Un joven excepcional: por qué el préstamo de Ramón Espinar no tuvo nada de "normal" en la España post-crisis

Un joven excepcional: por qué el préstamo de Ramón Espinar no tuvo nada de "normal" en la España post-crisis
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Ramón Espinar, senador por Podemos en el Congreso y portavoz de su partido en la Comisión Anticorrupción, ha protagonizado una llamativa noticia esta mañana. El titular de La Ser decía que “Espinar ganó 30.000 euros vendiendo su vivienda protegida sin llegar a ocuparla”. En 2010 y con 23 años el hijo de Ramón Espinar compraba una vivienda protegida en Alcobendas por valor de 146.000 euros que, al cabo de unos meses, vendía por 176.000 euros. Es decir, lo que la mayoría entendemos como un acto de especulación inmobiliaria.

Según las informaciones emitidas por el medio radiofónico, Espinar, estudiante sin ingresos, desembolsó de forma instantánea al banco 52.000 euros en el momento de adquirir la vivienda. El resto se sufragó en una hipoteca que el BBVA le concedió al que luego sería portavoz de asuntos de Urbanismo de su grupo y que se anuló cuando encontró a unos compradores de su vivienda y deuda.

Muchas voces se han alzado en defensa y en rechazo de la práctica de Espinar. Los críticos rescataban tuits del miembro de Podemos en redes sociales que, apenas un par de años después de recibir los beneficios de su compraventa, se quejaba de las consecuencias negativas de la especulación inmobiliaria sobre la población más pobre.

Algunos profesionales del ramo inmobiliario también han ofrecido su punto de vista, donde matizaban las informaciones ofrecidas por La Ser. Según El Hombre Malo, consultor inmobiliario, el comentario legal era inexacto. Por ejemplo, el beneficio de Espinar nunca habría sido de 30.000 euros, tal y como se contaba en la noticia, sino que el bruto habría sido de 21.000 euros, a lo que habría que descontarle la plusvalía y el IRPF, entre otros gastos.

De los 30.000 a los 19.000, las cuentas de los otros gastos en la compraventa

Él mismo lo confirmaba en la posterior comparecencia de prensa. “Entre 19.000 y 20.000 euros es lo que obtuve”, explicó Espinar ante los medios. Dinero que, según el aludido, se gastó “en pagar el máster y un portátil”. También se le preguntó a Espinar sobre si podía haber pedido un precio inferior al de la reventa del piso, que entre su compra y su venta incrementó en 30.000 euros su precio original. En ese año, el precio del módulo de la VPP por la Comunidad de Madrid para esa zona subió de 1.475 a 1.940 euros. Espinar dijo desconocer en aquel momento si podía haber pedido un precio inferior.

A la pregunta sobre cuál es la procedencia de los 52.000 euros que facilitó en 2007 a la cooperativa como entrada del piso, dijo que se trataba de un “préstamo familiar” de su madre, su padre y su abuela.

Préstamos personales e hipotecas ultrajóvenes: el caso Espinar dentro del contexto español

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Hemos hablado con Joaquín Fontes Marin, abogado especializado en derecho patrimonial de Madrid, para que nos cuente su visión experta sobre algunos detalles del caso. ¿Es normal que se le conceda un crédito de 92.000 euros a un joven investigador madrileño de 23 años? Según Fontes Marin, en el momento en el que tuvo lugar la compraventa de Espinar, era “muy difícil”.

“Hasta 2007 sí era habitual que una persona sin ingresos, aunque avalado, accediese a una hipoteca, pero no en 2010. La burbuja había estallado justo unos años antes y el crédito estaba muy contenido por parte de los bancos. Veo complicado que a una persona sin ingresos le den una hipoteca, menos para un piso de un valor desmedido, de 140.000 euros”. Según el abogado, para aclarar del todo el asunto habría que ver la constitución de la hipoteca del senador para ver lo que esta dice, ya que si un familiar se hubiese puesto como co-deudor de la hipoteca, sí hubiera sido posible.

