Dormir bien se ha convertido en un problema para los españoles. Tanto que ha llegado hasta el Congreso

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Dormir mal es un problema infradiagnosticado. En España, más de la mitad de los españoles no duerme bien y utiliza el fin de semana para recuperar esas horas de sueño perdidas, según indica la Sociedad Española de Sueño. Vamos, que despertarse con la sensación de no haber descansado nada o acabar el día totalmente reventado es el día a día de millones de personas en nuestro país. Ahora, este tema de gran importancia ha llegado al Congreso de los Diputados, donde se ha aprobado una Proposición no de Ley (PNL) que insta al Gobierno a tomar medidas para frenar el fenómeno.

No dormimos bien. El porcentaje de españoles que duerme mal es del 58%, superando al de los que duerme bien (42%). De esos, un 13% no descansa "nada bien", según la encuesta ¿Cómo duermen los españoles?, realizada por Ipsos para la Sociedad Española de Sueño. Con estos datos se demuestra que la calidad del sueño de los españoles no es ni de lejos óptima, ya que duermen una media de 6,8 horas entre semana.

Buscando remedios para dormir. Otros datos sobre la mesa que nos dan una buena pista sobre el problema es la cantidad de fármacos para dormir que se venden en las farmacias de nuestro país. Y la cosa pinta mal: en el último año se vendieron 11,8 millones de cajas (de compuestos sin receta, que van desde fármacos como la Dormidina hasta complementos con melatonina), según la consultora Health Market Research (HMR). Esos son 100.000 más que en 2021 y 800.000 más que en 2020. Se trata de un mercado millonario que ha movido 130,2 millones de euros en sólo un año.

Tal y como se comenta en este artículo de El País, ante la escasez de recursos de la atención médica primaria, muchos doctores acaban recetando este tipo de medicamentos, que están indicados para casos específicos y que se toman más tiempo del que se debería: entre las cuatro y las 10 semanas. Algo que explica que España sea el país con mayor consumo de benzodiacepinas del mundo.

La proposición no de Ley. La Comisión de Sanidad ha aprobado una Proposición no de Ley (PNL) que insta al Gobierno a tomar medidas en torno a la formación de los sanitarios, las guías clínicas y la promoción de hábitos saludables entre la población. El proyecto, aprobado con los votos de todos los partidos, excepto las abstenciones de Vox y Unidas Podemos, quiere solucionar el impacto que tiene en la calidad de vida de la población, mejorando la calidad asistencial, la salud y revirtiendo los efectos negativos que tiene sobre el sistema sanitario.

¿Para qué sirve? Para que los médicos de familia estén mejor formados y tengan conocimientos para ordenar ciertos tipos de tratamientos que sólo 24 centros prestan en España. Hasta ahora, los trastornos de sueño no han sido una especialidad en sí misma ni tiene casi peso en la carrera de Medicina. Por lo tanto, se hace necesario ampliar el camino de esos estudios que cada vez tienen más relevancia en las consultas.

El insomnio, ese mal mayor. El 75% de los españoles se despierta al menos una vez por la noche, y 3 de cada 10 afirman directamente que padecen insomnio. Dormir bien debería ser lo normal, pero los datos indican que para los españoles eso supone un esfuerzo. El 44,2% duerme siete horas todos los días de la semana, es decir, lo mínimo recomendado por los expertos, según esta otra encuesta de Imop-Berbes. El 24,8% asegura que duerme el mínimo recomendado entre cuatro y seis días a la semana, el 18,4% lo hace entre uno y tres días y el 12,6% nunca.

En cuanto a los factores que más influyen en la calidad del sueño, gran parte de los encuestados citan ael estrés como principal problema (50,9%), un porcentaje que aumenta al 92,7% en las personas desempleadas. En segundo lugar, se encuentra una enfermedad o la edad (16,3%), falta de tiempo (9%), malos hábitos o falta de rutinas (6,8%) y exposición a pantallas (1,5%).

Los problemas. El sueño es además importantísimo para prevenir riesgos de salud. A medida que disminuye su calidad, aumenta el riesgo de padecer un buen número de enfermedades y soportar efectos que van desde problemas cardiovasculares a cognitivos, pasando por un aumento en la siniestralidad y una bajada del rendimiento escolar y laboral.

Además, el sueño está involucrado en innumerables procesos fisiológicos, por lo que la mala calidad de este se relaciona con problemas de salud como problemas metabólicos como la diabetes y la obesidad, disfunciones neurocognitivas y problemas de salud mental.

Imagen: Pexels

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