Esto es lo que podremos ver del universo a través del nuevo telescopio FAST

Esto es lo que podremos ver del universo a través del nuevo telescopio FAST

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Esto es lo que podremos ver del universo a través del nuevo telescopio FAST

Five-hundred-meter Aperture Spherical Telescope o FAST. Ese es el nombre que han elegido para bautizar el nuevo telescopio que se ha construido en la provincia china de Guizhou, y que ya se ha convertido en el mayor del mundo superando en dimensiones al más conocido telescopio de Arecibo.

Su web (que por cierto parece sacada directamente del año 1999 si miramos la versión inglesa) nos describe los objetivos de ese telescopio: entre otras cosas, buscar indicios de vida extraterrestre en zonas del universo que hasta ahora no podíamos detectar. De hecho, quiere ser la herramienta líder en hacerlo durante los próximos 10 a 20 años. Ya lo vimos en construcción hace unos meses, pero ¿lo vemos con un poco más de detalle ahora que se ha terminado?

El radiotelescopio FAST en datos

El radiotelescopio FAST, como su semejante en Arecibo, tiene el aspecto de un gigantesco cuenco donde se reciben las señales que provienen del universo. Pero es 200 metros más grande hasta llegar al medio kilómetro de diámetro. Ha costado 180 millones de dólares, y ha obligado a que casi 10.000 chinos tengan que mudarse a más de 5 kilómetros de él para que sus ondas de radio no tengan interferencias.

Su plato está compuesto de 4450 paneles en forma de triángulo, cuyas juntas pueden moverse para que se orienten hacia un sector determinado del universo del que queramos escuchar algo. Nueve grandes receptores rodean el plato principal para poder leer todas las señales que nos lleguen, y sólo para calibrar todos los instrumentos del telescopio vamos a necesitar tres años. Todo tiene que funcionar con la máxima precisión posible.

Obras Fast
El radiotelescopio FAST en construcción. Ha habido que vaciar una montaña entera para poderlo construir.

Por su localización y por quien ha hecho la inversión, durante los primeros dos o tres años de trabajo con el radiotelescopio FAST habrá prioridad para los científicos chinos. Cuando ese periodo de tiempo pase científicos de otros países tendrán la oportunidad de usar las instalaciones.

FAST es el símbolo del interés de Xi Jinping, el actual presidente de China, por la exploración espacial. El mandatario quiere que el país tenga su propia estación espacial orbitando la Terra en 2022 y poner a un astronauta chino en la luna alrededor de 2036. ¿Será esto el comienzo de una segunda carrera espacial?

Vale, pero, ¿por qué necesitamos construir un radiotelescopio gigante?

Arecibo Fast
Arriba, el plato del radiotelescopio de Arecibo. Abajo, el plato del nuevo radiotelescopio FAST. 200 metros más de diámetro hacen mucha diferencia.

Muchas cosas, y todas ellas muy interesantes. Un dato escalecedor que nos recuerdan desde Xinhuanet: de los diez descubrimientos relacionados con la cosmología y el espacio que han merecido un premio Nobel de física, seis han sido gracias a un radiotelescopio. Por lo tanto, no es de extrañar que queramos hacerlos cada vez más grandes y potentes.

Los 500 metros de diámetro del FAST (equivalente a treinta campos de fútbol) otorgan a este radiotelescopio un campo de visión dos veces mayor que el de Arecibo. El hecho de que esos 500 metros compongan un simple plato también influye: el radiotelescopio ruso RATAN 600 tiene un mayor diámetro de 576 metros pero se compone de más platos, con un rendimiento final menor incluso que el radiotelescopio de Arecibo de 305 metros.

Peng Bo, director del NAO Radio Astronomy Technology Laboratory, afirma que la capacidad total de FAST para localizar civilizaciones alienígenas será "diez veces mayor" que la de otra instalaciones actuales trabajando a frecuencias de entre 70 MHz a 3 GHz. Un plato más grande implica poder escuchar zonas más profundas del universo, detectando objetos que hasta ahora no podíamos encontrar.

¿Qué esperamos ver con este radiotelescopio?

Pulsar
Una representación artística de PSR J0348+0432, un pulsar que gira alrededor de una estrella, y su efecto en los campos gravitacionales de ambos cuerpos.

La búsqueda de vida inteligente más allá de la Tierra es sólo uno de los objetivos de FAST. Este radiotelescopio se utilizará también para mapear la distribución de hidrógeno en el universo, buscando esclarecer datos sobre su origen. La densidad de hidrógeno que hay incluso en galaxias lejanas, hasta ahora indetectable, nos ayudará a tener más pistas sobre qué le ocurría a nuestro universo durante su formación.

La mayor sensibilidad y precisión de los instrumentos de FAST también nos permitirán detectar más pulsares, estrellas de neutrones que giran rápidamente y emiten pulsos de raciación que nos ayudarían a detectar ondas gravitacionales. Dichas ondas nos ayudarían a entender más el comportamiento del tejido espacio-tiempo (no, no estoy hablando de ciencia-ficción aquí) y su influencia en el desarrollo y evolución de las galaxias.

Esto último, junto con la habilidad para detectar las primeras estrellas que se formaron, nos puede "ayudar a entender el origen del universo" según comentan en la BBC. Y si alguna civilización extraterrestre nos manda alguna señal desde un planeta o nave, ahí estará FAST para escucharla en colaboración con el resto de radiotelescopios del mundo.

Algunos grandes descubrimientos hechos con radiotelescopios

Mercurio
La órbita del planeta Mercurio fue descubierta gracias a un radiotelescopio

Normalmente siempre nos imaginamos a los radiotelescopios como simples instrumentos para escuchar "sonidos" u ondas de radio que vienen del espacio, pero pueden ir mucho más allá:

  • En 1964 el astrónomo Gordon Pettengill utilizó el radiotelescopio de Arecibo para determinar que la órbita del planeta Mercurio era de 59 días, cuando se creía que era de 88.
  • La intensidad de las ondas de radio que emite Venus permitió determinar que su temperatura en la superficie era de 316°C.
  • Este tipo de ondas también nos ha hecho descubrir variaciones en la superficie de Júpiter, desde donde recibimos ondas de radio de baja frecuencia constantemente junto con ondas más frecuentes en repeticiones cortas.
A partir de las ondas de radio hemos podido determinar datos como la temperatura de la superficie de Venus
  • Ya que hablamos de longitudes de frecuencia: éstas también ayudaron a detectar sustancias orgánicas en una nebulosa a 250 millones de años luz de la Tierra, lo que apoya la posibilidad de encontrar vida extraterrestre.
  • Otro gran descubrimiento hecho gracias a la radioastronomía en 1963: los quasares. Estos cuerpos estelares normalmente residen en el centro de las galaxias, y anuncian la presencia de agujeros negros supermasivos fruto de la colisión de dos galaxias en un pasado.

Sí que hay que decir que algunos datos más detallados de todos estos descubrimientos han sido detectados con instrumentos más avanzados capaces de leer los rayos X o la luz, pero si no fuese por esos primeros descubrimientos usando radiotelescopios, no sabríamos ni mucho menos lo que sabemos ahora mismo del universo. Y la inauguración de FAST, con los años, colaborará a hacer descubrimientos aún más interesantes.

Imágenes | DailyGalaxy, ESO Astronomy, NASA
En Xataka | El mayor radiotelescopio del mundo es chino y ya está mirando al cielo

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