El día que The Stooges cantaron 'Louie, Louie' durante 45 minutos: en las bambalinas del rock

El día que The Stooges cantaron 'Louie, Louie' durante 45 minutos: en las bambalinas del rock
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Seguro que conoces la anécdota. El 9 de febrero de 1974, en el Michigan Palace (Detroit), Iggy Pop y compañía tocaron un concierto que acabó en separación. Aunque demasiado bien para lo que podría haber sido. Aquella misma tarde, Iggy dio concedió una entrevista en radio donde llamó “panda de gatitos” a los Scorpions, la popular banda de moteros. Así que éstos asistieron y le sabotearon el concierto.

Metallic KO es una cinta donde se pueden escuchar casquillos de botellines reventarse contra los instrumentos

Pero Iggy era muy punk, así que tocó y tocó y, tras los primeros temas, la banda repitió los acordes de ‘Louie, Louie’ durante 45 minutos mientras Iggy improvisaba versos poniendo a caldo al respetable. Hasta que algunos saltaron al escenario. La mejor parte es que todo aquello quedó registrado: ‘Metallic KO’ se convirtió en algo épico, una cinta donde se pueden escuchar los casquillos de botellines reventarse contra la madera y lo que no es la madera.

Como esta existen cientos de anécdotas, algunas menos memorables y otras parte ya del imaginario pop. Te contamos algunas y, de bonus, cómo no perderte las venideras. Pocas cosas peores que perderse un buen concierto.

El quebrantahuesos

Que Peter Gabriel es una de las instituciones más respetadas de la música moderna no es nada nuevo. Sábado 19 de junio de 1971: Genesis en pleno apogeo tocando en el Friars Aylesbury, el popular club de Buckinghamshire (Reino Unido). Gabriel se sentía inspiradísimo, el crescendo de ‘The Knife’, quería conectar con el público, acercarse más y más. Hasta cayó de rodillas por el foso.

Pensaba haber saltado pero tenía delante a una chica haciendo headbanging sin parar. Cosas del rock. El caso es que su pierna se hizo añicos y los siguientes conciertos los dio primero en silla de ruedas y muletas. 35 años después, en febrero de 2008, se la volvería a romper esquiando. Pero ésa es otra anécdota.

De negro y melocotón, por favor

Prince

En 1993 hacía tres años que Prince había visitado España por primera vez, cuando tocó con Ketama de teloneros y empezaba a construirse cierto mito sobre sus hábitos. En mitad de la que se considera la gira más extensa de su carrera, un 17 de agosto de 1993, en el Auditorio Monte do Gozo de Santiago de Compostela, Prince tocó y marcó historia, delante de 30.000 personas.

Pero sus particularidades —famosa es aquella en la que pidió tener a mano todas las cintas de Camarón sobre terciopelo— también se dejaron ver. Durante aquella gira pidió a los fans que asistiesen vestidos de negro y melocotón, y así hicieron buena parte, colgándose mallas y camisetas negras. De entre aquellos asistentes nació un club de fans que operó en España hasta sus últimos días, así que muy mal no se le tuvo que dar.

¿Este concierto cuándo acaba?

Algunos músicos o bien aman demasiado el oficio o están directamente locos. El canadiense Chilly Gonzales dejó un recuerdo de sus años en París que aún no ha sido batido por ningún artista en solitario: un concierto de 27 horas, 13 minutos y 44 segundos, un récord Guinness en el que sonaron más de 300 canciones.

Chilly Gonzales llevó a cabo un concierto de 27 horas, un récord Guinness en el que sonaron más de 300 canciones

Comenzó un sábado 16 de mayo a las 23:30 y acabó el lunes 18 a las tres de la mañana, delante de 200 personas. Como él mismo confiesa, su motivación para acometer este riesgo era el de llevar su música «hasta el final de su resistencia física», una combinación de arte y atletismo.

En ningún momento repitió canciones o pasajes, sino que amplió su repertorio por medio de arreglos. Ese fin de semana, ajeno a todo lo que sucedía fuera, Gonzales fue trending topic mundial en Twitter.

