Una expedición récord a la fosa de las Marianas descubre vida en el fondo del océano. Y también plástico

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Hemos tocado fondo. Y es una buena noticia. La protagoniza el estadounidense Victor Vescovo, un empresario de 53 años que lleva un año en travesía embarcado en la expedición Five Deeps, buceando por los puntos abisales de los cinco océanos. Ayer anunció su hazaña: en este mes ha podido estar hasta en cuatro ocasiones a 10.935 metros de profundidad.

Récord mundial en inmersión: con esta cifra lo han batido, superando la marca de James Cameron (sí, el director) que con la expedición Deepsea Challenge dijo haber llegado a lo más hondo del Pacífico, en la Fosa de las Marianas. Los nuevos aventureros se sumergieron en el abismo Challenger, también en las Marianas, pero dieron con el punto exacto más profundo del océano. Allí se mantuvo, en el interior de su nuevo y revolucionario sumergible, durante más de cuatro horas.

Bajar a por peces y toparse con matutanos: según BBC, Vescovo se topó con “una bolsa de plástico y varios envoltorios de caramelos” allá donde la humanidad nunca había sido capaz de llegar, creando un elocuente símbolo de los profundos e imprevistos estragos de nuestra inconsciencia. Aunque no debería sorprendernos tanto. A fin de cuentas, hemos llenado el océano de tanto plástico que para 2050 habrá tanto como peces hay en el mar. Es nuestra gran “piscina gigante donde verter basura”, como dijo el mismo aventurero.

Hay nueva vida bajo del mar: como nota más positiva, hemos descubierto también que el suelo marino más hondo del planeta es “beige con una gruesa capa de cieno”, y allí se ven "algunos animales pequeños, transparentes que ondulan gentilmente". Vescovo ha podido documentar la existencia de al menos tres especies de animales no descritas hasta ahora en la ciencia, entre ellas un extraño crustáceo con un largo apéndice, además de algunas medusas desconocidas hasta el momento.

Por la ciencia: en palabras del explorador, todo esto será útil porque “los océanos pueden mostrarnos nuevas especies de vida con bioquímicas únicas que podrían conducir a nuevos materiales o medicamentos". Es decir, que tiene un interés comercial, aunque también existen motivos netamente informativos, ya que puede ayudarnos a desvelar cómo se originó y evolucionó la vida en la Tierra en sus primeros estadios, y también cómo ponerla en marcha en otros entornos.

El misterio azul: vivimos en la gigante canica azul, ese globo cubierto en un 70% por agua y del que, a día de hoy, seguimos sin conocer el 80% de las profundidades del planeta. Sí, tenemos el 80% del fondo de los mares sin explorar y cartografiar, sobre todo con lo tocante a todo aquello que esté a más de cinco kilómetros de profundidad, momento a partir del cual la exploración se vuelve peligrosa y costosa. Así que sí, a día de hoy, tenemos mejor mapeados la Luna, Venus o Marte que nuestro propio subsuelo.

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