Animales en las pantallas, "animaladas" de Telecinco o cómo no ser un animal en televisión

Animales en las pantallas, "animaladas" de Telecinco o cómo no ser un animal en televisión
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¿Quién no recuerda a Lassie, posiblemente la perra más famosa del mundo? ¿Quién no se ha enamorado de Babe, el cerdo que quería ser un perro guardián de ovejas? ¿Y Flipper, el delfín que revolucionó las pantallas en los años sesenta? ¿O quién no recuerda al chimpancé que interpreta a la mona Chita en las películas de Tarzán? Estos y otros animales han sido grandes protagonistas en la escena televisiva.

Podemos, quizás, ir haciendo hueco a otros porque el miércoles se estrenó, no sin polémica, el nuevo programa de Telecinco "¡Vaya Fauna!". En él osos, perros, águilas, caballos y muchas más especies protagonizan el primer talent de animales de la televisión de España, o eso nos dicen. En cada gala, diez animales competirán entre ellos. Y según las puntuaciones de un jurado, los dos mejores pasarán a la final y optarán por llevarse un premio de 25.000 euros. Aprovechamos para reflexionar acerca del uso de animales en televisión y publicidad. También vemos cómo se posicionan asociaciones como FAADA (promotora de la campaña Adnimals Free) o entidades como Fauna y Acción, empresa dedicada al alquiler y adiestramiento de animales actores, salvajes y domésticos.

Los animales siempre han estado en nuestras pantallas

Desde hace años los animales son utilizados como estrategia comercial, apelando a los sentimientos sin otro fin más allá que el de fijar conceptos y vender mediante su carisma todo tipo de productos y servicios. ¿Cuántos consumidores no se han emocionado viendo la mirada de un cachorro? ¿O se han comprado un producto por la mascota que estaba impresa en el packaging? ¿O cuántos han recordado una marca gracias a la presencia de una mascota? Seguro que ya se os está viniendo a la cabeza más de una marca, ¿a que sí? A mí se me ha venido este a la cabeza.

Pero si eres de los que superas con creces la veintena, seguro que te habrá venido a la cabeza Pippin, que llegó a nuestras pantallas allá por 1988 (¡el siglo pasado) y que fue ganador, por méritos propios, del Gran Premio del Festival de San Sebastián (hoy El Sol) y todavía hoy hay quien lo mantiene como uno de los referentes publicitarios.

Este es el tercer anuncio de toda una serie de la conocida campaña institucional de TVE, en que se aconsejaba un uso moderado de la televisión. Como vemos, los tiempos no han cambiado. La campaña, titulada “Aprende a usar la televisión”, tuvo una gran resonancia. Fue muy comentada en los medios y ganó numerosos galardones. Era la primera vez que una campaña española conseguía tan alta distinción.

Si nos vamos a un caso algo más reciente, ya de este siglo, nos encontramos con un spot de Samsung que eligió el uso de animales para promocionar su sistema de mensajería ChatOn, con el lanzamiento de Galaxy Note 8. En él, se puede ver a un niño con su nueva tableta Galaxy Note 8 en el que utiliza el sistema de mensajería grupal ChatOn para comunicarse con animales de diferentes especies e invitarlos a una fiesta. Se consigue así transmitir el tan ansiado componente emocional.

Son muchas las marcas que para representar su nombre o su eslogan, utilizan animales salvajes en sus anuncios. En este caso, la marca de coches Jaguar utiliza al animal que le da nombre para este spot.

Parece que no tenían suficiente con contar con dos estrellas de Hollywood y un jaguar que, en 2013, lo vimos compartiendo pantalla junto a una gallina.

Whiskas también hizo uso el pasado año de dos cachorros de leopardo, para seguir con la idea de enseñar el parecido entre los grandes felinos y los gatos.

También la marca Quechua (una de las marcas de Decathlon) volvió a hacer uso de animales salvajes, igual que en 2011, para la campaña “Todos necesitamos calor”. En este caso vemos aparecer en pantalla un cachorro de zorro y de búho, ambos reales, para mostrar el respeto hacia el entorno y la fauna.

También los animales desarrollan su faceta más "cómica", por llamarlo de alguna forma, para que el anuncio cale en el espectador. "¿Crees que las drogas te ayudan?" Te lo pregunto de forma retórica, y solo haciendo mención a la campaña de FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) y la agencia Bungalow25 Circus que, para sensibilizar a los jóvenes sobre los peligros de las drogas decidieron aparecer con una hiena y un avestruz.

No solo los casos los encontramos en anuncios de televisión. Con la tercera parte de “Una noche en el Museo” y, como en las dos películas anteriores, uno de los protagonistas es un mono capuchino. O la película “Balada triste de Trompeta” de Alex de la Iglesia, donde se utilizaron más de 20 animales para el rodaje, todos ellos del Circo Wonderland, el Circo Jamaica y Fauna y Acción. El chimpancé de la película The Wolf of Wall Street, el elefante de "Come, reza, ama", o todos los que aparecen en el filme del "Doctor Dolittle".

Existen otros muchos ejemplos, claro. Estos son, sin duda, algunos para mostrar cómo las marcas (o las películas) que manejan el marketing actual saben que no hay nada mejor como apelar a los sentimientos y emociones para vender que con el uso de animales. ¿También para captar audiencia? Parece que sí. De hecho, como hemos comentado, se estrenó "¡Vaya Fauna!" en Telecinco con un éxito arrasador. Y con una polémica ¿que ha arrasado igualmente?

¡Vaya Fauna los de Vaya Fauna!

El programa se ha estrenado con éxito: con más de 81.900 tuits y un 19% de share, el programa de Christian Gálvez fue lo más visto y comentado de la noche del miércoles. Sin embargo, ha sido duramente criticado en las redes sociales por el uso de animales para el espectáculo y piden su cancelación a través de Change.org.