Algunos se bajan antes de tiempo

También se han dado ejemplos a la inversa. El jueves 29 de octubre de 2015, otro canadiense abandonaba el escenario del Chateau Neuf (Oslo, Noruega) tras tocar una única canción —'Boyfriend'—. Justin Bieber marcaba un récord de permanencia a la inversa y tomaba su avión privado hacia las 00:30 de la noche, hora en la que aún debería estar saliendo del edificio.

Salió al escenario con 90 minutos de retraso, cantó cuatro temas y el resto fue un un *rant* de 30 minutos

Algo similar sucedió, más recientemente, con Kanye West: el 19 de noviembre de 2016, en el Golden 1 Center (Sacramento, California), el rapero abandonaba el escenario llevándose a rastras 20 fechas programadas dentro de su gira 'Saint Pablo'.

Salió al escenario con 90 minutos de retraso, cantó cuatro temas y el resto fue un un rant de 30 minutos sobre política social y afrentas varias a su viejo compañero Jay-Z y Beyoncé. Cualquier fan dirá que, aún con todo, mereció la pena haberlo vivido en directo.

Tocar música que no es tuya

Es algo que hicieron desde sus comienzos. Dream Theater, la popular banda nacida bajo las aulas del Berklee College of Music, tomó una decisión en su gira de 2002 'World Tourbulence', una de las más extensas de toda su carrera —109 eventos de casi 3 horas cada uno—: tras una primera hora tocando temas de su discografía pasarían a ejecutar un disco completo de otra banda, alguno de sus clásicos favoritos.

Que una banda que no es Metallica toque el Master of Puppets entero en concierto, sin previo aviso

Algunos fans pensaban que se trataba de un rumor. Hasta que, en su paso por España, un 19 de febrero de 2002 en la sala Razzmatazz de Barcelona decidieron grabar su interpretación del ‘Master of Puppets’, el pináculo de Metallica.

La grabación se convirtió en el primer bootleg oficial lanzado desde el sello YtseJam Records que no incluía música de la banda propiamente dicha. Y parece que le cogieron el gustillo. Ese año el experimento siguió con el ‘Number of The Beast’ de Iron Maiden o hasta el ‘Dark Side of the Moon’ de Pink Floyd.

Las llamas del éxito

KLF Locos

Lo que no pase en una sala de concierto sólo puede pasar en una cabaña vieja en mitad de la isla de Jura, Escocia. Este fue el enclave escogido por Bill Drummond y Jimmy Cauty para quemar un millón de libras, cantidad resultante de los royalties generados por sus canciones en The KLF. En 1991 ya vendían más que nadie exportando su hip-hip de cachondeo.

Ayudados por el colega Gimpo (Alan Goodrick) y una 8 milímetros, la Fundación K fue lanzando fajos de 50.000 libras en billetes de 50 a una chimenea. Durante 67 minutos. Algunos habitantes incluso encontraron billetes a medio arder que salían volando por la chimenea. En una industria que dominaban a la perfección, con este acto en pleno directo demostraron que para ellos el éxito no era meta, sino un estado vulgar.

Viviendo las mejores anécdotas en directo

Masterpass

Lo que podemos concluir, desde luego, es que los acontecimientos más importantes suceden en directo. Cada concierto esconde un anécdota y cada entrada es el recuerdo, la fotografía, de que estuviste ahí, que viviste en primera persona aquella noche. Lo único que tienes que hacer es acceder a Entradas.com y adquirir las entradas de tu grupo, evento o artista favorito mediante Masterpass.

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Ahora te toca a ti: ¿qué anécdotas recuerdas haber vivido en un concierto? ¿Algún incendio como el que inspiró un clásico, el 'Smoke on the Water', a costa del pobre Frank Zappa?

¿Un Rolls Royce estampado en una piscina, como Rick Wakeman en mitad de una gira, o un Van Morrison escondido tras el escenario, harto de tocar siempre los mismos éxitos? ¿Y qué hay de los cantantes que abandonaban la sala por el humo, en tiempos donde aún se podía fumar dentro del recinto?

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