¿Robots en el campo de batalla? Tendremos que esperar, de momento son bastante fail

¿Robots en el campo de batalla? Tendremos que esperar, de momento son bastante fail
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Pese a lo adorable de sus roboces-perretes, Boston Dynamics es en realidad una compañía dedicada a crear herramientas de alta tecnología para el ejército estadounidense. Sabemos que en ganarse el amor de Internet gracias a cucadas robóticas que caminan a cuatro patas son unos maestros, ¿pero qué tal les está yendo en su campo de negocio? No tan bien. Los marines norteamericanos han experimentado ya con algunos de sus robots, y de momento son bastante fail: hacen mucho ruido.

Demasiado ruido.

Desde hace cinco años, la compañía de Alphabet ha estado trabajando con DARPA, la sección de investigación y desarrollo del Pentágono, en la creación de un robot de carga ligero que pudiera acompañar a las tropas a pie. El bicho en cuestión se llama Legged Squad Support System (LS3), y es capaz de transportar 181 kilos él solito. Esto, como es evidente, permitiría a grupos reducidos de marines contar con un apoyo logístico en tiempo real cuando se adentraran por caminos y rutas de difícil acceso para los vehículos motorizados. Una mula de carga, vaya, pero versión siglo XXI.

El problema es que Boston Dynamics aún no ha dado con la tecla adecuada. Los marines han realizado algún ejercicio de la mano de LS3 y los resultados han sido bastante decepcionantes. El robot utiliza un motor convencional, no eléctrico, y es escandalosamente sonoro. ¿De qué sirve transportar casi 200 kilos de material logístico si todos, incluido el pobre LS3, van a saltar por los aires en cuanto se acercan mínimamente a las tropas enemigas? De nada, se han respondido en el ejército.

Gracias al cuantioso contrato que el Pentágono firmó con Boston Dynamics, la compañía tecnológica tuvo la oportunidad de desarrollar otro prototipo de robot-perro. Se llama Spot y es más pequeño y ligero que LS3. El problema es que soluciona el problema principal de su contrapartida, el ruido, pero viene con desventajas añadidas. Spot utiliza un motor eléctrico bastante discreto, pero tiene muy poca autonomía (tiene que ser dirigido a distancia) y sólo puede transportar consigo alrededor de 18 kilos, mucho menos de lo que un marine carga en su mochila (por lo que es, al final, un trasto no muy útil).

Para colmo de males, son difíciles de arreglar en pleno campo de batalla. Viendo a Spot, no cuesta creer por qué.

Así que el ejército estadounidense ha optado por descartarlos y paralizar su futuro desarrollo (el contrato con Boston Dynamics se ha acabado). Nuestro gozo en un poco. Entre tanto, tendremos que conformarnos con algo más inofensivo: los reno-roboces de Boston Dynamics tirando del trineo de Papá Noel.

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