El camino hacia la "descarbonización" es posible y sólo se necesita a un puñado de países

El camino hacia la "descarbonización" es posible y sólo se necesita a un puñado de países
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En el año 2016 se creó más energía renovable en el mundo que nunca y a menor coste, por lo que está claro que estamos ante una revolución energética a nivel mundial.

¿Qué ha sido lo que ha catalizado esta transformación?

En nuestro último estudio, Más rápido y más limpio 2: Poniendo en marcha la descarbonización, hemos examinado las tendencias que impulsan la descarbonización en tres sectores clave del sistema energético mundial: la energía, el transporte y los edificios. Tras seguir los compromisos y las medidas de los países respecto a las emisiones, hemos examinado qué fuerzas pueden impulsar una rápida transición a través de nuestro análisis de seguimiento de medidas sobre el clima.

Por lo visto, en estos campos solo ha hecho falta que un par de países tomasen la iniciativa para poner en marcha el tipo de transformaciones necesarias para cumplir los objetivos del Acuerdo de París para mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2˚C, siendo 1.5˚C lo ideal, en relación a los niveles pre-industriales.

La energía renovable está en camino

El campo más progresista del sector energético son las energías renovables donde solamente han hecho falta tres países (Dinamarca, Alemania y España) para mostrar el camino a seguir y poner en marcha un cambio a nivel internacional.

Estos tres países han introducido fuertes paquetes de medidas relacionadas con la energía eólica y la energía solar que han dejado claro a los inversores y a los desarrolladores la importancia de invertir en estas nuevas tecnologías. Para ello han sido clave los destinatarios de las energías renovables y los programas de apoyo financiero, como las tarifas con remuneración.

Para el año 2015, 146 países ya habían implementado programas de apoyo similares.

Contaminacion
(Anton Rusetsky(Unsplash)

A continuación, nos dimos cuenta de que El Reino Unido, Italia, China y los Estados estadounidenses de Texas y California habían fomentado la fabricación de tecnología de energía solar en masa y habían proporcionado el tipo de economías de escala resultando en un aumento masivo de la capacidad de energías renovables a nivel mundial. Entre 2006 y 2015, la capacidad de energía eólica a nivel global aumentó en un 600% y la capacidad de energía solar aumentó en un 3.500%.

Se espera que la energía solar se convierta en la fuente de producción energética más barata para el año 2030 en la mayoría de los países. En algunas regiones, las energías renovables ya están a la altura de los combustibles fósiles.

Según una información hecha pública este mes por el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas y Bloomberg New Energy Finance se ha confirmado que en 2016 la cuota de las energías renovables volvió a crecer y que la energía limpia proporcionaba un 55% de toda la nueva capacidad de generación eléctrica a nivel mundial. Se trata de la primera vez en la historia que existe más capacidad de energía renovable que energía producida por carbón.

Las inversiones en energías renovables han duplicado a las inversiones en combustibles fósiles. Si bien es cierto que las inversiones en energías limpias cayeron un 23% en relación a 2015, en gran parte debido a la bajada de los precios.

Paneles Solares
(American Public Power Association/Unsplash)

Para poder alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, es necesario descarbonizar todo nuestro sistema energético para mediados de siglo. Esto significa que las tendencias históricas en el sector energético (un crecimiento anual del 25 al 30% en las energías renovables) deben continuar durante los próximos 5-10 años. Será necesario crear nuevas medidas e incentivos que vayan desde una mayor flexibilidad en el sistema energético a nuevas regulaciones y enfoques de mercado.

Los coches eléctricos están a punto de despegar

Una tendencia similar está comenzando a transformar el sector del transporte. En 2016 se vendieron más de un millón de coches eléctricos y las nuevas ventas siguen superando las expectativas. De nuevo, nuestra investigación nos dice que solamente hicieron falta unos pocos países para poner en marcha esta tendencia: Noruega, los Países Bajos, Californa y, más recientemente, China.

Las medidas de estos gobiernos se centraron en aumentar la cuota de vehículos eléctricos en venta y en las carreteras, la creación campañas para promover cambios conductuales, la inversión en infraestructuras y en la investigación y el desarrollo.

La Unión Europea vio como las ventas de los vehículos eléctricos repuntaron en 2013 y en los Estados Unidos su cuota de mercado creció entre 2011 y 2013, para descender ligeramente en 2014 y 2015 y volver a repuntar en 2016. El mercado chino se disparó un poco más tarde, en 2014, pero las ventas en ese país ya han superado a las de Estados Unidos y de la Unión Europea.

Tesla
(Cameron Osborn/Unsplash)

Si bien es cierto que este sector sigue estando por detrás de las energías renovables, se prevé que el mercado de los vehículos eléctricos experimente un auge similar. Las ventas actuales son impresionantes, pero siguen estando lejos de la transformación en el transporte que nos permitiría cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

Para que el mundo llegue al límite de París de 2°C, para el año 2050 la mitad de los vehículos ligeros en las carreteras tendrían que ser eléctricos. si queremos alcanzar el objetivo de 1.5°C, casi todos los vehículos tendrían que ser eléctricos y no se podrán vender coches con motores de combustión interna a partir del año 2035. Para poder seguir por este camino, es necesario que más gobiernos de todo el mundo introduzcan medidas tan estrictas como las de Noruega y los Países Bajos.

Por último, los edificios

El tercer sector que examinamos fue el de la construcción. Aunque los estándares de eficiencia energética más estrictos están realmente empezando a reducir las emisiones, es mucho más difícil eliminar de forma gradual las emisiones procedentes de la calefacción y del aire acondicionado de los edificios.

Existen soluciones tecnológicas que han sido demostradas y que pueden proporcionarnos edificios nuevos con una emisión nula de carbonos. Si son diseñados correctamente, estas construcciones son rentables durante su vida útil y pueden mejorar la calidad de vida.

Edificio
(Vladimir Kudinov/Unsplash)

En Europa y en el resto del mundo existen algunas buenas medidas en fase inicial para crear nuevas normas de construcción que hagan que los edificios sean más respetuosos con el medio ambiente y en algunos países de la UE (entre los que se encuentran el Reino Unido, Francia y los Países Bajos) también se está empezando a exigir la retroadaptación de edificios antiguos. Sin embargo, el número de edificios retroadaptados sigue siendo demasiado bajo para reducir de manera considerable las emisiones de los edificios.

Para impulsar la adopción de estas tecnologías es necesario crear mecanismos financieros innovadores para aumentar el número de edificios retroadaptados y establecer buenos ejemplos de prácticas de construcción para los nuevos edificios.

Tal y como ha demostrado nuestro estudio, solo hace falta que un puñado de gobiernos (o regiones) den el paso para poner en marcha una transformación en todo el sector. Si ya funcionó en el caso de la energía y del transporte, ¿por qué no también en el caso de los edificios? Cuanto más trabajen los gobiernos en común y compartan el éxito de sus medidas, mayor será la transformación a nivel global. Si colaboramos, podemos alcanzar el objetivo de los 1.5°C.

The Conversation

Autores: Markus Hagemann, Universidad de Utrecht; Andrzej Ancygier, Universidad de Nueva York.

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.

Traducido por Silvestre Urbón.

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