Por qué el Sáhara Occidental vuelve a estar al borde de un conflicto militar

Por qué el Sáhara Occidental vuelve a estar al borde de un conflicto militar

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Por qué el Sáhara Occidental vuelve a estar al borde de un conflicto militar

Hace pocos días el Sáhara Occidental, territorio que fue colonia española, vivió una escalada de tensiones que sirvió para polarizar más las relaciones entre Marruecos y Mauritania, además de poner al borde del enfrentamiento a Marruecos y el Frente Polisario, la fuerza nacionalista saharaui que luchó en una guerra por la independencia entre 1975 y 1991.

Según un documento confidencial del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, obtenido por Associated Press el pasado 29 de agosto, la crisis comenzó cuando el día 11 de agosto miembros de la Gendarmería Real y maquinaria marroquíes entraron en la zona desmilitarizada que separa a ambos bandos. Esa zona la forma una franja de 5 kilómetros frente al muro construido por Marruecos.

La particularidad de la incursión es que fue realizada sin que las autoridades marroquíes hubieran advertido de ella a las fuerzas de la misión de paz de Naciones Unidas, la MINURSO, tal como establece el Acuerdo Militar Nº1 de alto el fuego de 1991.

Sahara
Mapa del Sáhara Occidental en abril de 2014, realizado por MINURSO.

El Frente Polisario envió una carta de protesta a Naciones Unidas el día 15 de agosto. Las patrullas que realizaron los cascos azules por tierra y aire constataron que los marroquíes estaban tendiendo en la zona de Guergarat una carretera más allá de la línea de alto el fuego, además de dedicarse a retirar vehículos en lo que parecía un esfuerzo para negar a los contrabandistas escondites en la zona. Según fuentes saharauis, se trataba de un taller y depósito de coches de segunda mano en el que trabajaban mauritanos y saharauis.

El domingo día 28 de agosto Abdallahi Lehbib Belal, ministro de Defensa del Frente Polisario, anunció que enviaba fuerzas a la zona para impedir la construcción de la carretera, que podría ser aprovechada por Marruecos para consolidar su presencia en la zona desmilitarizada. Los observadores de MINURSO constataron en su informe la presencia de al menos 20 miembros del Frente Polisario y que las fuerzas marroquíes y del Frente Polisario se encontraran a pocos cientos de metros unas de otras.

Las malas relaciones de Mauritania y Marruecos

El día anterior el Frente Polisario había anunciado que de no retirarse las fuerzas marroquíes de la zona desmilitarizada usaría la fuerza. Además, según fuentes marroquíes, Mauritania movilizó fuerzas en su frontera con Marruecos. Ante lo alarmante de la situación, los observadores de la MINURSO acudieron a Guergarat para tratar de interponerse entre las fuerzas marroquíes y saharauis antes de que alguno de los bandos usara la fuerza, con el Frente Polisario hablando de la posibilidad del retorno a la guerra.

La zona no había vivido un incidente así en años. Finalmente, el domingo por la tarde, las fuerzas marroquíes se retiraron a las cuatro en punto de la tarde bajo la supervisión de personal de MINURSO.

Campamento
Campamento junto a puesto del ejercito marroquí (al fondo) en Guerguerat (Sahara Occidental) en 1995. (David Holt/Wikipedia)

Según el activista social y analista mauritano Nasser Weddady, el incidente se trató de una "amenaza velada" a Mauritania, país con el que Marruecos no mantiene buenas relaciones. El pasado mes de diciembre de 2015, tropas mauritanas entraron en territorio del Sáhara Occidental para ocupar la antigua ciudad española de La Agüera, desocupada por Marruecos en 1989. En la última cumbre de la Liga Árabe, celebrada en Mauritania en el mes de julio, la delegación marroquí pudo comprobar que en el logotipo del evento aparecía la silueta de Marruecos sin el territorio del Sáhara Occidental en lo que se interpretó como un desplante diplomática y un guiño a la causa saharaui.

