La política en Hungría: con una mano redacto leyes anti-LGBT, con la otra participo en orgías gay

Hungria Homofobia
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Bruselas, sábado por la noche. La policía  recibe una llamada de alerta: el ruido proveniente de un piso es insoportable. Probablemente se esté celebrando una fiesta. Los agentes se personan en la vivienda y descubren a una veintena de hombres disfrutando de una orgía bañada en alcohol y sustancias de todo tipo. La reunión, dadas las restricciones impuestas por el ayuntamiento para controlar la pandemia, es ilegal. Dos hombres alegan inmunidad diplomática y uno tercero escapa.

Semidesnudo y cargado con una mochila repleta de éxtasis, los agentes le interceptan a las afueras del edificio. Se trata de József Szájer y es eurodiputado. Eurodiputado húngaro.

Escándalo. La detención de Szájer ha causado un escándalo mayor en Bruselas y en Budapest. Ya dimitido, el otrora diputado era un viejo conocido en los mentideros comunitarios. Co-fundador de Fidesz, el partido que gobierna Hungría con mano de hierro desde principios de la pasada década, es una de las personas más próximas a Orbán y una de las voces más integristas de la formación. Sus pilares discursivos: tradición, familia, orden. Esposo de una magistrada del Constitucional.

El contexto. La orgía homosexual habría supuesto un escándalo para cualquier diputado, pero muy especialmente para Szájer o para cualquier otro miembro de Fidesz. A él se le atribuye una de los pasajes más controvertidos de la última reforma constitucional de Hungría, aquel que protegía "la institución del matrimonio" entendida como "la unión de un hombre y una mujer". El texto negaba así cualquier posibilidad de matrimonio LGBT+ y abría una puerta a la discriminación.

Una idea. A aquella reforma, aprobada en 2012, le siguieron muchas otras similares en el este de Europa (no todas exitosas). La nueva constitución húngara, cuidadosamente diseñada por Fidesz para favorecer su visión de estado, colocaba a la familia tradicional como "la base de la supervivencia de la nación". Una cosmovisión cerrada a cualquier conato de diversidad. Desde entonces, el tono del gobierno húngaro sobre los derechos del colectivo LGBT+ se ha endurecido.

A principios de octubre, por ejemplo, Orbán marcaba terreno. Una asociación había publicado un libro de cuentos donde algunas leyendas, como las de la Cenicienta, cambiaban el género de sus personajes o su orientación sexual. "Hungría tiene leyes sobre la homosexualidad que se basan en una mira tolerante y paciente. Pero hay una línea roja que no se debe cruzar". El libro era "un acto de provocación". El colectivo LGBT+ debía dejar a "nuestros niños tranquilos".

Historial. Es una anécdota. También hay leyes. En 2015, el Tribunal Constitucional tumbaba la legislación vigente sobre parejas de hecho. Hasta entonces contaban con los mismos derechos que el matrimonio convencional. Amparados en la reforma de 2012, los magistrados limitaron los beneficios jurídicos de las parejas de hecho. En la práctica, pusieron trabas y barreras a las parejas LGBT+ conviventes.

Adopciones. Otras dos propuestas recientes caminan en la misma dirección. La última reforma constitucional planteada por Fidesz, que cuenta con mayoría parlamentaria, limita extremadamente los supuestos para la adopción. Sólo se permitirá a familias con "un padre" y "una madre". Las parejas LGBT+ jamás han tenido derecho a adoptar un niño en Hungría, pero sí sus miembros de forma individual.

Este era el camino más común para ellos. El niño era nominalmente de una de las dos partes, pero formaban, en la práctica, un núcleo familiar. Fidesz quiere poner fin al subterfugio, limitando las adopciones de personas solteras. La propuesta ha sido muy criticada, y dejaría en una posición legal delicada a los más de 500.000 niños adoptados por húngaros a título individual. La nueva constitución, además, invitaría a educar a los niños bajo los "valores" húngaros y cristianos.

Otras medidas. Ya en mayo el parlamento votó a favor de otra reforma que erosionaba los derechos y libertades del colectivo LGBT+. En aquella ocasión, el gobierno fijaba por ley (PDF) la identidad sexual y de género ("nem") determinada desde el nacimiento. Es decir, las personas transgénero no podrán cambiar su género en sus documentos oficiales, como venía sucediendo hasta entonces. Sólo unas pocas voces en Bruselas, entre ellas las de un vocal del Consejo de Europa, alzaron la voz.

El discurso. Desde un punto de vista legal, Hungría no permite la discriminación por género u orientación sexual. La práctica es distinta. Ante todo, la política de Orbán se ha traducido en un discurso de creciente hostilidad hacia el colectivo LGBT+. El ejecutivo se ha valido de sus poderes extraordinarios obtenidos durante la pandemia para soterrar críticas y manifestaciones públicas. Las comunidades gay y trans han funcionado así como chivo expiatorio durante los últimos meses.

Pero la tendencia es antigua. En 2018, un musical de Billy Elliot desaparecía de los teatros de Budapest tras una intensa campaña homófoba por parte del gobierno y sus medios de comunicación afines. Poco antes, un ciudadano nigeriano solicitante de asilo tuvo que afrontar un vergonzoso test de "comportamientos homosexuales". En 2019, varios medios conservadores llamaban a censurar a Coca-Cola por su campaña #LoveIsLove.

A corto plazo. La Unión Europea ha contemplado la deriva iliberal y ultraconservadora de Hungría y Polonia no sin cierta impotencia. Más allá de procedimientos de sanción agravados, como el Artículo 7, no ha podido hipotecar ayudas presupuestarias al cumplimiento de los valores democráticos. La preocupación por la dirección emprendida por Orbán se han quedado... En eso. Fidesz sigue siendo miembro del Partido Popular Europeo (aunque está suspendido).

En este contexto, la orgía homosexual de Szájer es de una hipocresía lacerante. Una hipocresía que, por más que pueda abundar dentro de la homofobia, no revertirá el curso emprendido por Hungría.

Newsletter de Xataka

Suscríbete a "Xatakaletter", una forma distinta de informarte cada semana de la actualidad tecnológica hecha con pasión por el equipo de Xataka.
Comentarios cerrados
Inicio