Las “Dosis diarias” de Alberto Montt reciben cada jornada más de 120.000 visitas. De esas, muchas provendrán de padres y madres conmovidos por la forma que tiene el ilustrador de retratar los avatares constantes de la paternidad.
Un monstruito verde con su niña de unos cinco años, los mismos que tiene ahora mismo la hija del chileno, muestran en sus conversaciones sus inquietudes, sus luchas. Montt refleja el amor de la pequeña por el chocolate, sus discusiones en la escuela y, sobre todo, los sentimientos que inundan al reptil gigante cuando ve que tienen que responder a preguntas dificilísimas de la boca de una niña muy pequeña.
El caso es que Montt se superó una de sus viñetas más clásicas, recuperada ahora por un usuario de Twitter. En sólo tres actos ha mostrado ser capaz de sintetizar la situación de demanda de cariño infantil y el proceso mental que recorren los adultos para contestar a si van a poder proteger a sus hijos de todos los problemas del mundo.
Parece que Montt nos explica así una de las mayores cargas a las que se enfrentan cotidianamente los cuidadores de un niño. Cualquier padre amoroso querría estar siempre dispuesto a salvar sus obstáculos. Y cualquier padre sabe también que sólo se puede educar para que tu hijo o hija sea independiente para el día que uno falte.
Quino, Fontanarrosa, Maitena, Liniers, Calo… y también Montt. Ellos son el Olimpo de viñetistas latinoamericanos. Montt de hecho puede que te suene de antes por su particular estilo, ya que sus viñetas son diariamente usurpadas de la red (sobre todo de su blog, que actualiza constantemente), pero su trazo e ingenio es tan reconocible que no necesita venir firmado para detectar su autoría.
Este dibujante, que no se considera como tal, es miembro fundador del Colectivo Siete Rayas, una agrupación que promociona la ilustración para niños en Chile; y tiene también a sus espaldas más de una docena de álbumes de ilustraciones infantiles. Pero desde hace tiempo su popularidad la causan Laura y Dino. Cada desopilante escena entre ambos nos devuelve a un universo de ingenuidad, una relación que esconde tanta ternura y amor por el juego como sabiduría a la hora de darle a la niña sabias lecciones y consejos para ser incluso mejor persona que el gigante verde.
Montt también sabe por qué su estilo ha calado tan bien en redes sociales. Pese a provenir del contexto chileno, el artista publica habitualmente en diarios ecuatorianos, argentinos, colombianos… de todas partes del mundo hispanohablante. “Creo que desde hace algunos años ya, el mundo es tan pequeño y la clase media ha sido tan homologada, que el chiste termina siendo eficiente aquí y en la quebrada del ají. En general, el recurso humorístico debería funcionar en todos lados".
