Energía nuclear

España bien podría llegar a 2050 cumpliendo sus objetivos de emisiones cero, fijados por la Unión Europea. Para ello necesitaría unos 400.000 millones de euros, casi un tercio de su PIB actual. Pero el camino existe.

El accidente de Fukushima traumatizó a Japón hasta el punto de clausurar todas sus plantas nucleares. Desde entonces algunas han vuelto, y el gobierno desea que lo hagan muchas más. Incluidas las dañadas en el accidente.

Gente como Elon Musk está llevando acabo experimentos con "mundos de bolsillo". Ellos explicarían a un dios que permite desastres naturales.

Las centrales nucleares españolas estarán operando hasta los 46 y los 47 años. Como mínimo. Endesa quiere llevar a algunas suyas hasta los 50. España afronta así un dilema: cómo sustituirlas cunado llegue el momento.

Estos nuevos prototipos cuentan con núcleos más pequeños capaces de reducir el sobrecalentamiento. Además, la reducción del número de piezas móviles minimiza los fallos y, por ende, el riesgo de accidentes.

El apagón nuclear de Japón tras el accidente de Fukushima provocó que el país dependiera del carbón y el gas para generar electricidad. El precio subió. El consumo cayó. Y más gente comenzó a morir por culpa del frío.

En otoño de 2017 numerosos laboratorios europeos detectaron altos niveles de rutenio-106. La fuente era un misterio: sólo podía provenir de un accidente o una gran fuga. Un estudio la identifica en Rusia, pero el país lo niega.

Un informe de Bloomberg respalda lo que otros analistas ya anuncian a los cuatro vientos: la humanidad consumirá más energía gracias a las renovables que al carbón dentro de no mucho tiempo. Es una muy buena noticia.

La Unión Europea lleva tres décadas impulsando las energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles. Y el más perjudicado de todos ellos ha sido el carbón, contra el que hay una guerra abierta a escala continental.

España afronta decisiones cruciales en materia energética durante los próximos años. La transición energética obligará a apostar claramente por las nucleares (o no) y a impulsar agresivos cierres de las térmicas. ¿Qué opina cada partido?

Series como Los Simpson nos han enseñado que la radiación tiene un siniestro fulgor verde. Pero no es cierto. En realidad ese brillo es de color azul y se debe a un fenómeno llamado radiación de Cherenkov. ¿Para qué puede servirnos?

Hay diversas alternativas a la hora de afrontar los residuos nucleares. España, por el momento, no ha optado por ninguna a gran escala. Suecia, Francia, Finlandia o Países Bajos sí.