La polémica, como no, estuvo generalizada por el uso de animales, pero quizás fue la osa Tima, la que más polémica suscitó: "usada en distintos circos, eventos publicitarios, anuncios y cine es uno de los animales más explotados de nuestro país", en palabras de adnimalsfree.org.

Aunque también hubo gente que defendió el programa:

E incluso el propio presentador tuvo que defenderse de tanta crítica:

Pero ¿cuál es la postura de algunas asociaciones implicadas? Hablamos acerca del programa ¡Vaya Fauna! de Telecinco con FAADA, la asociación que promueve la campaña adnimalsfree.org. Y también lo hacemos con Fauna y Acción, empresa dedicada al alquiler y adiestramiento de animales actores, salvajes y domésticos.

FAADA dice NO a "¡Vaya Fauna"!

Hemos tenido ocasión de hablar con Giovanna Costantini, una de las responsables de FAADA, que nos cuenta cómo la propia productora del programa contactó con ellos para que les asesoraran en el propio enfoque del mismo. Algo que, finalmente, no se ha llevado a cabo. En palabras de la asociación "se han fomentado dos tipo de problemas: el uso de animales salvajes en un plató, que puede generar problemas y se ha fomentado el espectáculo de circo con animales". E insiste que "en España hay bastante sensibilidad del uso de animales en espectáculos públicos, sobre todo en circos", y de ahí a que se justifique todo el revuelo que ha rodeado al programa.

Costantini insiste en que la base está en el desconocimiento: "el presentador y la gente del programa comentan que estos animales han participado porque les apetece, lo cual demuestra un total desconocimiento de lo que supone cómo vive un animal salvaje". Y señala el caso de la osa Tima, a la que "hay que alimentar continuamente porque la manipulación del animal por hambre es uno de los métodos de entrenamiento más utilizados". Y si vamos al espectáculo en sí, "no hay palabras para describir qué se siente al ver un oso tocando una trompeta".

E insiste en que la clave está en preguntarse de dónde viene el oso, cómo ha sido entrenado y, sobre todo, dónde acabará cuando no resulte rentable. Pero ¿se cierran totalmente al uso de animales? "Sobre todo a los animales salvajes, puesto que no su entorno". Costantini afirma que "si la ley se cumpliera espectáculos de este tipo no se llevarían a cabo. Cada comunidad autónoma tiene su legislación. Pero en general la ley establece que se debe proteger a los animales, y aún efectuándose denuncias seguimos como estamos".

En Hollywood la lucha es equiparable a la de España. Pero con una salvedad: desde 1980 está presente la organización American Humane Association (AHA), engarcada de supervisar producciones de cine y televisión, otorgando el sello “Ningún animal fue lastimado”. Sin embargo esta institución tiene un agujero: está financiada por la propia industria de Hollywood y se ha visto envuelta en algunas polémicas.

EN Hollywood, desde 1980, está presente la organización American Humane Association (AHA), engarcada de supervisar producciones de cine y televisión, otorgando el sello “Ningún animal fue lastimado”.

Como alternativa proponen hacer un mayor uso de las nuevas tecnologías, que "ofrecen distintas opciones para poder llevar a los animales a las pantallas sin tenerlos que privar de su libertad". Está el caso de EVO banco, donde un grupo de pingüinos, hechos por ordenador, se divierten resbalando montaña arriba. También encontramos el oso panda de Just Eat o el conejo de EasyJet, entre otros.

Fauna y Acción solo participó en la promo de "¡Vaya Fauna"!

También queríamos tener la postura de otro actor importante en toda esta polémica. Y para ello hemos contado con la presencia de Augusto Peralta, uno de los dueños de Fauna y Acción, una empresa que se define como un ligar que imita a un refugio y actúa como tal. Cuentan con una finca de 6 hectáreas y 12 personas en plantilla (entre veterinarios, biólogos, expertos en cría de animales salvajes, entre otros), donde viven animales en cautividad.

A ellos recurrieron los productores del programa para ver si sus animales podían participar en el mismo. Y de hecho, un guacamayo (por cuyos servicios la productora pagó en torno a 300€) estuvo en la promoción del programa. ¿Por qué no más animales? En palabras de Peralta, porque "sí es cierto que tenemos animales, más de 380, pero no están entrenados para hacer un número de circo. Un tigre actúa como tigre, no para hacer trucos o cosas distintas a su propia naturaleza".

"Un tigre que tengo es el que alimenta a otros 6 que no trabajan"

En su caso defiende el uso que se hace desde su entidad de estos animales, ejemplificándolo así: "un tigre que tengo es el que alimenta a otros 6 que no trabajan, que han venido de centros de recuperación o interceptados por la Guardia Civil o interceptados incluso por el caso Malaya". El guacamayo, por su parte, "no sufre ningún daño, ni sufre estrés, pues están entrenados para ello. Están criados desde pequeños y se acostumbran a distintas situaciones". Sin subvenciones de ningún tipo, argumenta, deben financiarse de alguna manera, pues la clave, dice, está en que "salvamos la vida de animales salvajes".

En relación al programa "¡Vaya Fauna!" insiste en que "no sé si se vulnera el derecho de los animales en televisión, cuando un oso, por ejemplo, toca una tompreta. Pero no hay ninguna ley que lo prohíba. De hecho el señor que lleva a ese oso, tendrá toda la documentación necesaria para estar ahí. Lo que no se puede hacer a modo de publicidad como hace FAAD para difundir sus ideas radicales". E insiste: "cualquiera de los animales que fueron a ese plató ha sufrido más que cualquiera de los míos".

Imagen | Andrejs Pidjass

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