El repentino ascenso de Donald Trump en las encuestas, explicado en 13 gráficos

El repentino ascenso de Donald Trump en las encuestas, explicado en 13 gráficos
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Donald Trump es oficialmente el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos. Su nombre estará en las urnas en noviembre. Es algo que todos los grandes medios de comunicación del país habían previsto que no pasaría, y sin embargo ha pasado. Del mismo modo, la gran mayoría de las encuestas indican que Trump no tiene serias posibilidades de llegar a la Casa Blanca: Hillary Clinton es más competitiva. Pero la brecha se ha reducido en las últimas semanas, disparando la candidatura de Trump, haciéndola plausible.

¿Cómo de reales son las probabilidades de que el candidato más extravagante, al margen de su partido y divisivo del último siglo estadounidense alcance el máximo cargo público del país? Limitadas, pero crecientes. Para entender por qué Trump puede estar ganando adeptos entre el electorado, sin embargo, hay que entender también los efectos mediáticos tradicionales de la convención republicana y lo dilatado y prolongado de la carrera electoral. Veamos cuál es el estado de la carrera presidencial en 13 gráficos.

1. Las encuestas no se equivocaron en las primarias

Trump siempre fue por delante. Fueron los analistas y los medios quienes señalaron lo temprano de las mismas o su carácter burbujesco, pero los sondeos colocaron a Trump de forma repetitiva y consistente al frente de todos los candidatos republicanos. Al final de la carrera, las encuestas llevaban razón y los expertos no: Trump afianzó su primer lugar la pasada semana, al aceptar la nominación del partido para las elecciones presidenciales.

Real Clear Politics tiene un agregado de porcentaje de intención de voto durante el último año. La línea azul, siempre liderando, es Trump.

Trump Encuestas

2. Pero nunca le dieron posibilidades ante Clinton

No, desde luego, a la altura de enero de este año, cuando todas las encuestas indicaban que Hillary Clinton se alzaría sin demasiado problemas con la victoria en las elecciones de noviembre. Esta encuesta realizada para ABC News, por ejemplo, colocaba a Trump como el candidato republicano con más posibilidades frente a cualquiera de los posibles demócratas, pero a 12 puntos porcentuales de Clinton, la favorita y a la postre nominada demócrata.

Trump Enero

3. Hasta que aseguró su nominación

Sucedió en noviembre: a Donald Trump le daban los números. Tiempo atrás, pese a la negación permanente y altiva en la que se habían instalado los medios de comunicación, Trump había pulverizado a todos sus rivales ganando estado clave tras estado clave. Asegurada la nominación de forma matemática, a falta de la confirmación oficial en la convención, Trump comenzaba a parecer algo más competitivo. A la altura de mayo, The Guardian reflejaba un empate técnico entre Clinton y Trump, ponderando la media de todas las encuestas.

Trump Mayo

4. Fue tan sólo momentum: luego, volvió a caer

Los datos de mayo reflejaban, prácticamente por primera vez desde que ambos candidatos aseguraran sus respectivas nominaciones, un empate entre los dos, disparando todas las alarmas entre los demócratas. Al poco, la situación volvió a la normalidad: evaporado el momentum de Trump ganando matemáticamente la candidatura, Clinton volvió a distanciarse en las encuestas. A mediados de junio, Trump alcanzaba su mínimo anual (38,3%) y Clinton volvía a superar el 45%. Eso sí, estaba lejos de sus máximos de hacía algunos meses.

Hillary Se Escapa

5. Hasta que hemos llegado a las convenciones

Y el exagerado protagonismo mediático de cada una de ellas ha hecho el resto. La demócrata comenzó anoche y se prolongará durante esta semana, de modo que sus efectos en las encuestas están aún por ver. La republicana ha tenido un efecto directo: en los últimos días, sucesivas encuestas han colocado a Trump con cierta ventaja por encima de Clinton, revertiendo de nuevo la distancia entre ambos y colocando a Trump, por primera vez, ligeramente por encima de la candidata demócrata. Así ha evolucionado hasta hoy:

Trump Hoy
Trump, en rojo, con un +0,2 de ventaja.

