El mapa de la pobreza extrema: así se reparte en los distintos países del mundo

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Pese a los avances materiales cosechados por la humanidad en los últimos setenta años, un buen pedazo de la población mundial sigue sufriendo condiciones paupérrimas. Alrededor del 9% de las personas de la Tierra viven bajo el umbral de la pobreza extrema. Su capacidad adquisitiva está por debajo de los 1,9$ al día. Se trata de uno de los problemas más acuciantes del planeta, y uno que Naciones Unidas aspira a erradicar en las próximas décadas. Un objetivo optimista.

En parte porque el recorrido de la economía no es lineal, pese a que el último medio siglo así lo sugiera. Un ejemplo lo encontramos en la crisis de los últimos meses. Según diversas estimaciones, el coronavirus podría empujar a la pobreza a entre 60 millones y 100 millones de personas en todo el mundo. Nada que deba extrañarnos si pensamos en las dramáticas consecuencias económicas que pandemia y confinamiento han tenido en todos los países. El virus puede poner fin a tres décadas ininterrumpidas de reducción de la pobreza.

Porque como explican en Our World in Data, la pobreza extrema era hasta hace un puñado de lustros la condición por defecto de la mayoría de la humanidad. A mediados del siglo XIX más de un 80% de la población global sufría condiciones de absoluta carencia, y el desarrollo y el bienestar sólo alcanzaba, como había sucedido durante la mayor parte de la historia, a una reducida élite. Esto comenzó a cambiar a principios del siglo XX, cuando la industrialización extendió ciertas mejoras a nuevas capas de población.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el número absoluto de personas no-pobres superó por primera vez al de personas pobres. La recta final de la centuria observó el incipiente desarrollo de los dos gigantes demográficos del mundo, China y la India, y su erradicación casi total de la pobreza extrema (que no de la pobreza: dónde elijamos colocar el umbral de los recursos insuficientes es otra cuestión). Aquel boom económico permitió reducir el volumen total de extremadamente pobres a marchas forzadas. En 1980, el Banco Mundial, el organismo que mide el fenómeno, calculaba que el 44% del mundo vivía en la más absoluta de las miserias.

En 2015, la cifra no superaba el 10%.

Es un progreso admirable, pero uno insuficiente. Y uno muy mal repartido. Gran parte de África sigue atascada en un desarrollo muy limitado. Pese a que la pobreza extrema ha dejado de ser la norma en los países del sudeste asiático, en China y en la India, además de en el resto de continentes, en África la historia es distinta. Hay más personas viviendo en mejores condiciones que hace algunas décadas, pero su número de habitantes incapaces de superar el umbral de los 1,9$ sigue siendo altísimo. Y si bien la pobreza sigue bajando, el descenso se ha frenado, algo que afecta directamente a millones de africanos.

Es lo que explora este estupendo gráfico de HowMuch, la publicación dedicada a visualizar la escala de los fenómenos económicos y financieros del planeta. En su mapa, ilustran qué países retienen a un mayor porcentaje de personas por debajo del umbral de la pobreza extrema (en relación a su propia población) y el número absoluto de extremadamente pobres. Algunos resultados sorprenden. En materia porcentual, ningún país tiene a más personas en la miseria más absoluta como Corea del Norte: lidera la escueta categoría de los países donde más del 70% de la población no supera el umbral mínimo.

Charting Extreme Poverty Around World
(How Much)

Le siguen de cerca otros sospechosos habituales, tales como Somalia, el estado-fallido por excelencia, Burundi y la República Centroafricana, dos de los países más disfuncionales del planeta. Ninguno de ellos tiene el récord absoluto. Este sigue perteneciendo a la India, con unos 73 millones de personas bajo la pobreza extrema. Sin embargo, merece la pena remarcar que esta cifra solía ser mayor, y que a día de hoy el porcentaje de indios por debajo de los 1,9$ se encuentra entre el 5% y el 10%. Muy lejos de los países donde el fenómeno es más amplio y alarmante.

El caso más dramático es el de la República Democrática del Congo. Es una de las naciones africanas más pobladas, y lleva más de treinta años sumida en una calamitosa guerra civil (con brotes esporádicos de ébola y otras epidemias). Según el Banco Mundial entre el 68% de su población vive en la pobreza más extrema, lo que combinado a su importancia demográfica resulta en 58 millones de personas. Yemen (18,4 millones), Madagascar (18,3 millones), Mozambique (15,3 millones) y Malawi (12,2 millones) le siguen en esta categoría. Son los únicos países donde aún hay más personas por debajo que por encima de la pobreza extrema.

Nigeria, con 62 millones de personas por debajo del umbral, es otro de los casos más graves: entre el 30% y el 40% de su población sigue siendo extremadamente pobre. A su mismo nivel están Tanzania (18 millones), Uganda (15 millones) o Afganistán (14,2 millones), uno de los pocos casos asiáticos en porcentajes tan elevados. Entre el 10% y el 20% aparecen otros casos llamativos, como Etiopía o Sudáfrica (tradicionalmente dos países por encima de la media africana en desarrollo), Venezuela (4,6 millones, primer latinoamericano), Camboya (2,3 millones), Honduras (1,4 millones) o pequeñas naciones pacíficas como Vanuatu o Kiribati.

India Y Otros
Pobreza Menos

Entre el 5% y el 10% se acaba el predominio de África. A la ya mencionada India se le suman Indonesia (14,8 millones), Bangladesh (12,4 millones), Uzbekistán (2,6 millones) o Bolivia (640.000 personas). Y entre el 1% y el 5%, pesos pesados de la economía mundial del futuro: Brasil (9,6 millones), Filipinas (5,2 millones), México (3,1 millones), Colombia (2 millones), Vietnam (1,4 millones) o Egipto (1,1 millones). Se cuelan por aquí los primeros casos europeos. El más sangrante es el de Italia (787.000 personas), junto a Rumanía (683.000 personas), Georgia (122.000 personas) o Grecia (116.000 personas).

Mención última merecen China, Estados Unidos y España. Su porcentaje de población bajo el umbral de la pobreza extrema se ubica entre el 0,5% y el 1%, con bolsas de entre 9,5 millones, 3,2 millones y 351.000 personas. Contrasta con las cifras más positivas de los principales países desarrollados. Entre el 0% y el 0,1%, números marginales para Alemania (28.000 personas), Países Bajos (12.000 personas) o Francia (menos de 1.000 personas). Recalcar que en ningún caso significa que apenas haya pobres en todos estos países. Sino "extremadamente pobres" como medida fijada por el Banco Mundial, y bajo un umbral muy concreto.

Hay muchas otras formas de medir la pobreza. Y en todas ellas, las cifras y la escala del problema puede variar. El gráfico tan sólo se fija en los más vulnerables de la humanidad. Y siguen siendo demasiados.

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