Si vas a la universidad ganarás un 40% más que si no. Aunque tu salario sea más bajo que hace 15 años

Camarero
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

"¿Merece la pena estudiar?": es la pregunta que todos o casi todos se han hecho alguna vez en su vida. Históricamente, esta cuestión se planteaba antes de entrar en el mercado laboral, aunque en las últimas décadas nos ronda a edades más avanzadas. Pues bien, aunque la formación no siempre significa ganar más, la evidencia sugiere que, al menos, compensa.

Llegados a este punto, y aún con las altas tasas de paro presentes en nuestro mundo laboral, sí, cuando te dijeron que "estudiar te ayudaría a labrarte un futuro", tenían razón.

Los datos. Un informe de la Fundación Europea Sociedad y Educación que repasa la actividad, el empleo, el paro y la temporalidad indica que estudiar es rentable y más aún para las mujeres. En esta tabla se pueden visualizar los salarios medios por niveles educativos para los dos grupos de edad habituales (18 a 24 y 25 a 35) en los años 2006, 2012 y 2017, actualizados teniendo en cuenta la inflación según el IPC. Los universitarios varones de 25-35 años tienen un 39% más de salario que los de Bachillerato. Y la prima salarial es del 62% para las mujeres.

En total, casi 600€ más al pasar de estudios secundarios superiores a completar la universidad. Y 623€ más que quienes sólo completaron la ESO. De 1.489€ de salario de media a 2.112€.

Pero evolucionan a la baja. Otras dos tendencias generales que pueden apreciarses son que entre 2006 y 2017 bajaron los salarios para los dos grupos de edad y en cualquier nivel educativo, sin excepción. Han pasado de ganar 2.396€ en 2006 a ganar 2.112€ .

También, los datos reflejan la conocida brecha de género. A igual nivel educativo, los salarios de las mujeres son sustancialmente menores que los de los varones. Se sabe que este hecho se debe en parte a que las mujeres trabajan en sectores de actividad peor remunerados y están ocupadas en mayor medida con contratos a tiempo parcial.

Más estudios, mejor salario. Con respecto a los niveles educativos, se comprueba que, a mayor nivel educativo, mayor salario, por lo que ser un AET (Abandono Educativo Temprano) no solo tiene consecuencias en algunas tasas relacionadas con el empleo, sino también en el dinero ganado. No obstante, tal y como sucede con análisis anteriores, en los periodos de crisis y de bonanza no existe tanta diferencia entre los AET con la ESO y los que tienen la secundaria superior. Este hecho sucede sobre todo para los más jóvenes y para los varones.

Sirva como ejemplo el año 2006, paradigmático de la bonanza económica. El salario medio de los AET con ESO era de 1.473€, y el de aquellos con la secundaria superior de 1.487€. Durante 2012, año de plena crisis, los varones más jóvenes AET con la ESO ganaban incluso más que los de la secundaria superior. Los datos también muestran que ser un AET tiene consecuencias más allá de la primera etapa de la juventud, ya que, a mayor nivel educativo, mayor salario. Aun así, la diferencia entre la ESO y los que alcanzaron la secundaria superior a los 25-35 años es poca: 30€.

Otra forma de verlo. Según datos del INE más recientes, todo indica que estudiar más está relacionado con niveles de ingresos más elevados. Esta tabla muestra el salario medio mensual por tipo de jornada y el nivel de formación alcanzado en los últimos cinco año. En líneas generales, quienes más han estudiado tienden a ingresar más dinero al mes.

Salarios medios por tipo de jornada, nivel de formación y decil. Salarios medios por tipo de jornada, nivel de formación y decil | INE

La rentabilidad de una sociedad bien formada. Hasta aquí todo bien. El efecto positivo de la educación sobre multitud de variables económicas, políticas, institucionales y humanas en general está fuera de duda. Concretamente, y para España, sabemos que elevar la educación de cualquiera de nosotros tiene un efecto positivo en los salarios medios que ganaremos a lo largo de nuestra vida: entre un 5% y 7% más por cada año de estudio adicional.

Además, por cada año de estudio que tenga el conjunto de los españoles de media, el salario medio de todos podría crecer un 3% adicional, independientemente de la formación que tengamos. Es decir, la educación no es solo una inversión con rendimientos que recaen en la esfera personal, sino que redunda en el conjunto de la sociedad a través de lo que llamamos externalidades. Estas se vinculan, además, con la principal justificación de la inversión pública en educación.

Los problemas. Aun existiendo una clara heterogeneidad en la rentabilidad de los estudios en función del grado cursado, buena parte de los problemas que experimentan nacen en el seno de un mercado de trabajo disfuncional, y que penaliza, de un modo u otro, a todos los que tratan de internarse en él, independientemente de los estudios que posean.

Por ejemplo, debemos saber que, mientras en la Europa de los 27 en el año 2019 la tasa de paro de los universitarios era del 4,2%, la del conjunto de los trabajadores ascendía al 6,7%. En España, la tasa de paro media fue del 14,1%, mientras que la de los universitarios ascendió al 8,6 %, es decir, un 61% del nivel medio. Por eso los salarios de la primera tabla también han ido descendiendo a lo largo de las décadas.

¿En resumen? La situación es complicada, pero sí, estudiar siempre suma.

Imágen: Pexels

Comentarios cerrados
Inicio