Japón quiere que sus jóvenes se muden a las ciudades envejecidas y "vacías". Con 2.000 euros por pareja

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El envejecimiento de la población es un problema latente en Japón. El país asiático ha estado lidiando con una sociedad cada vez más pequeña y una tasa de natalidad en declive desde la década de 1970. Los funcionarios temen que, si no se resuelve, la reducción de la fuerza laboral podría exacerbar la escasez de mano de obra y frenar el crecimiento económico.

Hasta el punto de que una ciudad está ofreciendo pagar a parejas jóvenes para mudarse a conjuntos habitacionales donde viven residentes mayores.

La medida. A partir del próximo mes, la ciudad de Chiba subvencionará hasta 2.000 euros para los recién casados ​​que se establezcan en los edificios. Sólo los menores de 39 años pueden presentarse. Y aquellos reconocidos como "socios de por vida" bajo el sistema de asociación de la ciudad, lanzado para reconocer la unión de parejas LGBTQ en un país donde el matrimonio homosexual es ilegal, también son candidatos.

Es un esfuerzo por revertir el envejecimiento de la población del área. La ciudad espera atraer así a residentes más jóvenes para contrarrestar el envejecimiento de la población en complejos de viviendas. "Esperamos que las parejas jóvenes que potencialmente se muden a estos edificios ayuden a las empresas o llenen las brechas de empleo que estamos viendo en esta área", explicaba Takeshi Tanikawa, subdirector de administración de edificios de la ciudad, en este artículo de Vice.

El problema de Japón. El país tiene la sociedad más envejecida del mundo, lo hemos contado en Magnet.  Y se espera que más del 35% de su población tenga 65 años o más en 2050, una tendencia que plantea riesgos para el crecimiento económico y agota las finanzas públicas. De ahí que incluso se hayan extendido términos como "meiwaku", o "ser una molestia".

Japón vive lo que denominan una “crisis de natalidad”, que lleva descendiendo durante nueve años consecutivos. La fecundidad de Japón se ha reducido a menos de 1,5 hijos por mujer y se debe principalmente al acceso moderno a los anticonceptivos y la priorización del trabajo sobre el matrimonio y la vida doméstica.

Escasez de fuerza laboral. Los funcionarios temen que, si no se resuelve, la disminución de la fuerza laboral podría exacerbar la escasez de mano de obra y frenar el crecimiento económico. Las áreas menos urbanas como la ciudad de Chiba, anteriormente apodada como la "ciudad fantasma", han soportado en gran medida la peor parte de estos problemas. En Japón, como se ve en muchas otras naciones, los jóvenes se mudan a la capital en busca de mejores perspectivas laborales. Esto conduce a una concentración de personas en las grandes ciudades y suburbios que desaparecen.

Soluciones desesperadas. Para sobrevivir, los municipios de esos lugares deben encontrar soluciones creativas para atraer a los jóvenes. En 2017, el pueblo de Kosuge en la prefectura de Yamanashi, comenzó a construir casas pequeñas asequibles para atraer a los jóvenes. En Minamisoma, en la prefectura de Fukushima, se inauguró en 2019 un elegante espacio de coworking que también funciona como alojamiento para brindar a los jóvenes emprendedores lugares para poner en marcha sus negocios.

Para la ciudad de Chiba, un pago en efectivo puede ser el último empujón que necesitan las parejas jóvenes para mudarse, además del pintoresco paisaje de la ciudad y su conveniente ubicación. "Está rodeado por el océano, ríos y grandes parques, pero no está lejos de la ciudad", comentaba Tanikawa. Además, los danchi (conjuntos de viviendas) donde los solicitantes deben vivir para recibir la compensación están ubicados cerca de escuelas, guarderías y tiendas, para que sea un lugar conveniente para vivir para quienes desean formar una familia.

Ciudades envejecidas. Según la ciudad de Chiba, más del 36% de los residentes en estos danchi tienen más de 65 años. Eso es un 10% más que la población total de la ciudad. En algunos edificios, más de la mitad de los habitantes son ancianos. A medida que la población nacional se redujo en un 0,51% en 2021 a 125,5 millones, las prefecturas suburbanas de Japón han visto la mayor caída de población.

Pero incluso la metrópoli de Tokio, durante mucho tiempo un destino principal para la migración nacional y extranjera, ha sido testigo de un declive. En 2021, la población de la capital cayó por primera vez desde 1995, en un 0,27%, en parte porque los estrictos controles fronterizos limitaron el número de trabajadores extranjeros entrantes.

Imagen: Unsplash

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