Los datos de Uber confirman nuestras sospechas: es más lento usar el coche que la bici en muchas ciudades

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La herramienta se llama Movement Speeds, una suerte de Google Maps con los datos de los miles de trayectos de los conductores de Uber y que puedes descargarte para tus trayectos diarios. De momento sólo Nueva York, Seattle, Cincinnati, Nairobi y Londres tienen datos completos, pero la base irá ganando notoriedad. ¿Y qué han descubierto al analizar todo el tráfico de estas ciudades?

Ir a 5 km/h con tu coche: como se ve en el apartado de “speeds”, donde es observable la velocidad media de los coches en determinadas calles y zonas dependiendo del día de la semana, comprobamos que hay calles de Londes donde la velocidad media son 4.8 km/h, algo muy asumible para cualquier peatón. Se trata de una excepción, pero es muy visible cómo en los centros de estas ciudades las congestiones hacen muy habitual pasos de 12 a 19 km/h, similar a la velocidad promedio de un ciclista en ciudad… Y eso sin tener en cuenta el tiempo de aparcamiento, que para los coches ronda un 30% de tiempo extra para los trayectos. 

¿Cómo ha podido pasar? Porque el transporte en las ciudades se está saturando. Mientras las poblaciones crecen no lo hacen las calzadas, y se sigue fomentando el uso del vehículo privado a motor, que ocupa una parte desproporcionada del espacio. Un estudio que evaluaba la congestión urbana de San Francisco entre 2010 y 2016 reveló que el tráfico había incrementado un 62% en esos años, y concluía que buena parte de la culpa la tenían empresas como Lyft o Uber, justo los que nos regalan esta aplicación para medir la saturación en la movilidad. La velocidad media actual de un coche en el centro de Manhattan es de 7.5km/h (la gente a pie anda a 5.4 km/h).

¿Y por qué publica Uber entonces estas cifras? El argumento oficial es que se trata de una buena base de datos que servirá tanto a los ciudadanos a tomar decisiones más racionales sobre su tránsito como para que las ciudades puedan planificar mejor cómo desarrollar sus medidas de movilidad, sabiendo qué zonas están más congestionadas o escogiendo cómo alterar las señales. También puede hacerlo por las enormes críticas que históricamente ha recibido la plataforma (como otras) por recopilar ingentes cantidades de datos de sus usuarios sin hacerlas públicas, lo que ofrece una gran ventaja competitiva.

Deliveroo, también: ellos también publicaron recientemente unas conclusiones similares elaboradas a partir de los 30.000 repartidores que manejan en 13 países. En todas las ciudades que operan (por lo general ciudades grandes) la bici ganaba a los coches, pero también a las motocicletas. El rider de Deliveroo llega antes si usa bici que si usa moto. 

Y las pruebas in situ: esto tampoco sorprenderá a los que hayan visto el programa británico Top Gear. En 2007 hicieron una famosa prueba cruzando Londres en hora punta en barca, bici, coche y transporte público. El coche fue el transporte más lento de todos. Los mismos resultados tuvo el periódico Ideal en una reciente prueba en la ciudad de Granada, y también unos investigadores de Castilla y La Mancha comparando resultados en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.

En resumen: al coche en la ciudad se le está poniendo cada día peor cara.

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