Vivienda Pública de Alcobendas pero no para un alcobendense

Lo segundo que hay que aclarar es qué hace de especial el piso de Espinar. El suyo entraba en el régimen de Viviendas de Protección Pública (VPP), que no de Protección Oficial (VPO). En palabras de Fontes Marín:

No es lo mismo una VPO, que se ofrece con muchas restricciones, que una vivienda con un precio tasado dirigida a un público joven. Las condiciones de la concesión de la inmobiliaria decía que tenían que salir una serie de viviendas, el 85%, en adjudicación pública mediante requisitos de una promoción de vivienda protegida (que no de PO) y otras que estaban a nivel discrecional, un 15%.

Es a esa segunda categoría la que consiguió Espinar, al que le permitieron comprar la vivienda sin que tuviera que cumplir ciertos requisitos, como por ejemplo estar empadronado en Alcobendas.

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Urbanización donde está la vivienda protegida que Espinar compró en Alcobendas por 146.224 euros.

¿Y quién accede a esos pisos de la cooperativa que no le piden a sus beneficiarios que no cumplan requisitos? “Al ser discrecional, lo habitual en este país es que esas viviendas siempre vayan a los hijos de, los amigos de, cuñados de", afirma Fontes Marín, "y eso es una verdad absolutamente innegable, siempre hay personas que adquieren ese tipo de pisos discrecionales dentro de las promociones públicas”. Esta mañana el periodista Antonio Maestre también apuntaba a los posibles vínculos entre el padre de Espinar y la empresa que gestionó la concesión del suelo de esas viviendas:

¿Y cuánta gente de 23 años puede acceder a unas condiciones hipotecarias y de acceso a la vivienda como el de Espinar? Según Fontes Marín, muy poca. “En esos años sólo conocí un único caso similar, una joven de 27 años que pudo solicitar un minipiso en el centro de Madrid gracias al dinero de entrada que le cedieron los padres”. En la experiencia profesional de este abogado, el resto de casos no son en absoluto como este. “Eran muchísimo más habituales los casos contrarios, gente que tiene que dejar su vivienda por no poder asumir los costes”.

Por último: ¿es normal que suba el precio del módulo de los pisos hasta un 30% como ocurrió con estos pisos de Alcobendas? Normal o no, es un dato difícil de clarificar, ya que se trataba de una época muy convulsa en el mercado inmobiliario. “En seis años cae la vivienda hasta un 30%, así que esas revalorizaciones se hacían para proteger la vivienda protegida. No es posible saber si él o su padre sabían que iba a cambiar la valoración del módulo de vivienda protegida de la Comunidad de Madrid y que se iba a generar una plusvalía”, explica Fontes Marín.

Ramòn Espinar y las tarjetas black, un vínculo que se podría romper de forma más tajante

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En su comparecencia Espinar no quiso entrar en demasiados detalles sobre la procedencia del dinero prestado, que dividía a lo ofrecido entre sus padres y su abuela. Ramón Espinar, uno de los protagonistas del caso de las tarjetas black, habría sido por tanto uno de los que había ofrecido dinero para que su hijo se costease la entrada de la vivienda. Esto, que ha escamado a varias personas, ha dado pie a teorías sobre la pretensión legal de aquella compraventa anulada.

Para Marín esas teorías “tienen visos de verosimilitud. Podemos estar ante una acción de Ramón Espinar padre que hubiese utilizado a su hijo como pantalla a efectos fiscales y tributarios. Dentro de determinado estamento social, un préstamo o una donación de 60.000 euros no es algo oneroso, entra dentro de la normalidad, pero el motivo huele raro, sobre todo por cómo se han desarrollado los acontecimientos. Por eso es importante que Espinar, para descartar cualquier sospecha, muestre la documentación del caso”.

Pese a todo, el abogado opina que hay que mantener la perspectiva del caso. “El principal problema de este asunto es que Ramón Espinar se ha significado de una manera pública muy fuerte en la lucha del derecho a una vivienda digna, y es grave que haya obtenido una plusvalía tan fácil en tan poco tiempo. Pero lógicamente hablamos de 20.000 euros, que no es apenas dinero”. Es decir, que la recriminación que se le puede hacer al senador no es tanto económica como ética, ya que el “pelotazo”, de ser tal, ha sido minúsculo.

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