Lo que sabemos sobre Noa Pothoven, la holandesa de 17 años que dicen ha muerto mediante eutanasia

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Parece que muchos medios españoles, italianos e ingleses están dando por buena una versión no confirmada sobre la muerte de Noa Pothoven, adolescente menor de edad gravemente afectada por multitud de trastornos mentales que ha fallecido el pasado domingo. “Holanda permite la eutanasia de una menor de edad víctima de violencia sexual que sufría depresión”, nos dicen, afirmando que la fallecida consiguió acogerse a la Ley de Terminación de la Vida a Demanda y Suicidio Asistido.

Según se nos cuenta, Pothoven habría pedido a la Clínica para Morir (Levenseindekliniek) de La Haya una eutanasia asistida. Desde 2002 es legal en Holanda es legal, a partir de los 12 años pueden pedirla los niños con enfermedades sin curación y padecimientos insufribles y a partir de los 16 sin el consentimiento de sus padres. 

Sin embargo la práctica encuentra más vetos para los casos de dolencias mentales, terreno en el que es más difícil hacer una evaluación justa, razón por la que sólo un 1% de todas las intervenciones de eutanasia están relacionadas con enfermedades mentales. Más difícil aún es conseguir el visto bueno siendo menor: la misma Pothoven en una entrevista anterior afirmó que el equipo médico le dijo que no sería elegible para optar al suicidio hasta que cumpliese los 21 años. El centro privado Levenseindekliniek es en el que tiene lugar la mayoría de estos suicidios asistidos en todo el país por dolencias mentales.

 

Cuentan los medios que Pothoven se acercó al centro el año pasado para hacer la solicitud del suicidio, momento en el que le denegaron el acceso por ser demasiado joven, pero que ahora, al cumplir los 17, el Levenseindekliniek habría aceptado y hecho legal la petición, cosa que condujo a su muerte.

Morir en "una cama de hospital" no es morir gracias al Estado

El origen del malentendido puede estar en la traducción de su último post de Instagram. El sábado la joven escribió “Seré directa: en el plazo de diez días habré muerto. Estoy exhausta tras años de lucha y he dejado de comer y beber. Después de muchas discusiones y análisis de mi situación, se ha decidido dejarme ir porque mi dolor es insoportable”. También los medios holandeses indicaron que la joven murió "en una cama de hospital en su casa".

Pero eso no quiere decir que se le haya concedido legalmente la petición a la menor, como se está interpretando, y otra razón para mantener las sospechas es que los medios holandeses no estén dedicando tanto espacio como los medios internacionales a la sorprendente historia. Corresponsales de La Haya han afirmado que "no está claro que haya logrado el suicidio asistido supervisado por un médico", pero sí que murió rodeada de su familia y en un proceso organizado por ella. 

La periodista irlandesa Naomi O'Leary ha hablado con Paul Bolwerk, el colega holandés que ha cubierto la historia de la joven desde 2018. Según O’Leary, éste le ha confirmado que no se trata de una euthanasia asistida. Lo ocurrido fue lo siguiente: después de infinidad de intentos de suicidio (la joven había estado confinada en un psiquiátrico, se había pasado la vida entrando y saliendo de hospitales por sus trastornos alimenticios y autolesiones), Pothoven dijo que no quería seguir en el hospital, y los médicos accedieron a que tuviese una cama del hospital en su casa donde sus padres la cuidarían.

En junio dejó de comer y beber, y sus padres y los médicos accedieron a no forzarla. Dice O’Leary, “en Holanda no es eutanasia la decisión de pasar a los cuidados paliativos y no forzar la alimentación a petición del paciente no es la eutanasia. Por eso los medios holandeses no informaron la muerte de Noa Pothoven como un caso de eutanasia y esta versión sólo apareció en las traducciones de la noticia holandesa”.

La parlamentaria holandesa Lisa Westerveld también salió públicamente para declarar que Pothoven murió porque "dejó de comer". El medio británico The Guardian ha localizado el origen de la proliferación del malentendido en Central European News, medio sensacionalista que roza las fake news y que ha sido definido como "el rey de las noticias basura".

Las últimas cifras del impacto de la eutanasia en Holanda, de 2017, revelaban que murieron con esta práctica 6.091 personas en ese año, un 4% de todos los decesos de la población general del país. De ellos el 80% de esas muertes tenían algún tipo de cáncer incurable, trastornos neurológicos, enfermedades cardiovasculares o enfermedades pulmonares. Sólo un menor de edad murió en 2017 por alguna dolencia relacionada con enfermedades mentales.

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