Palomas, ciervos y jabalíes han tomado las calles en busca de algo ahora esquivo: nuestra comida

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Desde que se decretó el estado de alarma el pasado sábado 14 de marzo, las calles están más vacías de lo normal y el tráfico por carretera ha caído hasta un 72% si lo comparamos con días normales. Ante esta situación postapocalíptica, patos, palomas e incluso osos pardos han tomado el ejemplo de especies como el jabalí acostumbradas a irrumpir por sorpresa en el casco urbano.

Problema. El pasado fin de semana circuló por Twitter una escena digna de la película 'Los Pájaros' de Alfred Hitchcock: en Benidorm, una mujer paseaba con el carro de la compra mientras decenas de palomas la rodeaban sin dejarle demasiadas alternativas. Cuatro días después, en la localidad asturiana de Cangas de Narcea, los vecinos veían deambular a primera hora de la mañana a un oso pardo.

En la misma línea, en los alrededores de Sevilla, los patos han comenzado a salir de los parques en busca de esos humanos que habitualmente les tiran pan y, en varias calles de Barcelona, han aparecido los jabalíes. Como no podían ser menos, los pavos reales también han hecho su aparición estelar en Madrid.

No alimentar. Dada la preocupación de algunos sevillanos que han visto a los patos salir de excursión en busca de comida, desde el Ayuntamiento han aclarado que, durante la cuarentena, las aves de sus parques continúan debidamente alimentadas por los responsables municipales de su manutención y piden no darles comida.

Paralelamente, desde la Sociedad Española de Ornitología, también desaconsejan alimentar a las palomas, las gaviotas y los patos y más aún en esta época del año. Con la llegada de la primavera las aves disponen de una fuente de alimentos más variada que el resto del año y compuesta por insectos, plantas o brotes.

El caso de Nara. Los turistas que llegan cada día a la antigua capital japonesa, además de fotos en sus templos, quieren una foto alimentando a alguno de los 1.300 ciervos que campan por el parque. Aunque las autoridades permiten a los visitantes comprar alimento autorizado que se vende sin envoltorio, la pasada primavera murieron nueve ciervos tras intoxicarse con hasta cuatro kilos de residuos plásticos.

Menos movimiento. Esta es la principal consecuencia que ha surgido fruto del confinamiento y que han podido detectar los animales. Los datos facilitados por el Ejecutivo ratifican que a lo largo de esta semana los trenes Cercanías han estado en torno al 10% de su capacidad, los trayectos de larga y media distancia apenas al 5%. Igualmente, los traslados por carretera han caído entre un 65% y un 72% en todo el territorio.

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