Es el año del cerdo en China. Y Hong Kong lo va a celebrar declarando la guerra a sus jabalíes

Es el año del cerdo en China. Y Hong Kong lo va a celebrar declarando la guerra a sus jabalíes
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Más de siete millones de personas se aglutinan en los gigantescos edificios de Hong Kong, uno de los centros financieros más desarrollados del planeta. A su vera, también lo hacen un número indeterminado de jabalíes salvajes. El 40% de la ciudad está compuesto de parajes naturales de gran valor medioambiental, habitados por un sinfín de mamíferos y aves. Y poco a poco, la vida de ambos mundos se ha fusionado.

¿Qué pasa? Que Hong Kong tiene un problema con sus jabalíes. El gobierno desconoce cuántos hay, pero su presencia es cada día más intensa en las calles. Durante los últimos cinco años el volumen de incidentes humano-jabalí se ha disparado. Los animales acuden a los barrios en busca de alimentos, lo que genera choques, en ocasiones agresivos, con los humanos. Las autoridades quieren solucionarlo.

¿Cómo? Es el dilema. Hasta ahora, la ciudad había optado por extender los permisos de caza a sus ciudadanos. No ha funcionado demasiado bien. El gobierno se plantea un método menos agresivo: introducir sistemas de esterilización que coarten la constante reproducción de los animales. Sin predadores a gran escala y rodeados de alimento regular y seguro (los residuos generados por Hong Kong), crecen. Mucho.

Otros grupos piden medidas más radicales. Es decir: exterminio.

Más allá. Es un problema común en casi todos los entornos desarrollados. En Europa, España incluida, la ausencia de predadores naturales y el crecimiento de las ciudades ha provocado que cada vez más grupos de jabalíes se adentren en busca de comida. En Japón el problema es aún peor: los animales han tomado Fukushima ante la ausencia de seres humanos, generando riesgos asociados a la radioactividad.

Año del cerdo. La declaración de guerra de Hong Kong coincide con la inauguración del Año del Cerdo en China. Muchos turistas y ciudadanos locales no ahuyentan a los jabalíes (sino que los alientan, dándoles comida) por pura superstición. Es una paradoja. Numerosos suidos han mostrado comportamientos agresivos o violentos, y han supuesto un riesgo para los propios vecinos. Algunos han terminado hospitalizados por mordeduras.

Batallando a la fauna. Hong Kong no es la primera ciudad o país en abrir una batalla institucional contra un animal. Australia tiene un largo historial de guerras contra emus (patéticamente perdidas), programas de exterminio de gatos ferales o koalas, o barreras fronterizas contra dingos. De forma reciente, Dinamarca ha vallado su frontera con Alemania para evitar la entrada de jabalíes infectados con peste porcina africana.

Imagen: Pedro Cambra/Flickr

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