Adopta un cadáver inmobiliario: no dejes que esos armatostes de hormigón mueran solos

Adopta un cadáver inmobiliario: no dejes que esos armatostes de hormigón mueran solos
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Los has visto cerca de tu ciudad. Languidecen a las afueras, abandonados a su suerte, reflejos de una época que ya pasó y que nunca volerá, espejismos de lo que un día habrían sido. Esqueléticos, grises, apagados, sin vida. Son cadáveres inmobiliarios, herencia de la burbuja y de su explosión que tantos, tantos proyectos urbanísticos se llevó por delante. Están sólos, nadie les quiere. Pero eso está a punto de cambiar. Ahora, tú puedes adoptar un cadáver inmobiliario.

¿Cómo? ¿Qué? ¿Adoptar un armatoste de hormigón que no le interesa a nadie y que posiblemente causó la ruina a varias personas? Sí, es exactamente la iniciativa que han lanzado desde Cadáveres Inmobiliarios, la plataforma montada por varias organizaciones que busca datar, catalogar y determinar a fondo el número de planes inmobiliarios inacabados que se reparten por nuestra geografía. Y cuyas estructuras por hacer forman parte de nuestro paisaje de forma indeleble.

¿Qué son los cadáveres inmobiliarios?

Antes de comenzar a explicar en qué consiste la adopción de estos armatostes de hormigón, ejemplos vivos de la terrible resaca económica y social de la burbuja inmobiliaria, conviene explicar en qué consiste la iniciativa, quiénes están detrás de ella y qué objetivos persiguen.

Cadáveres Inmobiliarios es el resultado de la unión de distintas fuerzas que durante los últimos años se han dedicado a explorar y catalogar las cicatrices que el boom inmobiliario dejó sobre nuestra geografía

Cadáveres Inmobiliarios es el resultado de la unión de distintas fuerzas que durante los últimos años se han dedicado a explorar y catalogar las cicatrices que el boom inmobiliario dejó sobre nuestra geografía. Es posible que conozcas a algunos de ellos: hablamos de Nación Rotonda, Basurama, Ruinas Modernas, Montera 34 o Ecologistas en Acción, además de individuales y colectivos varios que se han embarcado en la aventura de datar todos los edificios vacíos e inacabados de España.

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Nación Rotonda lleva años mostrando desde el aire cómo hemos malempleado nuestro suelo. (Imagen: Nación Rotonda)

Las razones no son difíciles de entender. Como ellos explican: "Aunque el mero hecho de informar sobre este fenómeno supone una crítica implícita al modelo de desarrollo basado en el ladrillo, Cadáveres Inmobiliarios pretende ser el punto de partida para futuros proyectos que propongan soluciones a situaciones hoy estancadas". Dicho de otro modo: tenemos un problema con la cantidad de edificios vacíos e inacabdos. Y es conveniente saber dónde están, cuántos son, de qué tipo son.

"Cadáveres Inmobiliarios pretende ser el punto de partida para futuros proyectos que propongan soluciones a situaciones hoy estancadas", explican desde su página web

Ahí entra en juego la base de datos que las organizaciones están creando. En rigor, es la principal novedad de Cadáveres Inmobiliarios, dado que con anterioridad todos los colectivos han tratado de concienciar sobre el desagradable impacto medioambiental y visual de estos trastos de hormigón. La idea surge a finales del año pasado, como explican en este reportaje de Hoja de Router, y desde entonces ha crecido hasta convertirse en el proyecto que tienes delante tuyo.

Gruas
Vestigios de la burbuja. (Imagen: Iker Merodio)

Y en el que ahora puedes participar. Los distintos grupos que han trabajado en Cadáveres Inmobiliarios han desarrollado bases de datos e informaciones diversas. Poner en común todas ellas de forma (muy) exhaustiva es bastante complicado, dado que la información se duplica, es redundante o, en el peor de los casos, escasea. Y dada la naturaleza colaborativa del proyecto, cuantas más manos estén colaborando para completar la base de datos, mejor.

Adopta, contribuye a aumentar la base de datos

Ahí entra en juego "Adopta un cadáver". La idea es simple: ellos han hecho ya la mayor parte del trabajo, pero la cantidad de edificios abandonados o a medio hacer repartidos por toda la península es muy amplia, de modo que es posible que se hayan dejado algunos. Además, si la lista quiere ser efectiva se antoja necesario hacerla más simple eliminando repeticiones y redundancias. Como es una iniciativa sin ánimo de lucro, necesitan la ayuda de todo aquel que pueda colaborar.

