Sentimos informar de que las burbujas del envoltorio de burbujas ya no explotarán

Sentimos informar de que las burbujas del envoltorio de burbujas ya no explotarán
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Triste noticia para todas las mentes dispersas del planeta: es posible que haya muerto uno de nuestros absurdos entretenimientos más divertidos de siempre. Según informa The Verge, la empresa que creó y comercializa de forma masiva el envoltorio de burbujas (sí, esas burbujas que tardas exactamente dos segundos en comenzar a explotar) va a dejar de incluir... las burbujas. Todo será igual, pero nada será lo mismo. Una tragedia.

Las nuevas tecnologías (¡maldición!) han permitido crear una réplica exacta del envoltorio sin que las burbujas salten por los aires cuando las presionamos

La empresa en cuestión se llama Sealed Air Corp., es norteamericana y lleva vendiendo tan preciado producto desde la década de los sesenta. Tras cinco decenios de entretenimiento sin límites, esto llega a su fin. Las nuevas tecnologías (¡maldición!) han permitido crear una réplica exacta del envoltorio sin que las pequeñas burbujas que protegen los objetos dentro de él salten por los aires cuando las presionamos. El nombre del invento: iBubble Warp.

Pese a lo mucho que desde Magnet lamentamos esta pérdida, hay un motivo por el que Sealed Air Corp. ha decidido cambiar un producto que llevaba más de cincuenta años haciendo feliz a millones de niños por todo el mundo: ocupa mucho menos espacio. En vez de venderse ya inflado, ahora son los propios proveedores y empresas de reparto quienes se encargan de hacerlo. Esto permite maximizar espacio en los remolques de los camiones o las bodegas de los barcos.

Entre otros motivos, el aumento de la competitividad en un sector también revolucionado por la era digital ha motivado que la compañía tenga que buscar soluciones más modernas y más rentables para todos. Para entenderlo de forma visual, mejor ver este gráfico del Wall Street Journal:

Burbujas

Pero vayamos a lo importante.

¿Qué pierde la humanidad sin las burbujas?

La absurda alegría de un niño pasando una mañana rompiendo burbujas sin parar, la felicidad de un padre causando bruscas molestias a la madre en inocente complicidad con su hijo, la algarabía de toda una familia rompiendo botoncitos en compañía, uno de los entretenimientos más simples, divertidos e imperecederos de la niñez. Mitomanía, en cualquier caso.

Afortunadamente, cuando azotan tiempos oscuros siempre hay un mástil en plena tempestad que aguanta contra viento y marea cualquier revés al espíritu humano: Internet.


Se llama Virtual Bubble Wrap, lleva existiendo en Internet desde 1996 y es posiblemente uno de los entretenimientos más divertidos que ha creado jamás la red. Como sustituto del ya difunto film alveolar (nombre técnico) con burbujas que explotan se antoja ideal, ya que tiene una virtud que su equivalente físico no tiene: las burbujas son infinitas. La sensación no es igual, pero sí se aproxima.

Le falta algo, no obstante: textura. Una de las principales características por las que amamos tanto al envoltorio de burbujas es por la cantidad de ruidos que emite. Y por su tacto:

Ese pequeño petardeo que surge de cada burbuja rota, el suave frufrú del plástico rozando contra sí mismo. Hay toneladas de vídeos en YouTube recreando esa sensación. No morirá.

Ni que decir tiene que ya ha habido mentes pensantes que han colocado en un mismo vídeo a nuestros animales favoritos, los gatos, y al film alveolar. Por si no fuera suficiente, hay quien también ha creído conveniente incluir a los mapaches en ta feliz experiencia.

En el colmo de la exageración, también han surgido trajes hechos completamente realizados con envoltorio de burbujas. Aviso: es improbable que funcione con tu cuerpo del mismo modo que lo hace con las figuras de porcelana transportadas en cajas de cartón.

Si como es natural, os sentís en la absoluta necesidad de poseer todo el envoltorio de burbujas que os sea posible a partir de ahora, podéis encargarlo o bien aquí o bien aquí.

Comentarios cerrados
Inicio