El algoritmo en el cuerpo: Bezos sugiere establecer la carga de trabajo en Amazon según el nivel muscular

AS
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“Vamos a ser el mejor empleador de la Tierra y el lugar más seguro para trabajar”, ha asegurado Jeff Bezos a los accionistas de Amazon en una carta de la semana pasada. En el texto se alegra de lo que en su opinión ha sido la mejor resolución para su compañía ante su último y más notorio conflicto, la derrota de la campaña sindical en un almacén de Bessemer, Alabama. Pero aun así cree que el enfrentamiento obrero es un indicativo de que el gigante debe ofrecer en el futuro “algo mejor para nuestros empleados".

Microgestionando tu cuerpo: "aproximadamente el 40% de las lesiones laborales en Amazon están relacionadas con trastornos musculoesqueléticos (TME), como esguinces o distensiones que pueden ser causadas por movimientos repetitivos", afirma la carta del magnate, y por eso ha dicho que se implantarán "nuevos horarios de personal automatizados que utilizarán algoritmos sofisticados para rotar a los empleados entre trabajos que utilizan diferentes grupos de músculos y tendones".

Tal y como está explicado, Amazon estaría considerando implantar innovaciones en seguridad laboral descubiertas por la industria manufacturera en los años 80 y 90, cuando los ingenieros y gerentes de fábricas empezaron a incorporar planes de rotación laboral dentro del centro para que los empleados muevan diferentes grupos de músculos y tendones de forma menos repetitiva y se adaptasen a ambientes distintos a lo largo de la jornada reduciendo la fatiga mental y mejorando su empleabilidad.

Los algoritmos serán tan detallados, dice Bezos, que tendrán que ser mutables dependiendo del sujeto y su experiencia, porque “muchos nuevos empleados podrían estar trabajando en un rol físico por primera vez”. Es decir, que irá aumentando su grado de exigencia física a medida que el operario se adecúe a la carga. El programa, dice, se valdrá de la red de vigilancia de los empleados que ya funciona en sus instalaciones para aplicar esta innovación. El CEO de la compañía no ha dado más detalles en la carta o a prensa sobre el algoritmo.

Técnicamente, peor que en la mina. En 2018 el Comité de Seguridad y Salud Ocupacional de Nueva York realizó el más devastador informe sobre las condiciones en las instalaciones de la compañía. La sede JKF8 demostró tener una “tasa de incidentes registrables” anual de 15.8 cada 100 trabajadores. Estos incidentes no son lesiones corrientes, son aquellas que por ley están obligados a informar a los organismos de seguridad y que normalmente conllevan bajas remuneradas. La tasa de incidentes era, según los analistas, tres veces superior a la media de tasas registradas en el sector de los almacenes de Estados Unidos, y según la Oficina de Estadísticas Laborales, mayor que las que reportan las compañías de recolección de basura o la minería de carbón.

El medio The Center for Investigative Reporting ha recopilado las tasas de lesiones disponibles de todos los centros de Amazon en el país americano, y ateniéndonos a esos datos, hay un muy desigual reparto de los mismos: hay centros que no recogen las cifras (de hecho Amazon ha sido denunciada no sólo por no recoger esas lesiones, sino por ocultar algunas que los empleados habían reportado de forma oficial), otros con un triunfal récord de cero lesiones anuales y sitios donde las lesiones son hasta el doble de las registradas en aquel centro de Nueva York en 2018.

Cualquier cosa menos bajar el ritmo: es bien sabido que los objetivos de rendimiento de Amazon son, desde un punto de vista empresarial, absolutamente encomiables. La velocidad en el procesamiento de sus pedidos en sus muchas plantas sería la envidia de Henry Ford: el sistema de cuotas pide a cada empleado que empaquete, de media, unas 2.000 unidades por día, es decir, cuatro artículos por minuto, lo que hace que los empleados describan su empleo en estos centros como “correr, volar durante todo el día”.

Lo que los expertos en seguridad reprochan es que con planteamientos como el del algoritmo musculoesquelético lo que la compañía está buscando es robotizar al trabajador a niveles deshumanizadores e inviables a largo plazo. Encontrar imbricadas soluciones a lo que podría arreglarse bajando un poco el acelerador.

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