguna habitación libre y quieres acoger a un refugiado, entras en la web y te registras. Se ponen en contacto contigo y te piden algunos datos. A partir de ahí, te conectan vía telefónica con un refugiado (a través de una organización de ayuda), y entre ambos arregláis el punto de reunión y la primera toma de contacto. Posteriormente, la organización tratará de ofrecerte alguna ayuda económica para que no tengas que soportar tú mismo la totalidad del coste. De momento, han alojado a 144 refugiados.

Sólo trabaja en Alemania y Austria, pero puedes colaborar con una donación. La idea de fondo es habilitar espacios habitables alejados de los campos de refugiados, soluciones de rango temporal que ofrecen recursos limitados para las miles de personas amontonadas en los mismos. "No nos gusta la idea de meter a esta gente en un sólo lugar donde tanta, tanta gente vive", explicaba a esta web una de las cofundadoras de Refugees Welcome. La iniciativa sólo representa un grano de arena en un fenómeno inmenso, pero muestra cómo los estados podrían tener soluciones a su alcance.

En iniciativas como Fluchthelfer.in, ciudadanos alemanes están trabajando en común para trasladar de un lado a otro de las fronteras a tantos refugiados como les sea posible, aunque lo hagan de forma clandestina

Refugees Welcome es una de tantas pruebas de cómo los individuos están llegando allí donde las administraciones no están deseando. De forma paralela, y al igual que en Austria, otros particulares han decidido transportar a refugiados a un lado y a otro de las fronteras, sorteando autoridades hostiles a su desplazamiento. Los alemanes tienen cierta experiencia trasladando en clandestinidad a personas dentro de su país: lo hicieron durante los años del muro de Berlín, y ese espíritu impulsa iniciativas como Fluchthelfer.in, donde se organiza a voluntarios para que lo hagan con éxito.

De Serbia a Islandia: ayuda transversal

La reacción de la opinión pública en muchos países está siendo más esperanzadora, como vemos, que la de sus respectivos gobiernos. También sucede fuera de la Unión Europea. Dos ejemplos distintos en dos entornos muy diferentes muestran hasta qué punto la solidaridad a pie de calle, en un continente donde el drama de los desplazamientos masivos de población continúa muy presente en la memoria colectiva, está poniendo algo de dignidad frente a la desidia desesperante de los gobiernos.

En total, unos 17.000 islandeses han firmado una carta dirigida al Primer Ministro de su país donde exigen un mayor esfuerzo por parte de las autoridades. De momento, Islandia sólo ha aceptado a 50 refugiados en sus fronteras

El primero es Islandia. El país, en los confines del continente, cuenta con apenas 300.000 habitantes, pero por el momento sólo ha aceptado acoger a 50 refugiados. Dado que se trata de una isla en pleno Atlántico Norte, los problemas para su traslado son altos. Sin embargo, muchos ciudadanos han considerado el esfuerzo de su gobierno insuficiente. En total, unos 17.000 han firmado una carta dirigida al Primer Ministro de Islandia donde exigen un mayor esfuerzo por parte de las autoridades. La idea ha ido más allá de la red y se ha insertado en el debate público del país.

Refugiados Londres
Manifestación en Londres exigiendo al gobierno de David Cameron aceptar más refugiados. (Imagen: Ilias Bartolini)

El segundo es Serbia. El país eslavo se ha convertido en el punto neurálgico de la ruta de miles de refugiados. Llegan allí tras haber cruzado las aguas del Egeo, Grecia y Macedonia, y lo hacen sólo de paso, con el objetivo de llegar a la UE. Como hemos visto, se lo están poniendo complicado. Tanto la población como el gobierno de la nación han dado muestras de solidaridad: en Caritas, por ejemplo, están contando con la ayuda de miles de voluntarios que colaboran en tareas logísticas y de provisión (de ropa y comida, además de otros utensilios) a los refugiados de Belgrado.

En Serbia, la población local está mostrando una amplia solidaridad con los miles de refugiados que cruzan diariamente su país en busca de la UE

Mientras tanto, Serbia se ve desbordada. El cierre de la frontera por parte de Hungría se ha visto con desagrado en el país balcánico. Sus recursos son limitados y no forma parte de la UE. Ante esta situación, ¿qué podemos hacer el resto de europeos desde nuestra casa? Algunos medios como The Guardian o Mashable han recopilado un listado de páginas y organizaciones a las que podemos donar dinero para que ofrezcan más y mejor ayuda a los miles de refugiados.

¿Y qué está sucediendo en España? Además de manifestaciones populares el pasado fin de semana, la acción más significativa viene del poder municipal. En concreto, de 55 ayuntamientos que han mostrado su disposición para acoger refugiados. La iniciativa ha sido impulsada por tres de las grandes ciudades gobernadas por coaliciones municipalistas (Madrid, Barcelona y Zaragoza), pero se han sumado muchas otras. De nuevo, es una acción significativa pero insuficiente. Y en un plano diferente a la respuesta que está ofreciendo el Gobierno central, reticente a aceptar su cuota de refugiados.

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