¿Hay desigualdad en el quirófano? Según un estudio, sí: las mujeres mueren más cuando las opera un hombre

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La cirugía es una profesión dominada por los hombres y, durante años, se ha debatido que los "prejuicios sexuales implícitos" podrían estar detrás de los resultados. En Europa, casi nueve de cada diez cirujanos titulares son hombres. Varias investigaciones incluso han revelado que las mujeres que son operadas por un cirujano masculino tienen muchas más probabilidades de morir, experimentar complicaciones y ser readmitidas en el hospital que cuando una mujer realiza el procedimiento.

El estudio. Una investigación publicada en la revista médica JAMA Surgery señala que las mujeres tienen un 15% más de probabilidades de sufrir un mal resultado y un 32% más de probabilidades de morir cuando un hombre en lugar de una mujer realiza la cirugía. En general, las pacientes también tenían un 16% más de riesgo de complicaciones; un 11% más de riesgo de readmisión; y un 20 % más de probabilidades de tener que permanecer más tiempo en el hospital. Esto no sucedía a la inversa.

Para llegar a esos resultados, los autores del estudio analizaron los registros de 1.320.108 pacientes en Ontario que se sometieron a 21 procedimientos quirúrgicos comunes realizados por 2.937 cirujanos. Estos iban desde reemplazos de cadera y rodilla y cirugía para perder peso hasta la extirpación de un apéndice o vesícula biliar y operaciones más complicadas como un bypass cardíaco, reparación de aneurismas y cirugía cerebral.

¿Por qué? Es poco probable que las diferencias técnicas entre cirujanos masculinos y femeninos expliquen los hallazgos, ya que ambos sexos reciben la misma capacitación médica técnica. Sin embargo, la investigación apunta a que una posible explicación pueden ser los "sesgos sexuales implícitos", en los que los cirujanos "actúan sobre sesgos, estereotipos y actitudes subconscientes y profundamente arraigados".

Las diferencias en la comunicación de hombres y mujeres y las habilidades interpersonales evidentes en las conversaciones de los cirujanos con los pacientes antes de que se lleve a cabo la operación también pueden ser un factor. Y diferencias entre el estilo de trabajo, la toma de decisiones y el juicio de médicos masculinos y femeninos.

Otras explicaciones. Varias cirujanas han tratado de explicar en este reportaje de BBC algunos de los motivos que también pueden estar detrás. Oneeka Williams, uróloga de la Universidad de Tufts, EEUU no hace afirmaciones definitivas acerca de por qué a las pacientes mujeres les puede ir peor con los cirujanos hombres, pero apunta que "los hombres piensan que las mujeres son más ansiosas e histéricas y, como tales, prestan menos atención a las quejas posoperatorias". También sugiere que pueda existir una diferencia significativa en la percepción del dolor: "los médicos varones subestiman la gravedad de los síntomas en las pacientes".

Discriminación laboral. También señalan las diferencias en las actitudes hacia los cirujanos hombres y mujeres. "Durante la operación, sabemos que las mujeres cirujanas son castigadas por malos resultados. Es más probable que tengan una disminución en sus referencias, es menos probable que se les perdone por un mal resultado y estos se atribuyen a su habilidad, mientras que en los cirujanos hombres, los malos resultados se atribuyen al azar, a la mala suerte. Así que las mujeres tienen que desempeñarse mejor para ser consideradas iguales", señalan.

Una profesión llena de hombres. El 86% de los cirujanos senior son hombres. La cirugía todavía está muy lejos de tener un equilibrio de género en su fuerza laboral. Las mujeres representan el 41% de los cirujanos en etapa inicial, pero solo el 30% de los aprendices superiores y el 14% de los consultores. La falta de flexibilidad en los horarios y turnos de capacitación quirúrgica podrían explicar por qué muchas mujeres no se convierten en cirujanas consultoras.

Polémica. La discriminación de género en un campo que es dominado por hombres ha sido reconocida desde hace tiempo y puede ser un factor para que las mujeres abandonen la profesión. En 2015, las cirujanas recurrieron a Twitter para desafiar esta situación con la consigna #ILookLikeaSurgeon (#meveocomocirujano). Todavía hoy, el hashtag tiene muchos mensajes sobre cómo las mujeres en la profesión son confundidas rutinariamente con un rol diferente, con casi cualquier cosa que no sea una cirujana.

Imagen: Unsplash

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