Los hogares han ahorrado a lo loco, más que en 2008. Lo más probable es que ese dinero se esfume

Ahorro
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La pandemia ha traído consigo un cambio de hábitos en el consumo que ha repercutido en la estabilidad de la economía doméstica durante ya más de un año. Uno ha sido la tendencia mundial de los hogares al ahorro. Los consumidores de casi todas las regiones del planeta han acumulado millones adicionales desde que el Covid empezó a formar parte de nuestras vidas. Una forma de “ahorro reprimido”  impulsado por la incertidumbre, mientras los establecimientos y muchas empresas dieron portazo a sus servicios.

Pero con la vacuna a la vuelta de la esquina y una reactivación del consumo cercana se allana el camino para un fuerte repunte en el gasto. Y todo indica que un diluvio del poder adquisitivo que se acumuló durante este tiempo en las economías se desatará en 2021 y 2022.

Exceso de ahorros. Una cifra resume bien el fenómeno: 4,5 billones de euros. ¿Qué es? Lo que los consumidores de todo el mundo han acumulado en ahorros adicionales desde que comenzó la pandemia. Una abultada cantidad en comparación con el patrón de gasto de 2019 y que equivale a más del 6% del producto interno bruto mundial, según estimaciones de la agencia Moody's Analytics. Ni en la crisis de 2008 los hogares se han sentido tan temorosos de gastar lo que quedaba en sus cartillas.

En estampida cuando salgamos. Pero muchos expertos sugieren que los compradores estarán dispuestos a gastar nuevamente tan pronto como las tiendas, bares y restaurantes vuelvan a abrir cuando se alivien las restricciones para controlar la propagación del virus. En el primer trimestre de este año, el índice de confianza del consumidor global de Conference Board alcanzó su nivel más alto desde que comenzaron los registros en 2005, con incrementos significativos en todas las regiones del mundo.

Hay razones. Mark Zandi, economista jefe de Moody's, explicaba en un reportaje de Financial Times que “la combinación de un desencadenamiento de una demanda acumulada significativa y un exceso de ahorro desbordado impulsará un aumento en el gasto de los consumidores en todo el mundo a medida que los países se acerquen a la inmunidad colectiva y se abran". Si los consumidores gastan alrededor de un tercio de su exceso de ahorro, impulsarían el PIB en poco más de 2 puntos porcentuales tanto este año como el próximo.

¿Cómo se explica? Principalmente porque existe un "ahorro reprimido", ya que las opciones de consumo se han reducido considerablemente con el bloqueo propiciado por la crisis. Por otro lado, también existe un factor de ahorro precautorio: por lo general, en circunstancias exigentes como la actual, los hogares ahorran más ante la incertidumbre sobre lo que les depara el futuro en tema de empleo y finanzas, o bien para prepararse para posibles imprevistos. Pero de cara a los próximos meses, es muy posible que el efecto de "ahorro reprimido" se deshaga a medida que la economía se reactiva en la nueva normalidad. Por el contrario, el ahorro preventivo seguirá pesando sobre el consumo, ya que la incertidumbre sobre las perspectivas económicas y la posibilidad de nuevos brotes víricos seguirán siendo elevadas.

Las economías dispares. El exceso de ahorro ha sido más alto en las economías desarrolladas, en particular en América del Norte y Europa, donde los bloqueos se han implementado ampliamente y el gasto público ha sido alto. Solo en los EE UU, los hogares han acumulado más de 1.7 mil millones en ahorros adicionales. A EEUU le siguen Reino Unido, Canada, España, Australia y Portugal. La tasa de ahorro trimestral en España subió al 27,4% en el segundo trimestre de 2020, habiendo sido del 7,7% antes de la crisis, mientras que la eurozona vio la tasa subir al 24,6% desde el 12,4% y Japón al 21,8% desde el 4,4%.

Mientras, en Asia los ahorros excedentes acumulados fueron menores que en otras regiones a medida que la pandemia se ha contenido y el impacto en el comportamiento de los hogares fue menos pronunciado. En América del Sur y Europa del Este, los ahorros fueron también menores como resultado del fuerte impacto de la pandemia y el menor apoyo del gobierno en ayudas.

Hucha de ricos, miseria de pobres. Sin embargo, el impacto de la pandemia ha sido diferente entre los hogares. Los más acomodados constituyen la mayor parte de los ahorros adicionales, mientras que los hogares más pobres han visto disminuir el suyo. Es una de las paradojas de la pandemia. La caída del consumo, del 23,9% en el segundo trimestre de 2020, penalizó a trabajadores precarios, autónomos y empresarios, pero infló las cuentas corrientes de aquellos asalariados, funcionarios y jubilados que no han visto mermados sus ingresos. Es decir, el que ha perdido poder adquisitivo por la crisis no gasta más allá de sus necesidades vitales porque no puede, y el que lo ha ganado tampoco, porque ahorra ante lo incierto del panorama o la incomodidad de las restricciones.

En casa. La pandemia nos ha vuelto a los españoles precavidos: 3 de cada 10 hogares han ahorrado más. Es decir, casi el 40% admite haber reducido sus gastos durante la pandemia. Y han ahorrado un poco más que los europeos junto con otros países como Luxemburgo (41%), Turquía (35%), Reino Unido (33%). La Generación Z es la que más ahorró durante los meses de confinamiento en Europa, según un encuesta internacional de ING. Aunque el 38% reconoce que tendrá que hacer uso de él una vez vuelvan a la normalidad. Además, ha cambiado la percepción de los españoles sobre el ahorro, descendiendo levemente el porcentaje de aquellos que no se sentían cómodos con lo que tenían. Antes de la pandemia, un 72% afirmaba necesitar ahorrar más para sentirse cómodo, mientras que ahora ese porcentaje ha bajado hasta el 67%.

España, fiebre financiera. En nuestro país nunca había existido tanto dinero en depósitos bancarios, pero a la vez los españoles han sido los europeos que más han invertido en bolsa en medio de esta pandemia. Un estudio publicado por el Banco de España que analiza la evolución de los ahorros de los ciudadanos de la Eurozona sacaba a la luz que los españoles destinaron un 5,7% de su renta bruta disponible a la inversión neta en acciones cotizadas durante los seis primeros meses de 2020.

En definitiva, el ahorro por precaución ha llegado para quedarse, al menos hasta que se disipen las incertidumbres que rodean al coronavirus. En la coyuntura actual, estas incertidumbres aún son inusualmente altas, lo que significa que probablemente tendremos que esperar algún tiempo antes de que los hogares europeos sean tan derrochadores como lo eran hace más de una año.

Imagen: Unsplash

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