Estos últimos incidentes no han sido la única crisis este año de un conflicto congelado desde 1991, aunque sí los que más cercanos al retorno a la violencia. El pasado mes de marzo, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, hizo una gira por la zona. El 5 de marzo visitó los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) y luego visitó Bir Lehlu, territorio en manos del Frente Polisario en el Sáhara Occidental. Allí se refirió a la "ocupación" marroquí del Sáhara Occidental, un término que provocó una crisis diplomática con Marruecos.

Smara
Smara, una de las ciudades del Sáhara Occidental. (Bertramz/Wikipedia)

El gobierno de Rabat expulsó del territorio del Sáhara Occidental bajo control marroquí a 73 trabajadores civiles de la MINURSO y cerró la oficina de enlace militar de la MINURSO en Dajla, la antigua Villa Cisneros. Ban Ki-Moon intentó entonces obtener sin éxito el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para tomar medidas contra Marruecos. Una medida de los apoyos que cuenta Marruecos y que explica por qué el conflicto está congelado.

El Sáhara: un conflicto de herencia española

El Sáhara Occidental fue una colonia española. Se trataba de un territorio desértico y escasamente poblado, cuyos principales recursos son las minas de fosfatos y los recursos pesqueros. En 1973 se creó el Frente Polisario, el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, nombre de las dos provincias en que estaba dividida el territorio entonces. El Frente Polisario comenzó una campaña insurgente contra el dominio español.

En 1975, la inestabilidad política en España provocó que el país cediera el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania

Pero en el año 1975, con la incertidumbre política ante el deterioro de la salud del dictador Francisco Franco, las autoridades españolas negociaron con Marruecos y Mauritania entregar el territorio a ambos países. La cesión se firmó en Madrid el 14 de noviembre de 1975. A cambio, España obtuvo derechos de pesca en las aguas del Sáhara Occidental. Seis días después murió el dictador.

La entrada de las fuerzas marroquíes en el Sáhara Occidental llevó a una parte de la población a huir al interior del territorio y luego a Argelia, convirtiéndose en población refugiada en campamentos en Tinduf. El Frente Polisario llevó a cabo entonces una guerra contra Marruecos y Mauritania, con incursiones de fuerzas ligeras en todoterrenos hasta el interior de ambos países. Mauritania, con escasas fuerzas militares, se retiró pronto del conflicto y renunció a soberanía sobre una franja del territorio. Marruecos atrincheró sus fuerzas en el Sáhara Occidental en torno a las zonas con recursos explotables, como los yacimientos de fosfatos en Bucraa, detrás de una sucesión de muros defensivos.

Campamento
Campamento de refugiados saharauis en Tindouf, Argelia. (Comisión Europea)

La guerra del Sáhara se convirtió en otro episodio de la Guerra Fría. Marruecos recibió apoyo de Estados Unidos y Arabia Saudita. El Frente Polisario recibió apoyo de Argelia y Libia. Con la guerra estancada, ambas partes firmaron un alto el fuego que entró en vigor el 6 de septiembre de 1991 y acordaron un referéndum de autodeterminación supervisado por Naciones Unidas.

Marruecos lleva retrasando, a propósito, la celebración del referéndum desde 1991. El Sáhara Occidental está abandonado a su suerte

Con el control efectivo de una buena parte del Sáhara Occidental, Marruecos procuró alargar el proceso de preparación del referéndum el mayor tiempo posible. El núcleo del conflicto fue confeccionar el censo electoral. El Frente Polisario defendió que el censo español de 1974 debía ser su base para incluir a las personas registradas en él y a sus descendientes. Mientras que Marruecos defendió incluir a residentes llegados después de 1975. El referéndum nunca se llegó a realizar por el bloqueo marroquí.

Actualmente la postura marroquí es ofrecer un estatus de provincia autónoma al Sáhara Occidental mientras que el Frente Polisario defiende la realización del referéndum. La postura de bloqueo de Marruecos se beneficia del contexto internacional posterior al 11-S. Rabat es un aliado de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo yihadista. Y la necesidad de un buen entendimiento con Marruecos en esa y otras materias explica el cambio de postura española. Así, el ministerio del Interior español, Jorge Fernández-Díaz, habló de Marruecos en diciembre de 2014 como socio "estratégico, aliado y amigo". La causa saharaui ha quedado prisionera de la geopolítica.

Imagen | Arturo Rodríguez/AP Photo

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