'Ay, qué calor': cuando Telecinco usaba las excusas más absurdas posibles para pasear a chicas en tetas

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Una versión anterior de este artículo se publicó en 2017.

En la historia de la televisión de nuestro país hubo una era oscura a principios de los 90 que ahora, tres décadas después, igual nos costaría reconocer. La combinación de los primeros años de las televisiones autonómicas con el amanecer de las privadas dio lugar a una explosión de programas de bajo presupuesto que buscaban atraer al público con un arma bien conocida en la televisión italiana: las azafatas en bikini.

¿Quién no se acuerda de las Mama Chicho, aquel cuerpo de baile explosivo y divinos atuendos que amenizaba los programas de variedades de Telecinco? Cuantos más minutos de chicas con la mínima ropa posible, aunque fuese con las excusas más inverosímiles, mejor. Si hacía falta, hasta se inventaba un concurso en el que había que adivinar que frutas llevaban en sus pezones. ¿No nos créeis? No pasa nada, os presentamos 'Ay, qué calor'.

Telecinco y las azafatas "frutitas"

"En la pista dando brincos, la colección de tetas que hacen bulto en Telecinco". Es un verso de una canción de Joaquín Sabina publicada en 1992, y que resumía perfectamente la estrategia de la cadena en sus inicios. 'Ay, qué calor' la encarnaba al 100%, tal y como recordaba en Twitter el dibujante de El Jueves Rául Salazar, que diseccionó en un hilo su primer programa.

En realidad, 'Ay, qué calor' era una adaptación de un formato importado, cómo no, desde la Telecinco italiana, titulado 'Colpo grosso'. Su mecánica era la misma: dos concursantes participaban en un juego de preguntas y respuestas cuya finalidad última era que las azafatas enseñaran los pechos todas las veces humanamente posibles. En un ejemplo de su ingeniosa coartada argumental, cada concursante tenía que adivinar qué fruta llevaban pegada en los pezones. Ni en 'El tiempo es oro'. Éxito asegurado.

Tras la emisión del original en las madrugadas y de causar tremendas cifras de audiencia, la cadena española se animó a producir su propia versión y se buscó a sus propios presentadores, a saber: Luis Cantero (vestido de capitán de crucero entre 'Vacaciones en el mar' y los Carnavales de Cádiz) y la ex Miss España Eva Pedraza. Porque Telecinco también emitía las galas de elección de Miss España. Y presumía del cuerpo de baile más atómico de la tele: las Cacao Maravillao.

Las azafatas que se dedicaban al strip-tease más gratuito de la televisión (con desnudo integral incluido) española eran las Chicas Chin Chin. Todo aquel invento se emitió, eso sí, durante un sólo verano, el de 1991, primero en las madrugadas de los jueves y, después, en las de los sábados.

Aquel horario era el de lo erótico festivo en la televisión española a principios de los 90. Y lo casi porno fue un arma muy utilizada en la competencia entre todas las cadenas por despuntar en un panorama en el que, de repente, ya no existían sólo los dos canales de TVE. Hasta ésta se subió al carro con el strip-tease que finalizaba el espacio de entrevistas 'Un día es un día', presentado por Ángel Casas (Javier Sardá y 'Crónicas marcianas' no inventaron nada en ese aspecto).

Luis Cantero justificaba que 'Ay, qué calor' fuera más soft porn disfrazado de concurso al decir que "éste es un programa polémico como todos los relacionados con el sexo. Y eso es lo que queremos. Hay mucho hipócrita para los que la crítica es sólo una excusa para ver lo que creen que no se debe ver. A mí el hecho de que la gente se desnude me parece muy bien; al fin y al cabo todos nacemos desnudos. Yo mismo tengo una foto desnudo a doble página en un libro que publiqué hace tiempo". Y 'Ay, qué calor' no era el único programa que utilizaba a chicas medio desnudas como principal reclamo.

De las Mama Chicho a las "monleonetes"

De hecho, Telecinco llenaba de azafatas en bikini hasta sus espacios deportivos. Porque una de las ideas más locas de la cadena fue poner a Manolo Escobar y Loreto Valverde a presentar un programa que resumiera la jornada de la Liga de fútbol, rodeados, cómo no, de chicas ligeras de ropa y con el clarísimo título de 'Goles son amores'. Sólo duró una temporada, la de 1992/93, en la medianoche de los lunes. ¿Cómo pudo fracasar semejante idea?

No quedaba ahí el asunto. Los principios de los 90 eran terreno fértil en la cadena amiga para ideas todavía más estrafalarias. Como darle a Jesús Gil un ¿talk show? que presentaba metido en un jacuzzi con varias chicas en bikini. 'Las noches de tal y tal', se llamaba, y también se emitió en el mismo verano de 1991 que fue un Big Bang de locuras en Telecinco.

Si pensáis que Telecinco no podía ir más allá, os equivocáis. El gran exponente de esa erotización y objetificación de las azafatas totalmente gratuita era 'Tutti Frutti', un programa de humor que combinaba sketches, actuaciones musicales, vídeos caseros y que amenizaban las bailarinas más famosas de España en aquella época: las Mama Chicho. La cadena las metía hasta en especiales navideños.

'Tutti Frutti' era la gran apuesta de la cadena en sus inicios. Llegó a emitirse incluso después de 'Sensación de vivir', y las labores de presentación se las llegaron a repartir Raúl Sender, Pepe Viyuela, Esperanza Roy y Cruz y Raya. Una alineación imparable.

Sin embargo, había una cadena capaz de competir de igual a igual con Telecinco en cuanto a sexismo gratuito y festivo, Canal 9. Su carta de presentación, 'El show de Joan Monleón', era un concurso-varieté con sus propias azafatas, las monleonetes, que aparecían de esta guisa.

Sí, eso eran huchas simulando ser tetas. No hay más que añadir, Señoría.

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