Si pensabas que no podían darte más asco las cucarachas, dame una oportunidad. Porque un grupo de científicos está construyendo la mayor base de datos de pedos de animales del mundo y sí, las cucarachas aparecen entre las más de 40 especies animales que tienen flatulencias.
Babuinos, ratas, cebras o iguanas están en el lado de los flatulentos, mientras que los mejillones, las ostras y los cangrejos no. También los pájaros están por encima de esas veleidades fisiológicas (aunque, según parece, por que quieren).
¿Las serpientes se tiran pedos?
Daniella Rabaiotti es zoóloga y trabaja en la Sociedad Zoológica de Londres. Hace unos días, su hermano pequeño se le acercó y le peguntó si las serpientes se tiraban pedos. Eso la dejó pensativa. Por su trabajo, sabía que los licaones (una especie salvaje emparentada con los perros y los lobos que vive en las sabanas africanas) sí que tenían flatulencias. También las tenían las focas marinas de Georgia del Sur (¡y de qué manera!). Pero sobre las serpientes no tenía ni idea.
Así que le escribió a un colega especializado en serpientes. Y la respuesta era que sí. "Las serpientes, a veces, descargan heces como estrategia defensiva y esto suele ir acompañado de lo que podríamos llamar pedos", le explicó David Steen.
La fuerza divulgativa del pedo
Mientras hablaban, Rabaiotti y Steen se dieron cuenta de que las preguntas sobre pedos eran muy muy populares. Sobre todo, en niños. De hecho, es una de las preguntas más frecuentes que se hacen en los zoos. Y qué queréis que os diga: es maravilloso.
Como dice el propio Steen, "no sé para qué puede servir estudiar las flatulencias, pero siempre es divertido ver lo que capta la atención de la gente. Es una oportunidad para interactuar con un público más amplio y traer gente nueva a la conversación".
Aunque, en realidad, la ciencia del pedo es un asunto muy serio y las flatulencias del ganado están detrás de alguno de los problemas climáticos del momento, el potencial divulgativo de las ventosidades les dio una idea.
La gran base de datos
Se propusieron a crear una gran base de datos donde poder consultar si una especie en concreto tenía afición por la ventosidad recreativa (o no). El problema es que, aunque suene a risa, el asunto de las flatulencias es un tema muy técnico. No hay muchos expertos con conocimiento suficiente para determinar a ciencia cierta si una especie sí o una especie no. Tampoco hay demasiados estudios al respecto.
Así que crearon un hashtag "#DoesItFart" (¿se tira pedos?) y crearon una hoja de cálculo donde ir reuniendo los hallazgos. En menos de una semana y con mucho humor, ya han reunido datos sobre más de 80 especies y en los gráficos de Jeff Clements nos dan una idea de que la gran división en el reino animal está, precisamente, en esta importante cuestión.
Pero, ¿qué animales sí y qué animales no?
En el bando del sí
Los licaones ("Todo perro que se respete a sí mismo lo hace"), los primates y en general la mayor parte de vertebrados (excepto los pájaros). De hecho, según se comenta, aunque aquí he de reconocer mi escepticismo, el arenque común llega a usar este recurso fisiológico para comunicarse.
También algunos invertebrados dominan este tipo disciplinas. Mención aparte merecen las cucarachas que, como avisaba al principio, tienen una capacidad innata para producir metano.
En el bando de "Vaya que sí"
No todas las flatulencias son iguales. De hecho, hay algunas especies que madre mía. Por ejemplo, las mofetas, pero también los linces (al menos el lince rojo), las jirafas ("a la altura de la cara del humano medio") o las focas marítimas.
En el bando del Quizás
En principio, hay especies como las arañas, los tejones o los aliens que todos pensamos que sí tienen ventosidades, pero que no se ha podido demostrar. La base de datos también detalla que sorprendentemente los mastodontes no pueden tener flatulencias. Al menos, ya no.
En el bando del No
Ningún molusco tiene flatulencias. Pero existe un debate muy intenso sobre si deberíamos considerar la tinta de calamar como pedo o no. Lamentablemente, la evidencia científica que tenemos no es concluyente.
Otro debate intenso son los pájaros que, según creemos, no se tiran pedos. No obstante, los científicos (y un colaborador que sufrió un pedo aviar de pequeño) están convencidos de que fisiológicamente sí pueden hacerlo. Supongo que están demasiado ocupados ensuciando coches y cuando llegan a al nido no tienen ganas de hacer trabajo extra.
Imágenes | Charles & Clint
