Todas las cosas del anuncio de Lotería de Navidad que nos hacen odiar la Lotería

Todas las cosas del anuncio de Lotería de Navidad que nos hacen odiar la Lotería
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Lo más esperado cada Navidad en España ya no es el anuncio de Freixenet, es la nueva propuesta demagógica que la agencia Leo Burnett y el director Santiago Zannou (ganador de un Goya) se saquen de la manga. Hace dos años nos deshicimos en lágrimas con Manuel y Antonio, dos vecinos en una relación de poder asimétrica por la que el pobre era finalmente salvado por el afortunado ganador. 12 meses después estábamos con Justino, trabajador malrollero de la fábrica de los maniquíes al que los demás compañeros se vieron obligados a recompensar aunque nunca había comprado su propio décimo.

Pero ahora el dúo pisa el acelerador y no decepciona. Carmina, maestra jubilada de Villaviciosa (Asturias) cree que le ha tocado el gordo al ver un video que recoge el sorteo de la edición del año pasado. No te creerás lo que ocurrió a continuación (y si aún no lo has visto es tu momento):

¿Ya has dejado de llorar? Bien. Es el turno de los gruñones. No es que el spot no nos parezca bueno. Es buenísimo a la hora de lograr sus objetivos. Pero también tiene una serie de graves problemas formales, narrativos e incluso éticos que no hemos podido evitar listar a continuación:

Porque retrata, literalmente, un mundo gris

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De verdad, no hay ninguna razón para seguir usando el mismo truco que en los episodios anteriores (recordemos, Campofrío también usa este recurso). No hay por qué seguir aplicando ese filtro de tonos desaturados para darle un halo de depresión social a las ficciones. Como sigamos con esta tendencia los anuncios acabarán pareciéndose a La Lista de Schindler.

Porque parecen dispuestos a no dejar ninguna figura nacional sin tocar

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De parado a trabajador ignorado a septuagenaria salvadora. El porno emocional ha obligado a colocar a la abuela como eje retórico sobre la Navidad española. ¿A quién le tocará el año que viene? ¿A una madre soltera desahuciada? ¿A algún mendigo en la cola de un comedor social que se encuentre el boleto en el suelo y reparta el premio con el resto de sintecho? Uh, puede que al escribir esto estemos dando ideas.

Porque parece que está bien engañar a ancianas

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La abuela fuma. La abuela está chocha. Aunque las imágenes y, sobre todo, la machacona música trate con un cariño condescendiente a Carmina, la realidad es que quieren decir que la señora está pallá y que entre todos van a hacerle vivir un fraude moral en forma de remake de Goodbye Lenin por 24 horas. Según la ficción del corto, posiblemente la mujer acabe llorando al día siguiente cuando se choque de bruces con la realidad. Desde Magnet estamos totalmente en contra de este argumento. Además: SI HAY ALGO QUE SABEN LOS ABUELOS ES EL DÍA EN EL QUE VIVEN.

Porque los millennials siguen siendo el hombre de paja

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Claro, los millennials tienen la culpa de todo. Vagos redomados, maltratadores psicológicos de personas mayores. Aunque el nieto del spot se redime en segundo y tercer acto, bien le haría meterse a Hermano Mayor a aprender un poco de modales. Es evidente por su obsesión con el teléfono que los jóvenes de hoy en día no quieren a su familia. Juventud corrupta y sin valores.

Porque sin un poco de figuras autoritarias el spot no tendría sentido

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¿Qué hace la Guardia Civil escoltando a la comitiva como si fuera la Vuelta a España? En serio, es Villaviciosa, no hay tráfico por esas carreteras.

Porque es un anuncio que aprobaría el UKIP o el Frente Nacional

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Haciendo de este remoto pueblo de Asturias todo un símbolo nacional, los creadores han gestado (presumiblemente sin querer) un corto propagandístico que le encantaría a los partidos supremacistas. A fin de cuentas, Tazones vive una absoluta y clamorosa ausencia de inmigrantes o población no-blanca y así se ve en el spot. Aunque, si fuésemos a la demografía real de España, tenemos un 10% de inmigrantes, más por supuesto, toda la segunda generación, los españoles con padres de origen extranjero ya plenamente adaptados al país.

Porque, ¿por qué Tazones?

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Si nos ponemos en este plan… a ver, ¿por qué nunca un anuncio de este tipo tiene lugar en CASASIMARRO, CUENCA?

Porque su costumbrismo nos recuerda la miserabilidad laboral española

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Las peluqueras, los posiblemente prejubilados tertulianos del bar, la joven graduada en periodismo sin trabajo, los pescadores y trabajadoras de línea hiperprecarizados... Todos ellos importantes rostros del anuncio, pero también de muchas zonas reales de nuestra piel de toro. Es el catálogo nacional de la debacle laboral de un país que sigue teniendo un 23% de paro. Normalizar o romantizar este reflejo de España es peligroso.

Porque alimentan una solución individualista y selectiva a problemas colectivos

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En esencia, de eso se trata la lotería, ¿no? Un juego de azar en el que las posibilidades de ganar son infinitamente más bajas que su posible recompensa, una forma de delegar la responsabilidad colectiva de hacer del país un lugar mejor para todos y cambiar esa lucha por otra más individualista en la que el 1% (los ganadores del sorteo) puedan sustentarse en el 99% (los que compran décimos que jamás saldrán premiados). Puede que las políticas de austeridad hayan empobrecido al país, pero ey, siempre puede tocarte el gordo.

Muy bonito eso de hacernos creer que esto va de celebrar la dicha con el pueblo, pero al final hasta la misma Carmina lo dice: sólo compartirá el dinero con la familia.

Porque, de verdad, son la última esperanza de mucha gente

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Mucho más triste que el hecho de que exista este sorteo, o de que se elaboren piezas lacrimógenas para apelar a los sentimientos más bajos, está la verdad ineludible que sólo está presente en el video como subtexto: hay personas que sólo saldrán del pozo si les toca la lotería. Crossover de las piezas de Zannou y Burnett con Los juegos del hambre YA.

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