"Se ha roto la rutina del curso": cómo afrontan los alumnos la Selectividad más incierta y caótica

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Segundo de bachillerato es uno de los cursos más estresantes dentro de la vida académica de un estudiante. A lo largo de esos nueve meses, los estudiantes no sólo se enfrentan al temario de un curso completo, sino que después tienen que demostrar en una tanda de exámenes globales que no han olvidado todo lo aprendido anteriormente y que, por ende, merecen una plaza en la universidad.

A unas circunstancias particularmente estresantes, los alumnos de la promoción 2020 han tenido que incorporar casi tres meses de aprendizaje a distancia en mitad de una pandemia mundial. Ahora, con la escalada de contagios más contenida, la mayor parte de las comunidades autónomas han fijado la EBAU (Selectividad) en la primera semana del mes de julio y bajo unas condiciones y unos protocolos aún desconocidos. Algo que ha colocado a miles de estudiantes en una posición de incertidumbre frente a uno de los exámenes más importantes de su vida.

Un tercio del curso confinados

Cuando el Estado de Alarma fue decretado el pasado 14 de marzo, el ejecutivo ratificó la orden de cerrar colegios e institutos por tiempo indefinido. Así y después de un fin de semana inédito en la historia de España, muchos estudiantes se sentaron el lunes 16 de marzo en su escritorio sin saber muy bien cómo sería su vida académica a partir de entonces.

Al igual que sucedió con el teletrabajo, cada colegio se adaptó a la enseñanza digital a un ritmo diferente y los estudiantes con ellos. Mientras algunos centros ya tenían un horario establecido y una herramienta de comunicación online elegida, otros tardaron casi un mes en estructurar el orden y la duración de las clases diarias.

"Las primeras semanas no había mucho orden y hasta la vuelta de Semana Santa no tuvimos un horario con clases seguidas a lo largo de la mañana", explica Elisa Todd, estudiante de 17 años y natural de Córdoba. Aun así, esta estudiante del bachillerato tecnológico reconoce la buena voluntad y la comprensión de todos sus profesores y añade que se han ocupado de que ningún alumno tuviese problemas técnicos para seguir el curso.

En una situación similar a la de Elisa, está Pablo López, estudiante del bachillerato de ciencias de la salud y residente en Asturias. "No sé si he preparado el curso como debería porque, mientras en otros institutos se daban clases por videollamada, en el mío las he tenido en muy contadas ocasiones. A lo largo de este tiempo me he limitado a hacer las actividades que me mandaban, ser lo más organizado posible y ya está", añade este alumno de 18 años que espera sacar la máxima nota posible en la EBAU para poder estudiar Medicina en su misma comunidad autónoma.

Selectividad Coronavirus 2 (Daniel González/AP)

En lo relativo a la vuelta a las clases presenciales de refuerzo, la situación también varía de una comunidad autónoma a otra, según lo descrito por los estudiantes entrevistados por Magnet. Mientras Pedro Alemañ, estudiante del bachillerato tecnológico en Elche, ya ha comenzado con las clases presenciales, en el colegio de Elisa Todd todavía no hay fecha de vuelta.

"La verdad que en mi colegio la organización ha sido muy buena desde el principio. Trabajamos por videollamadas de Google Meet y utilizamos también Google Classroom. Ahora, con la llegada de la fase 2, las clases presenciales han comenzado sólo para diez personas y por semanas alternas. Es decir, la primera semana acudimos los diez primeros de la lista y la siguiente, el resto", explica.

Muy cerca de Elche, en Murcia, Esther Domingo, profesora de Historia de España y tutora de un grupo de 2º de bachillerato, prevé incorporarse a las clases presenciales esta semana. Y aunque como docente reconoce no haber notado mucha diferencia en el trato diario con sus alumnos, sí coincide con Pablo y Elisa en que las primeras semanas fueron un poco caóticas: "Durante estos meses hemos estado trabajando con Microsoft Teams, lo que me permitía dar las clases por videoconferencia y compartir pantalla cada vez que era necesario".

Selectividad más sencilla, pero incierta

La Selectividad de año 2020 se celebrará entre el 23 de junio y el 10 de julio a lo largo de las 17 comunidades autónomas. Navarra será el primer territorio en dar el pistoletazo de salida a los exámenes; Asturias, Canarias, Castilla y León y Extremadura las siguientes en abordarla los días 30, 1 y 2 de julio; mientras que el resto del territorio la hará los próximos 6, 7 y 8 de julio.

A pesar de existen una serie de fechas señaladas en el calendario, continúa habiendo muchas incógnitas en torno a la convocatoria. A diferencia de otros cursos, este año los estudiantes no podrán graduarse ni irse de viaje, algo que también les está afectando a la hora de enfrentarse al examen de acceso: "Hemos pasado varios meses muy muy nerviosos porque no sabíamos si habría selectividad o siquiera si acabaríamos el curso. Y ahora que sabemos que sí haremos la selectividad, el estrés sigue ahí. No se apaga. Es una sensación muy rara. No tengo la mentalidad de seguir haciendo 2º de bachillerato. No siento la presión de tener que estudiar", expone Todd.

