Buenas noticias: la pobreza sigue bajando. Malas noticias: cada día se reduce más lentamente

Buenas noticias: la pobreza sigue bajando. Malas noticias: cada día se reduce más lentamente
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Naciones Unidas aspira a reducir el porcentaje de población mundial viviendo en la extrema pobreza al 3% antes de 2030. Es un objetivo ambicioso que, pese a ello, es coherente con la brutal reducción de la población pobre en el mundo durante las dos últimas décadas. Sin embargo, algunos problemas afloran en el horizonte: pese a que países como China o la India, los dos más poblados y determinantes a la hora de modificar métricas globales, lo lograrán, África sigue pesando mucho.

¿Qué sucede? Que es improbable que el objetivo del 3% se alcance en 2030. La pobreza se seguirá reduciendo en los años venideros, pero lo hará cada vez de forma más lenta. La clave está en África: al contrario que la India, las dos principales potencias demográficas del continente no sólo están reduciendo sus tasas de pobreza extrema, sino que las están aumentando. Nigeria es ya el país del planeta donde más humanos viven en condiciones de escasez total: 87 millones.

¿Por qué? Es más del 45% de la población. Nigeria es un país rico en petróleo que se ha mostrado incapaz de aplacar sus problemas endémicos, en parte por la ineficiencia de sus gobiernos. Al mismo tiempo, está viviendo un boom demográfico que condena a amplias capas de la población a la pobreza. En el Congo la situación es peor: cuenta con más de 60 millones de personas viviendo bajo la pobreza extrema (el 77% de la población) y es improbable que la situación se revierta a corto plazo. Su demografía camina al alza mientras el país se consume en una guerra eterna.

¿Y los demás? Nigeria y el Congo son las dos principales potencias poblacionales de África, y por tanto las más determinantes a la hora de reducir el porcentaje de pobreza global. Etiopía, la tercera tras Egipto, ha logrado disminuir su porcentaje al 23%, y sí logrará empequeñecerlo más antes de 2030. Todos los demás países de África donde la pobreza extrema es relevante no llegarán al 3%. Están logrando reducir su tasa, pero no lo suficiente.

En Sudán del Sur (97% de la población pobre) y en Zambia (57%), además, aumenta.

¿Por qué importa? Porque ilustra hasta qué punto la drástica reducción de la pobreza global experimentada durante los últimos años dependía en gran medida de China y la India, con poblaciones superiores a las de cualquier continente. Ambos países (y otros del sudeste asiático extremadamente poblados, como Indonesia, Bangladesh o Vietnam) se han desarrollado con rapidez en apenas tres décadas, sacando a miles de millones de personas de la miseria. Fue un proceso importante, pero tamizó los escasos progresos en los principales países africanos.

¿Qué esperar? El informe del Banco Mundial no es optimista. No cree que llegemos al 3% en 2030. Y apunta a tendencias preocupantes: en Oriente Medio, fruto de la convulsa situación en Siria, Yemen o hasta hace poco Irak, la pobreza extrema está aumentando. En el Sahel, en términos generales, o se reduce con lentitud o aumenta. Ni los gobiernos africanos ni el resto de planeta han logrado descubrir cómo acabar con los males endémicos de África.

Es probable que en los próximos años observemos cómo la conversación global rote sobre África.

Imagen: Ben Curtis/AP

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