La crueldad de los experimentos en animales en un devastador corto lleno de amor y sueños

La crueldad de los experimentos en animales en un devastador corto lleno de amor y sueños
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Gandhi es un pequeño mono bebé que no sabe bien lo que sucede a su alrededor, él sólo sueña con un día viajar a la Luna, y donde gracias el amor de su compañera de celda, que representa al amor maternal, el estar prisionero en una jaula es una situación más llevadera. La mala noticia es que el pequeño Gandhi está siendo terriblemente engañado.

Esta es la premisa detrás de 'Monkey Love Experiments', un precioso pero a la vez tremendamente desgarrador cortometraje, que mezcla sentimientos que nos crean un nudo en la garganta. Por un lado tenemos la ilusión y la esperanza, mientras que por el otro tenemos la crueldad representada en los experimentos en animales.

El experimento del amor realizado en monos

El corto, que es una magistral mezcla de stop-motion, animación 3D, y actuación live-action, se basa en los experimentos del psicólogo Harry Harlow realizados entre las décadas de 1950 y 1960. Experimentos que trataban de comprobar científicamente que el amor es una pieza primordial para el desarrollo psicológico y la supervivencia, incluso más importante que la necesidad de alimentarnos y tener donde vivir.

Estos experimentos fueron realizado en monos con el objetivo de comprobar que los seres humanos necesitamos el amor para desarrollarnos de forma natural y, por ende, ser felices. Lo malo de esto, es que Harlow utilizó métodos terribles con estos monos, lo que incluso provocó que nacieran las organizaciones en pro de los derechos animales.

Harry Harlow
Harry Harlow y el mono "madre" de tela

Estos experimentos, considerados los más crueles en la historia de la investigación, consistían en separar a los monos bebés de su madres, los aislaba en jaulas y observaban su comportamiento ante la falta de su madre. Posteriormente, se construían dos versiones ficticias de la madre, una hecha de alambre pero con un biberón con leche, y otra recubierta de tela, como una especie de peluche de madera.

Las primeras conclusiones arrojaron que los pequeños monos se vinculaban más con el "mono de peluche" a pesar de que éste no les proporcionaba alimento. Lo que demostraba en aquel entonces que el afecto era incluso más importante que la acción de comer.

Los vídeos de los experimentos de Harlow se pueden encontrar fácilmente en internet, y a continuación pueden ver uno de ellos, el cual sirvió de inspiración tanto para la historia del corto como para su estética.

'Monkey Love Experiments'

El corto aborda una situación similar a lo ocurrido en los experimentos de Harlow, sólo que se le da un toque más sentimental al tratar el tema de la exploración lunar tan de moda en esa época, que era cuando la NASA usaba monos para sus experimentos y con la idea de posteriormente enviarlos al espacio.

'Monkey Love Experiments' nos muestra la cara más tierna de los animales al plantear sus sueños y aspiraciones, al mismo tiempo que vemos el rostro más terrible del ser humano, aquel que es capaz de experimentar sobre seres vivos sin pensar en las consecuencias, todo en nombre de la ciencia.

El corto ha sido galardonado en varios festivales, donde se celebra tanto la historia y el planteamiento original, como la técnica y esa maravillosa decisión de adoptar la estética de esos viejos vídeos de experimentos, lo que en palabras de uno de sus creadores, "ofrece una sensación fascinante, fría y hasta cruel".

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