Manuel Valls, el extranjero que ayudaría a Ciudadanos a luchar por la unidad de España en Barcelona

Manuel Valls, el extranjero que ayudaría a Ciudadanos a luchar por la unidad de España en Barcelona
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"Me interesaría continuar en el debate independentista y voy a estudiarlo”. Así ha dejado Valls la puerta abierta a su confirmación como candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona para las próximas elecciones de mayo de 2019. De momento está todo en negociaciones, pero el perfil del político francés, que fue primer ministro durante el mandato de Hollande en el país vecino y se ha convertido en una de las voces europeas que resuenan con más fuerza contra el independentismo catalán, colocaría al partido naranja en una muy buena situación.

Un socialista de derechas: tanto en su trabajo como ministro de interior (es decir, en las conflictivas materias de seguridad e inmigración) como en su papel como Primer Ministro derechizó la imagen del gobierno socialista francés con el doble objetivo de por un lado atraer parte del apoyo que la ultraderecha tiene en el país galo y por el otro cumplir las reformas neoliberales que demandaba Europa. En cualquier caso fue, sin duda, algo que no ayudó a los socialistas en sus fatídicas elecciones.

El modelo Sarkozy: la figura de Valls es de perfil fuerte. Un profesional hiperactivo, voluntarista, de cierta mano dura y con habilidades para manejarse en el juego político. Hay a quien le recuerda al estilo de Sarkozy. Aunque medró en el partido socialdemócrata más importante de Francia ha abrazado las políticas más reformistas. Además, ha propuesto varias veces al partido francés perder su nomenclatura socialista. Es, por decirlo así, un anti PSOE. Encaja bien con Ciudadanos.

El oportunista francés: tras el fin del gobierno de Hollande Valls se presentó a las primarias del Partido Socialista francés como rival de Hamon. Perdió. Después de ello anunció que iba a ser candidato de En Marcha, bajo las órdenes de Macron, algo que se vio por la derecha como un claro ejemplo de chaqueterismo. Macron le dijo “no, gracias”. En los últimos meses se le ha visto en multitud de actos políticos junto a Ciudadanos, y no es de extrañar que vea más posibilidades de prosperar en el que fuera su país de origen que en el que ha sido su país de carrera política.

¿Un político extranjero en nuestro país? Aunque Valls ha vivido siempre en Francia nació en Barcelona. Por el trayecto perdió la nacionalidad española y conserva únicamente la francesa, pero al ser las de Barcelona unas elecciones municipales podría presentarse un candidato extranjero de la UE empadronado en la ciudad condal, al igual que estos mismos pueden votar en los comicios municipales. En España, curiosamente, tenemos un problema con los políticos de procedencia extranjera. Pese a que componen el 10% de la masa poblacional del país son muy pocos en proporción los que se presentan a cargos políticos. En Reino Unido o Francia estas figuras son mucho más habituales.

El dilema de Ciudadanos: los naranjas arrasaron en las últimas elecciones municipales con un 25% de los votos. Es prácticamente la única opción para el voto antiindependentista útil. Aun así han pisado muy pocos ayuntamientos. Ahora mismo cuentan con cinco concejales en Barcelona. Van a tener que jugar fuerte.

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