6. Esto es normal durante las convenciones

Generan ruido. Durante la semana pasada, toda la atención mediática estadounidense se fijó en el partido republicano y en Donald Trump. Obtuvieron una exposición absolutamente excepcional que no tiene visos de repetirse durante los próximos meses, y que no ha existido antes de que llegáramos a julio. Ahora, es el turno de los demócratas. Las convenciones siempre proyectan en demasía las posibilidades del candidato de turno, y tienden a ser poco fiables a la hora de prever qué terminará pasando en noviembre, cuando lleguen las elecciones.

El fenómeno se conoce como "convention bump".

7. El modelo del New York Times da ganador a Clinton

Exceptuando el de Princeton, es el más generoso con los demócratas. A día de hoy, otorga un 69% de probabilidades de victoria a Hillary Clinton. La distancia entre ambos candidatos, según The New York Times, se ha reducido durante la última semana (ver punto anterior), pero el abismo sigue siendo sideral. El resto de modelos son consistentes con una victoria demócrata, al margen de las encuestas, que se ven influenciadas por cuestiones puntuales.

Nyt Model

8. El de Nate Silver es mucho menos generoso

Nate Silver fue el gran triunfador de las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos: clavó los resultados, otorgando una satisfactoria victoria a Barack Obama, la segunda de su carrera política como candidato nacional. Lo hizo bajo el paraguas del New York Times. Tras ello, montó su propio medio, FiveThirtyEight, una referencia hoy dentro del periodismo de datos. Su modelo electoral para 2016 es menos generoso que el de su antiguo medio: otorga tan sólo un 59% a Clinton. Lleva de capa caída desde el 14 de julio. Sería preocupante.

Por estados, se repartirían así:

Clinton Trump

9. En general, es demasiado pronto para todo

Lo explican en The Upshot, la sección del New York Times dedicada a estimaciones electorales: las encuestas tienden a equivocarse notablemente durante los meses anteriores a las elecciones. Es a partir del verano cuando su capacidad para atinar mejora. Antes, son difusas, tienden a estar influenciadas por el ruido mediático del momento y pierden precisión. El repentino ascenso de Trump puede ser preocupante, pero también podría ser insignificante en el largo plazo. Aún queda mucho camino por delante para ambos candidatos.

Upshot

10. Pero es cierto que Trump lo tiene complicado

Al menos si atendemos a su reputación entre el electorado. La mayoría de los republicanos votará por él, pero no confían en él como un auténtico garante de los valores conservadores. Los demócratas jamás se habían enfrentado a un candidato que les disgustara tanto. Trump, en términos generales a un lado y a otro del electorado, es un candidato que cuenta con un inusual desagrado por parte de gran parte de los estadounidenses.

La mayor parte del país, de forma consistente, tiene una mala opinión de él.

Trump Desfavorable

11. Eso sí: Hillary tampoco cae bien

Trump no es el único en generar opiniones desfavorables entre el electorado. Desde su ascenso a la cumbre del Partido Demócrata y su claro liderazgo en las encuestas, Hillary Clinton ha perdido popularidad. Notablemente. Se debe en parte a los constantes ataques de los medios y de los políticos republicanos, pero también a que jamás ha caído demasiado bien. En Vox se preguntaban si, de haber elegido a un candidato más neutro y menos impopular, los demócratas no tendrían prácticamente asegurada la Casa Blanca ya.

Así ha evolucionado su popularidad:

Clinton Popularidad

12. El problema de Trump son las minorías

Este gráfico de The Guardian analiza a nivel demográfico qué grupos de edad o raciales o económicos son más proclives a apoyar a un candidato u a otro. El problema de Trump es evidente: no tiene prácticamente ninguna posibilidad de ganar el voto negro, latino, LGBT o femenino. A día de hoy, se antoja complicado que un candidato sea tan débil en perfiles demográficos tan claves y que, al mismo tiempo, sea capaz de ganar la Casa Blanca.

Trump Pierde

13. Entonces, ¿quién va a votar a Trump?

Según las encuestas, los varones blancos de clase media-baja, generalmente empobrecidos y residentes en el sur del país, los grupos religiosos más conservadores y las clases más acomodadas en los estados más ricos. Grupos que están en retroceso demográfico en Estados Unidos y que, por sí mismos, ya no son claves para ganar unas elecciones.

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