Adopta Un Cadaver Inmobiliario

Se trata de un mapeo exhaustivo de nuestras ruinas arquitectónicas. Aquí explican todos los pasos requeridos. Primero, conviene leerse esto. Los requisitos para delimitar qué es un cadáver arquitectónico y qué no son más complejos de lo que a priori uno puede imaginar. Por ejemplo, la unidad mínima es la parcela; las infraestructuras lineales (autovías, ferrocarriles) no están incluidas; los solares urbanos abandonados tampoco; el terreno sin transformar pero licitado, sí.

Los requisitos para delimitar qué es un cadáver arquitectónico y qué no son más complejos de lo que a priori uno puede imaginar. Por ejemplo, la unidad mínima es la parcela; las infraestructuras lineales no están incluidas

A partir de aquí, dos opciones. Por un lado, la simple: incluir un cadáver nuevo que haya sido pasado por alto por los creadores de la plataforma. Tienes que rellenar un formulario con algunos campos algo complejos, pero hay secciones de ayuda dentro de la propia web. Por otro, la compleja: adoptar un cadáver ya catalogado y existente. ¿El objetivo? Elegir un elemento, completar la información en este documento colaborativo del modo más exhaustivo posible y repasar duplicidades.

Por qué resulta tan complejo. Porque la información proporcionada por cada colectivo participante es diferente y a veces no coincide, o coincide demasiado. Lo puedes comprobar en este mapa. Cada color representa el mapa de un proyecto distinto. Y cada punto, un cadáver.

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Naturalmente, los beneficios de este proyecto son muy amplios. Como detallan aquí, se pueden catalogar en distintas categorías. Por un lado, más allá de su utilidad práctica, contribuye a visibilizar un problema que está presente en nuestra geografía física, que ha irrumpido en nuestros paisajes de forma en ocasiones brutal e inmisericorde, y que debe ser recordada para que se pueda evitar en el futuro. Es el punto de vista de Ruinas Modernas, por ejemplo.

En este caso, se trata de otorgar fuerza visual a las consecuencias de la burbuja inmobiliaria. Estos son, como explican en Basurama, "paisajes después de la batalla".

En este caso, se trata de otorgar fuerza visual a las consecuencias de la burbuja inmobiliaria. Los quince años de crecimiento notorio en España se saldaron con una quiebra total del sector urbanístico. Estos son, como explican en Basurama, "paisajes después de la batalla". Como dicen: "Es preciso poder mostrar con datos la destrucción que el tsunami urbanizador supuso antes de que la máquinaria de construcción se vuelva a poner en marcha".

Hay vida más allá del campo simbólico o metafórico, del retrato de una época y de un modelo económico, del deterioro y de la decadencia. Para Ecologistas en Acción, la iniciativa sirve para analizar la situación legal de los terrenos sobre los que se asientan los cadáveres, para si es preciso reconvertirlos y reutilizarlos en forma de huertos, equipamientos o viviendas sociales. Y para recuperar espacio natural a través de la demolición de proyectos que no tengan utilidad. "Sobran grandes desarrollos fallidos", afirman.

Quizá quien mejor defina el espíritu simbólico y la relevancia práctica del proyecto sea José Luis Sánchez, profesor de Geografía Humana en la Universidad de Salamanca, quien lleva años trabajando sobre este tema a nivel académico, tanto de forma individual como sus alumnos.

El fenómeno de los "cadáveres inmobiliarios" resulta de una enorme trascendencia para la gestión territorial de los próximos años, tanto en la escala local como para las áreas urbanas más complejas en cuyos bordes han proliferado estos desarrollos urbanísticos inacabados. La localización, cuantificación y cartografiado de tales "cadáveres" no es solamente un imperativo cívico, una denuncia de la destrucción del paisaje y del territorio. Es también una tarea que dota de contenido aplicado a la Geografía (...) En un futuro, pretendemos también aportar algunas respuestas a la gran pregunta: ¿qué hacer con los cadáveres inmobiliarios?

En parte, también depende de todos nosotros. Y es tan sencillo como adoptar a un pobre bloque de hormigón abandonado y olvidado, arrinconado en nuestro rincón más amargo de la memoria.

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