Capturar imágenes no es lo mismo que capturar sensaciones o sentimientos, pocos fotógrafos pueden conjugar ambas e ir más allá de una simple imagen y hacer que esa imagen transcienda, crear algo que mueva fibras y nos deje la sensación de que estamos viendo y al mismo tiempo sintiendo, creando así una extraña conexión con lo que podría ser una simple imagen, pero no lo es.
Lee Jeffries es un fotógrafo inglés que comenzó sacando fotos de eventos deportivos, pero que como todos, buscaba el éxito, la fama, el ser reconocido, pero un encuentro con una joven vagabunda en Londres cambió para siempre su enfoque artístico, a partir de ese momento se dio cuenta que la fotografía podía ser más que capturar imágenes, puede conectar con la gente.
Los Ángeles Perdidos
Lee Jeffries hace un interesante reflexión de cómo ahora recibe cientos de correos diariamente, donde las preguntas son bajo la misma temática: el éxito. Todos quieren saber qué cámara usa, que técnicas utiliza, cómo consigue el fondo negro en las imágenes, hasta le solicitan trabajo para ser asistentes.
Pero Lee es claro y hasta cierto punto comprensivo, él hace siete años quería lo mismo, éxito, viajes, aventura, notoriedad. Con el paso del tiempo y experiencias de vida, es como aprendió a ver más allá, el mismo se recuerda corriendo por el Vaticano queriendo comprar un rosario para su madre moribunda, y eso le ha dado un percepción del mundo muy distinta, a la que él denomina simplemente "Amor".
El Amor es la motivación que lo llevó a tener fe y compasión por los menos afortunados, e hizo de ella su forma de expresión, algo que transmite en sus imágenes, algo que para él supera el simple deseo de tomar fotos, se trata de abrir el corazón, ya que así es la única forma de ser sincero con lo que haces, por respeto a quienes capturas en tus imágenes, para ti y tu profesión.
"Mis fotografías no son un documento de la vida de una persona sin hogar, son mucho más que eso, son un testimonio metafísico de la humanidad, la fe y la espiritualidad que nace del amor y la conexión con otro ser humano."
El tema de sus fotografías son las personas sin hogar, y todo comenzó con aquella joven londinense, acostada en el piso en un saco de dormir, a quien le robo la foto a pesar de que se dio cuenta que ella sabía que la había fotografiado, él menciona que algo le hizo quedarse e ir a charlar con aquella chica, y a partir de ese momento su mundo dio un giro de 180 grados.
Los vagabundos son el tema principal de su obra, los modelos son gente que ha conocido en Europa y en los Estados Unidos, y la forma de fotografiarlos consiste en primero acercarse a ellos, charlar, conocerlos y posteriormente, sólo si lo aceptan, capturar su retrato. Estas fotografías son una forma de representar su compasión por el mundo.
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