Minar Bitcoin es el nuevo invernadero de marihuana: así explotan clandestinamente la red eléctrica

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Era una operación policial bastante sencilla a primera vista. A las afueras de la ciudad inglesa de Birmingham, una planta industrial llevaba meses consumiendo un alto nivel de electricidad. Según la Policía, mucha gente visitaba el edificio en varios momentos del día con regularidad, había numerosos conductos de ventilación y un cableado bastante visible desde el exterior. Algo no olía bien. Un dron del cuerpo había detectado mucho calor proveniente del edificio.

Solo podía ser una cosa: una granja interior de marihuana.

No lo era. La policía registraba las instalaciones en Great Bridge Industrial Estate, Sandwell, el 18 de mayo debido a una información de Inteligencia que sugería que se estaba utilizando la planta como una granja de cannabis. Sin embargo, lo que los oficiales encontraron al entrar al edificio fue un banco de alrededor de 100 ordenadores y cero cannabis. Era una mina clandestina de criptomonedas.

Un robo de electricidad. El equipo de TI fue incautado y las consultas con Western Power, la red eléctrica, revelaron más tarde que se había omitido el suministro eléctrico y se habían robado miles de euros para alimentar la mina. “Tengo entendido que la minería de criptomonedas no es ilegal en sí misma, pero claramente extraer electricidad de la red eléctrica para generar energía sí lo es", decía el encargado de la investigación.

No es algo nuevo. Las minas clandestinas de criptomonedas han empezado a surgir como madrigueras en prácticamente todos los países. La policía rusa arrestaba hace tiempo a un minero de criptomonedas de 30 años al que acusaban de haber robado más de 450.000 euros en electricidad de la red estatal. Lo que está sucediendo en Corea del Sur con las granjas avícolas como tapadera es de película. En el país asiático, estas plantas reciben electricidad a precios más bajos por parte del gobierno para ayudar a las industrias en dificultades y apoyar iniciativas innovadoras centradas en la tecnología.

Hace tres semanas, la policía de la provincia de Gyeong-ki, detuvo a una red que alquilaba a propósito fábricas y granjas de pollos en la parte protegida de la ciudad para recibir electricidad a precios sustancialmente más bajos. En los últimos meses de su aventura ilegal, el grupo reclutó a más de 40 individuos que generaron más de 300.000 euros.

Es legal. La minería de Bitcoin y criptomonedas es legal en la mayoría de los países, incluso en China, que prohibió el comercio de criptomonedas como Bitcoin y Ethereum en septiembre de 2017. Es legal básicamente porque es beneficioso para los operadores de la red eléctrica el proporcionar un exceso de energía que ya no pueden suministrar a los hogares y las empresas.

Y tampoco es ilegal minar Bitcoin o cualquier otra criptomoneda utilizando electricidad de bajo coste. Sin embargo, sí lo es disfrazar las iniciativas mineras de criptomonedas como un negocio protegido en un área restringida de desarrollo para aprovechar la electricidad barata que sólo se proporciona a organizaciones e instituciones aprobadas. Esta es la razón por la que las autoridades surcoreanas están redactando actualmente reglamentos para impedir que las instalaciones mineras se aprovechen de las ciudades con electricidad más barata.

¿Por qué lo hacen? Los mineros de criptomonedas utilizan ordenadores especialmente diseñados para resolver ecuaciones matemáticas complejas que permiten que una transacción de Bitcoin se lleve a cabo de manera efectiva. ¿Por qué lo hacen? Son recompensados ​​por sus esfuerzos. Cuando una computadora resuelve con éxito el rompecabezas, puede procesar algunas transacciones en la red y cobrar una tarifa por esos servicios. Los ingresos diarios de la minería a nivel mundial alcanzaron un récord de 70 millones de euros el 15 de abril, según CoinDesk.

Sin embargo, todo el proceso consume mucha energía debido a la cantidad de energía que utilizan esos equipos. Lo hemos contado en Magnet. Bitcoin tiene una huella de carbono comparable a la de Nueva Zelanda, produciendo 36,95 megatones de CO2 al año.

Irán dice no. De hecho, Irán prohibió hace pocos días la minería de criptomonedas durante cuatro meses después de una serie de apagones no planificados en las ciudades. El presidente Hassan Rouhani explicaba que este tipo de minería estaba drenando 2 gigavatios de electricidad de la red eléctrica de Irán cada día. Alrededor del 4.5% de toda la minería de Bitcoin a nivel mundial tuvo lugar en Irán entre enero y abril de este año, según la firma de análisis de blockchain Elliptic.

Eso lo colocó entre los 10 primeros en el mundo, mientras que China ocupa el primer lugar con casi el 70%. Los funcionarios chinos también han indicado recientemente que tomarán medidas para frenar la minería de criptomonedas en China, uno de los mercados más grandes para ella.

El cannabis no se salva. Volviendo al curioso caso de la "granja de cannabis" que nunca resulto ser, que la planta fuera en realidad una mina de criptomonedas no exime a este negocio del gran impacto que también tiene en el consumo eléctrico de los países. En este artículo de Magnet contábamos como las plantaciones de interior también utilizan grandes cantidades de electricidad para encender luces, ventiladores, bombas de agua y sistemas de calefacción. Basta decir que sólo las granjas de cannabis de EEUU consumieron alrededor del 1% de la energía eléctrica nacional.

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