Hasta 275€ al mes para las empresas que contraten indefinidos: el plan del Gobierno contra la temporalidad

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Desde que se puso en marcha la reforma laboral, el Gobierno lleva intentando por todos los medios incrementar la contratación indefinida. El objetivo era acabar con la temporalidad para facilitar a los trabajadores una “estabilidad en el empleo”. Hasta ahora, Trabajo incentivaba a la conversión de contratos temporales en indefinidos con ayudas económicas a las empresas. Pero un nuevo real decreto ley quiere acabar con eso.

El Gobierno quiere que se hagan contratos fijos desde el principio. Y para conseguirlo va a implantar bonificaciones a las empresas que lo lleven a cabo. Eso sí, estarán obligadas a mantener al trabajador durante al menos tres años. Veamos cómo serán estas ayudas.

El nuevo sistema. Desde hace años, las empresas reciben incentivos a la contratación. Estas ayudas públicas las pone el Gobierno a disposición de las empresas para fomentar el empleo. Sin embargo, en su cruzada por acabar con la temporalidad, el Ministerio de Trabajo ha decidido modificar este sistema de ayudas para beneficiar exclusivamente a quien contrate de manera indefinida. “Todo el sistema se acomoda a una única realidad de incentivos para conseguir la estabilidad en el empleo. Sencillamente, dejamos de premiar la contratación temporal”, ha indicado el Ministerio.

¿Qué quiere decir? Que las ayudas estarán destinadas principalmente sólo a las jornadas completas. Según el decreto: “No se incentivan las jornadas parciales inferiores al 50% de la jornada a tiempo completo de una persona trabajadora, salvo en los supuestos de permisos por conciliación”. Por lo tanto, las bonificaciones desaparecerán o se reducirán drásticamente cuando el contrato sea temporal o parcial.

La letra pequeña. Como mencionábamos antes, aquellas empresas que cobren las ayudas estarán obligadas a mantener el contrato del empleado durante al menos tres años. Por otro lado, el Gobierno quiere asegurarse de que las empresas que cobren las bonificaciones no se vayan del país. Por eso, si la empresa decide trasladar su actividad industrial, productiva o de negocio a un territorio ajeno a la UE para reducir costes, deberá devolver todas las ayudas y bonificaciones recibidas durante los cuatro años anteriores a la deslocalización, así como las subvenciones recibidas.

¿De cuánto es la ayuda? Tal y como señala el nuevo decreto, las principales beneficiarias serán las empresas que hagan contratos indefinidos a colectivos vulnerables que tienen más complicado acceder al mercado laboral. Por ejemplo, firmar un contrato fijo con jóvenes poco cualificados apuntados al Sistema Nacional de Garantía Juvenil dará derecho a la empresa a una ayuda en sus cotizaciones sociales de 275 euros durante tres años.

Además, quien contrate a personas desempleadas de larga duración o de mayores de 45 años, recibirá un incentivo de 110 euros al mes en el caso de los hombres y de 128 euros al mes en el caso de las mujeres. Lo mismo sucede para los becarios en prácticas, que acompañarán una bonificación de 138 euros mensuales durante tres años para la empresa. La contratación indefinida de personas en exclusión social pasará de 55 euros al mes a 128.

El problema de los fijos discontinuos. El Gobierno quiere acabar con la mala imagen que el resto del eurogrupo tiene de nosotros en cuanto a las altas tasas de temporalidad. Tal y como contábamos anteriormente en Magnet, si bien la temporalidad ha caído a mínimos históricos, se está haciendo evidente una de las debilidades de la reforma: la duración de los nuevos contratos se ha desplomado al mínimo en 15 años. La mayoría de las nuevas firmas cesa al mes ya la media de todos los contratos se sitúa en 45 días. Es decir, aunque los contratos son de "mayor calidad", lo son también de menor duración. Crecen los contratos, sí. Pero también los trabajadores dedican menos horas a su actividad que antes.

A todo esto se le suma otro problema: el aumento de los fijos discontinuos. Una solución efectiva para acabar con la temporalidad pero que también conlleva cierta precariedad. Aunque sean considerados indefinidos porque no tienen una fecha de término, en realidad no lo son. En la práctica, los trabajadores realizan una actividad estacional durante algunos meses y están sin trabajo el resto del año. Basta decir que en lo que va de año se han firmado 2,2 millones de estos contratos, un 53% para menores de 34 años, según la Seguridad Social.

¿Qué va a hacer el Gobierno? A raíz de las repetidas críticas de otros partidos y de los sindicatos de que se están maquillando las cifras con esos fijos discontinuos, el Ministerio de Trabajo ha señalado que va a desglosar y analizar este tipo de contratación. Para ello, ha pedido a los equipos técnicos que inicien las tareas para poder desagregar toda la información sobre los empleados con contrato fijo discontinuo, con el fin de que se pueda desglosar cuáles están activos y cuáles no. Es la primera vez que un Gobierno publica esta información.

Imagen: Arlington Research (Unsplash)

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