Alemañ coincide de alguna forma con esta idea. La concentración es más compleja en estas circunstancias: "Se ha roto toda la rutina que caracteriza a este curso. No hemos tenido el agobio de los exámenes finales del tercer trimestre, ni la celebración posterior de la graduación. Enfrentarse a estudiar selectividad sin haber pasado por todo eso es muy raro".

Pero la ruptura de rutinas no es lo único que caracterizará la Selectividad de 2020. También estará definida por la distancia de seguridad, la mascarilla y el gel hidroalcohólico. Además, los más de 217.000 alumnos que este año se juegan el paso a la universidad se enfrentarán a un examen más fácil donde, por ejemplo, en Historia de España, en lugar de tener que escoger sólo entre dos opciones tendrán más margen de maniobra.

Selectividad Coronavirus 3 (Daniel González/GTRES)

El examen estará formado por dos bloques. En el primero, de cuatro preguntas cortas los alumnos solamente tendrán que contestar dos, y en el segundo podrán elegir un tema de desarrollo del siglo XIX o el siglo XX. Mientras en años ordinarios había que elegir un modelo de examen completo entre la opción A y la B, ahora, dadas las circunstancias provocadas por el coronavirus, todos los ejercicios ofrecerán varias opciones. Y aunque los exámenes podrán variar de una comunidad autónoma a otra, la mayoría seguirán el mismo criterio.

Aun así, estudiantes como Alemañ consideran que la selectividad no es el mejor método para evaluar las aptitudes y el trabajo desempeñado tras dos cursos: "Preferiría que no se hiciese la selectividad y que fueran los centros quienes evaluasen a los alumnos. Al final no deja de ser un examen que te obliga a reproducir unos mecanismos y estructuras concretas que has estado preparando en tu casa a lo largo del curso. Creo que las notas de bachillerato son mucho más representativas que un examen al que te sometes bajo una situación de mucho estrés".

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos propuso a principios de mayo que aquellos alumnos interesados en grados de baja demanda no estuviesen obligados a realizar la selectividad. Es decir, con el fin de minimizar el riesgo de contagio en los exámenes, el profesorado lanzó la idea de eximir de la prueba a los alumnos interesados en aquellas carreras cuya ocupación total no suele completarse. Finalmente, la idea se quedó sólo en una propuesta más.

"El coronavirus me ha hecho plantearme no irme a estudiar fuera"

El ministro de Universidades, Manuel Castels, explicó durante una rueda de prensa a finales del mes de abril que el próximo curso empezará igualmente en septiembre marcado por nuevos protocolos. Castels subrayó la necesidad de adaptarse a las circunstancias sanitarias de cada momento y crear nuevos hábitos para la nueva normalidad estudiantil. A priori, se establecerán distintos turnos para reducir el aforo de las clases y se combinará la enseñanza presencial con la online.

El coronavirus también ha evidenciado cómo algunas profesiones son más vulnerables que otras en contextos de crisis, y cuáles se pueden adaptar al teletrabajo o no. A Elisa Todd el coronavirus la ha hecho reafirmarse en su idea de dedicarse al desarrollo de videojuegos, y afirma sentir "más tranquilidad" al ver que, ante un parón como el de hace un par de meses, "el sector del gaming no saldría perjudicado de una situación así".

Sin embargo, la incertidumbre actual derivada de la epidemia le lleva a replantearse si irse a la capital es la opción más adecuada ahora mismo: "Comienzo a barajar la idea de quedarme en Córdoba a estudiar Ingeniería Informática y, después, cuando toda esta situación pase, especializarme en desarrollo de videojuegos con un máster. Temo matricularme en la Complutense, reservar un piso en Madrid y que, en septiembre, las clases sean telemáticas. Y, sinceramente, para recibir clases online, no me gasto 700€ todos los meses pudiendo hacer lo mismo desde mi casa en Córdoba".

Alemañ también tiene pensado irse a vivir a Madrid el próximo mes de septiembre y no se plantea, de momento, dar marcha atrás. Quiere estudiar doble grado en Ingeniería Informática y Matemáticas: "Acaban de admitirme en un colegio mayor que me gusta mucho y, aunque por un lado es una alegría muy grande, por el otro es una catástrofe porque temo no poder ir. Aun así, si solamente dependiese de mí, me iría igualmente a estudiar a Madrid. Creo que lo mejor que podemos hacer ahora mismo es tirar para delante y no pensar en lo que podrá pasar o no. Hace unos meses nadie esperaba estar viviendo una pandemia y aquí estamos".

Respecto a cambiar la dirección de su futuro, a López el coronavirus le ha servido para reafirmarse en el deseo de estudiar Medicina

La idea de querer ser médico viene de bastante atrás porque mi padre lo era y siempre me enseñaba muchas cosas y, aunque últimamente la había dejado un poco en el aire, con toda la situación del covid he visto que son profesionales muy necesarios a pesar de llevar años bastante ninguneados. Creo y espero que esta situación cambie después de todo el trabajo que han hecho estos últimos meses y que, si algún día llego a ejercer, la comunidad médica esté mejor tratada.

Imagen: Daniel González/GTRES

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