La humanidad ha encontrado a su nuevo símbolo político favorito. Es un ganso

Goose Game Politica
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En tiempos de zozobra, la humanidad siempre ha recurrido a figuras extrañas para liderar su lucha, su resistencia, su camino hacia alguna parte por errático y absurdo que parezca. Llámese Juana de Arco, Maximilien Robespierre o Greta Thunberg. O para el caso que nos ocupa, un ganso. Un ganso diseñado por un estudio de videojuegos cuya única misión consiste en hacer la vida imposible a los seres humanos. Un ganso nihilista, la máxima expresión de la rebeldía existencial. Un ganso que, de la noche a la mañana, se ha convertido en un símbolo total.

¿Qué es? Hablamos, obviamente, de Untitled Goose Game, el videojuego desarrollado por House House y publicado por Panic. Su funcionamiento es muy simple. El jugador se convierte en un ganso cuya única misión es molestar, torpedear y sabotear la vida diaria de una pequeña comunidad rural. Como gansos, debemos sustraer objetos de alto valor para nuestros vecinos humanos, destrozar sus pertenencias, arrastrarles a lugares peligrosos, conseguir que se den de bruces contra el suelo, vandalizar sus jardines y zonas comunes, contaminar su comida. Eres la viva encarnación del caos, y tienes un pico y un graznido para lograrlo.

¿Por qué? Es una buena pregunta. La industria del videojuego se ha acostumbrado a simuladores aparentemente absurdos donde transmutamos en cabras o perros con el objeto de... Ser cabras o perros. Pero Goose Game ha ido un paso más allá, dotando de razón de ser al animal. Ha transformado un elemento cotidiano (un pato grande) en el sueño húmedo de todo adolescente rebelde: ¿qué pasa cuando causar el mal no tiene consecuencias? ¿Qué pasa cuando no rindes cuentas por el daño que causas a los demás? Pura apología de la anarquía.

El meme. Y como tal, el ganso se ha transformado en un símbolo, un lienzo en blanco sobre el que volcar cualquier lucha política o identitaria que se precie. La imagen de un pato doblegando a los humanos es el retrato de una relación de poder. Nuestro querido pato es un icono de cualquier lucha telúrica contra una autoridad constituida. Y como tal, es un meme:

La política. En ese contexto, hay quien ha querido ver connotaciones políticas concretas: el ganso sería una proyección SJW, los "social justice warriors" prestos a identificar relaciones de opresión hacia las minorías en cualquier conflicto del día a día. Medio en broma medio en serio el ganso ha pasado a verbalizar y simbolizar eslóganes progresistas, al albur de algunos comentarios un tanto despistados en 4Chan y en Twitter. Desde "rechaza la heteronormatividad" mientras desespera a un humano en busca de sus gafas hasta "destruye el capitalismo antes de que nos destruya a nosotros". Resistencia y revolución.

Más allá. Lo cierto es que el ganso vale para todo: ya sea la Corte Suprema del Reino Unido desbaratando los planes de Boris Johnson o cualquier inside joke del mundo de los videojuegos, incluyendo a Zelda o The Last of Us. Más allá de sus connotaciones políticas, el carácter arbitrario del ganso lo convierte en un objeto político universal. Cualquier idea, cualquier llamada a la resistencia o al caos puede ser amoldada a su tiranía amoral, a su poder absoluto. Es la sensación de Internet, dentro y fuera del videojuego. Ya no importa lo mucho que corras. A la vuelta de la esquina está el ganso esperándote.

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