La carrera por la vacuna llega a Hollywood en forma de soborno: así buscan las estrellas saltarse la cola

Vista panorámica de Hollywood.
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A medida que los contagios y las muertes aumentan a un ritmo estrepitoso en EEUU, las posibilidades de hacerse con una vacuna son pocas o ninguna. Hace unos días hablábamos en Magnet de cómo el estatus social y la riqueza estaban siendo la excepción en algunos países para saltarse la cola de la vacuna. ¿Y dónde viven gran parte de los adinerados estadounidenses? Ajá, en Hollywood.

En Los Ángeles algunos actores, productores y magnates de medios de entretenimiento están aprovechándose de su influencia para ponerse los primeros en la cola. Algunos acuden a sus clínicas privadas ofreciendo "donaciones" médicas y otros aprovechan sus vastos recursos para organizar citas con antelación en una loca carrera para vacunarse frente a la lentitud del proceso estándar.

"Son Los Juegos del Hambre", decía un alto ejecutivo de entretenimiento —que ha preferido no dar su nombre— a la revista Variety.

Persiguiendo la vacuna. Algunos peces gordos del mundillo ya están explorando abiertamente opciones fuera del sistema de salud del condado de Los Ángeles en lo que ven como una carrera de vida o muerte contra la alta demanda y el suministro limitado de vacunas. Un ejemplo ha sido la leyenda de la industria de la música Irving Azoff, quien recibió su vacuna a mediados de enero de forma cuestionable cuando el condado de Los Ángeles amplió el acceso a las vacunas para los ciudadanos de 65 años o más.

Varias fuentes confirmaron a algunos medios estadounidenses que Azoff estaba facilitando vacunas para personas de su esfera a través de uno de sus médicos privados, el Dr. Robert Bray. "Soy un sobreviviente de cáncer de 73 años. Recientemente me extirparon parte de mi intestino. Maldita sea, recibí la vacuna y me alegro de haberlo hecho. Todas las personas que se les permita deberían vacunarse lo antes posible", dijo el músico.

Los favoritos. Otras estrellas, de las que no se ha revelado el nombre, han acudido a este doctor de Newport Beach a quien también se le personó nada más y nada menos que Robert Goldstein, dueño del hotel Venetian de Las Vegas, para vacunarse. Un representante de este último decía que el estado había asignado 200 vacunas al médico privado. Pocas, y solo disponibles para la jet set. No se sabe cúanto dinero se ha podido mover por ellas.

Sobornos. Pero la carrera por hacerse con la preciada dosis también ha llevado a que los más pudientes de la ciudad de las estrellas traten de sobornar a los médicos. El Dr. Robert Huizenga, con sede en Beverly Hills, anunció que algunas familias adineradas desesperadas estaban ofreciendo más de 8.000 euros para recibirla.

Otros, en cambio, prefieren disfrazarlo un poco más para ver si cuela. El médico Jeff Toll, que tiene privilegios de admisión en Cedars-Sinai Medical Center, uno de los primeros hospitales en almacenar la vacuna, dice que un paciente le preguntó: "Si dono 20.000 euros a Cedars, ¿eso me ayudaría a adelantar en la fila?", a lo que doctor respondió rotundamente "No".

"Recibimos cientos de llamadas todos los días", decía también Ehsan Ali, que dirige el Beverly Hills Concierge Doctor y que tiene clientes como Ariana Grande o Justin Bieber. Basta decir que los privilegiados que tienen plaza en esa clínica pagan entre 2.000 y 8.000 euros al año por atención personalizada. "Esta es la primera vez que no he podido conseguir algo para mis pacientes", contaba Ali.

La élite. Entre los famosos que ya han logrado vacunarse están Martha Stewart, Steve Martin, Arnold Schwarzenegger, Jane Fonda, Tony Bennett, Samuel L. Jackson y Harrison Ford, quien se trasladó a El Camino, en Torrance, donde pasó dos horas en una cola después de programar él mismo su propia cita.

Pero eso no es todo. Luego están las clínicas boutique. Estos lugares privados y dedicados a la clase millonaria ofrecen acceso directo a médicos exclusivos. Como no podía ser de otra forma, sus pacientes, acostumbrados a pagar miles de euros por una consulta, ofrecen ya cheques en blanco para asegurar su prioridad en las listas de vacunación. Mediante estas boutique han llenado una lista de espera en la famosa farmacia de Beverly Hills Mickey Fine, el refugio de Roxbury Drive que ha promocionado la refrigeración de vacunas en su farmacia y cafetería contigua.

En un mensaje de audio a los pacientes, la farmacia confirmaba que aún no ha recibido ninguna de las vacunas disponibles y que se ajustarán a las pautas de salud pública para determinar quién tiene prioridad. Pero el hecho de estar en una lista de espera en un consultorio que tiene congeladores especiales y otros recursos significa que ya se está mucho más cerca en la fila una vez se abra el suministro.

La ética en juego. Es cierto que muchos de los esfuerzos para recibir la vacuna antes de lo programado no violan ninguna ley, aunque sí han planteado cuestiones de ética en los círculos adinerados. Algunos actores y actrices están decepcionados de que las personas en la industria estén usando sus conexiones mientras millones de trabajadores de la salud, mayores y trabajadores esenciales hacen cola. Un problema para todos. El 15 de enero, en California, solo se habían administrado 2.716 dosis por cada 100.000 residentes.

No son los primeros. Pero esto no sólo sucede en la pompa dorada de Hollywood. En Magnet hemos contado cómo la élite británica realiza viajes a través del club exclusivo Knightsbridge Circle a Dubái. Pagando la escandalosa cifra de 45.000 pueden gozar de un viaje de 21 días de vacaciones a cuerpo de rey en los Emiratos Árabes con vacuna incluida: dos dosis de vacuna Pfizer o Sinopharm.

Los ricos y poderosos están comprando su posición al frente de la cola de vacunación, en un movimiento moralmente cuestionable, el de los ya conocidos como Vaccine VIPs.

Imagen: Unsplash

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