90.000€ por entrar a Wimbledon: la locura de los pases a cinco años y los tickets de día

Wimbledon
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Nada exclama "élite" como un asiento privilegiado en la pista central de Wimbledon durante la final individual masculina. El tenis, y muy especialmente su torneo más prestigioso, es un deporte apreciado por la clase acomodada. Tanto que los pases de temporada se han convertido en productos de auténtico lujo: las nuevas tarifas de los abonos a cinco años, plenos de derechos, ya superan los 93.000€.

¿Qué? A principios de los años veinte, The All England Club, la reverencial institución que organiza Wimbledon, tuvo una idea: emitir deuda. Necesitaba liquidez para acometer reformas y expandir el torneo. ¿Cómo? Ofreciendo pases exclusivos a las élites londinenses, abonos que permitirían asistir a todos los partidos disputados a lo largo de un lustro. A cambio de su inversión, los acreedores accederían a toda suerte de privilegios.

Se llaman "debenture tickets" y tan sólo hay 2.500.

¿Por qué? Porque son exclusivos, por más que sean de libre acceso. Su precio ha aumentado de forma vertiginosa: los pases ofrecidos entre 2016-2020 costaban 58.000€; los anteriores, 35.000€. Sucede que hay muy poca oferta y una inmensa demanda, y que cada lustro salen menos a la venta. Los actuales poseedores tienen derecho a renovarlo antes que salgan al mercado de nuevos adquisidores.

Algunas familias acaudaladas mantienen sus tickets desde 1920. El 1% aplicado al tenis. Para la organización es una mina: aspira a recaudar más de 200€ millones con los que pagará la construcción de la cubierta en la pista central y otras inversiones.

¿Qué ofrecen? 65 días de competición, incluyendo diez cotizadísimas finales en la pista central: su precio, muy variable, puede alcanzar los 5.000€ (también hay entradas regulares por unos 100€, pero son dificilísimas de obtener, como veremos más adelante). Los poseedores del pase "debenture" también tienen el derecho a acceder a algunos espacios y restaurantes exclusivos dentro de las instalaciones.

Y pueden comerciar con ellos: The All England Club los considera instrumentos financieros en toda regla, y se pueden prestar y fraccionar legalmente.

¿Sólo élite? Pese a tan pomposo negocio, Wimbledon aún ofrece tickets populares. Hay dos formas de conseguirlos. La primera es por sorteo: The All England Club entrega anualmente un número fijo de entradas aleatorias. Son baratas (entre 48€ y 260€) pero extremadamente demandadas y poco flexibles. Es una lotería. No puedes cambiar ni el día de visita ni los partidos que podrás ver durante la jornada.

La fila. La segunda es "la fila" de Wimbledon. Cada día, The All England Club pone a la venta 500 entradas de estadio (donde compiten los grandes tenistas) y varias miles de campo (que habilitan a visitar las pistas secundarias). Están numeradas y se entregan por estricto orden de llegada. Miles de personas acuden diariamente a las instalaciones a probar suerte. Muchas lo hacen muy bien equipadas.

Una fiesta. Este reportaje de NBC lo ilustra. La fila se transforma en una gigantesca acampada, estrictamente reglada y vigilada por la organización, donde los aficionados aguardan su turno. Hay quien acude con colchones, mesas, camping-gas y conexión a Internet para seguir los partidos. También hay puestos de comida, bebida y café. "The Queue" es otra tradición del torneo, y se transforma en una fiesta.

Es un festival que obliga, eso sí, a enormes madrugones y a pasar varios días guardando fila (la tienda no puede quedar vacía más de media hora) para acceder a las entradas. De conseguirlo, se venden a bajo precio: entre los 75€ y los 150€. Es el contrapunto popular a los pases "debenture".

Imagen: Tim Ireland/AP

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