La burbuja de las criptomonedas se está hinchando de nuevo (y en diez minutos puede volver a hundirse)

Criptodivisas
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¿Qué palabra podría definir el comportamiento de las criptomonedas en los mercados de valores? "Volatilidad" comienza a resultar insuficiente. Si hace unos meses abordábamos el desplome generalizado de todas ellas (hundiendo a su representante más ilustre, Bitcoin, en su precio más bajo del año) hoy la situación es distinta. Todas las criptomonedas vuelven a crecer. Algunas, como Ethereum, más de un 40%, mimetizando la increíble escalada de la primavera (ya ronda los $3.900).

¿Qué está pasando?

Primero, la situación. Bitcoin cotiza a esta hora a $50.000, superando con mucho su crisis de mediados del verano (cayó hasta los $29.000 en julio). Solana se ha disparado un 30% durante las últimas horas, alcanzando un valor máximo histórico de $194 (en julio valía 26%). Quant ha superado los $300, cuando a principios de junio apenas valía $50. Compound, Dash, Litecoin, todas están creciendo mucho tras algunos meses de sinsabores. Incluso Dogecoin, un meme, recupera terreno.

Ninguna ha llegado a su pico máximo de mayo. Es cuestión de tiempo. Algunas, como Ethereum, están muy cerca.

Y ahora, los motivos. ¿A qué se debe el renovado frenesí de las criptomonedas? Del mismo modo que sólo podíamos teorizar sobre su caída en desgracia hace unos meses, hoy sólo disponemos de pistas, no de certezas. Una bastante plausible pasa por Facebook. En su obsesión por el "metaverso", la plataforma de Mark Zuckerberg parece interesada en crear algún tipo de soporte para NFT, las piezas artísticas digitales subastadas en el mercado de criptodivisas (Ethereum).

Ya es oficial. Otra pista nos lleva a El Salvador. Nayib Bukele, presidente del país de cuestionables avales democráticos, es un entusiasta de las criptodivisas. Hace unos meses anunció su intención de convertir a Bitcoin en moneda de curso legal... Y hoy ha hecho buena su promesa. El tesoro se ha hecho ya con 400 bitcoins (el equivalente a unos $20.000.000 ahora mismo, mañana ya veremos) y repartirá bonos equivalentes a $30 entre todos sus ciudadanos. No por extravagante deja de ser un hito.

Minando. Tercera opción, sugerida aquí por Quartz: la industria del minado ha recuperado el pulso tras la prohibición impuesta por China hace algunos meses. Cuando las autoridades chinas vetaron las operaciones de los principales mineros del planeta, allí presentes por el bajo coste de la electricidad, tuvieron que reorganizarse. El precio de Bitcoin y otras divisas se desplomo. Ahora, finalizada la reconversión en puntos como Texas o Kazajistán, minar vuelve a ser un negocio rentable.

¿Más material? Los tres factores arriba comentados tienen algo en común: son más materiales y más tangibles que la caprichosa opinión de Elon Musk. Recordemos: un tuit de Musk ha tenido la capacidad en el pasado de disparar o hundir el precio de todas las criptodivisas. Su carrusel de emociones parece detenido de un tiempo a esta parte, lo que ha ahorrado a Bitcoin los vaivenes del pasado. A esto podemos sumar un consenso relativamente creciente entre los economistas sobre la naturaleza menos volátil y burbujeante de Bitcoin, acaso más sólida.

Este mes todo son buenas noticias para las criptomonedas. Pero puede durar muy poco: hoy mismo están de nuevo cayendo un 7% y un 12% (Bitcoin y Ethereum). Lo que la volatilidad te da, la volatilidad te quita.

Imagen: Cedric Wesche/Unsplash

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