Veranos de los anuncios de cerveza Vs. veranos reales

Veranos de los anuncios de cerveza Vs. veranos reales
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Con la llegada en los últimos meses de 'El Ministerio del Tiempo' y 'Refugiados' muchos han celebrado que por fin haya ciencia-ficción española en la televisión patria. Sin embargo lo cierto es que ya desde hace unos años tenemos ciencia-ficción made in spain en las parrillas de las cadenas nacionales pero no en forma de series o películas sino de anuncios. Anuncios veraniegos de cerveza, concretamente.

Anuncios cada vez más largos y con más medios que nos presentan veranos de ensueño que muchas veces difieren un auténtico mundo del verano tipo del españolito medio. Como ya gira por la parrilla televisiva el trailer del anuncio (sip, los anuncios ya tienen trailers) de este verano de Estrella Damm, la gran estrella (valga la redundancia) de este tipo de publicididad-scifi, vamos a hacer un ejercicio de Expectativas Vs. Realidad veraniegas con el que intentaremos que la producción de Alejandro Amenabar nos duela menos cuando la recordemos en el Cercanías camino del trabajo.

Expectativas: Los veranos de los anuncios de cerveza

  • Las vacaciones duran entre 2 y 3 meses y te las pasas en rincones idílicos del Mediterraneo enteritos.

  • Te pillas un casoplón en primera línea de playa para hacer barbacoas con un montón de gente guapa.

  • Y un barquito velero para moverte entre las islas y hacer fiestacas.

  • Conoces a dos pibones sacados del catálogo de Victoria's Secret que se pelearán por ti y por tus atenciones.

  • Les darás paseitos en Vespa por carreteras secundarias para que se sientan Audrey Hepburn.

  • Ellas, en contraprestación se ducharán con la puerta abierta en tu casoplón playero.

  • Todas las noches fiestas en la playa con sus hogueras, sus luces de colores y sus guitarras.

  • Toda la música que escucharás será pop fresquito internacional, de buen rollo.

  • Le harás un par de huevos fritos a Ferrán Adría... y se los comerá muy a gusto.
  • Te despedirás del verano con un morreo de esos de película, de hacerle un repaso a las muelas del juicio, mientras atardece en el puerto.
Estrella Damm

Realidad: Los veranos de todo hijo de vecino

  • Pillas dos semanas juntas de vacaciones en verano y da gracias. De todas formas, el parné sólo te da para unos cinco días de playeo. El resto a piscina de urbanización... peor aún, ¡piscinas municipales!
  • Buscas hotel o miras en Airbnb alojamientos alternativos. Miras esos precios. Te tienen que reanimar con electro-shocks. Terminas de camping o en un hostal de mala muerte.

  • Y de barquito velero ni hablar, que son muy caros... y tampoco es que sepas diferenciar entre babor y estribor ni lo que es un cabestrante, la verdad.

  • Te crees Manolo LaNuit pero no te comes ni un colín. Las chicas, para estos menesteres veraniegos, los prefieren petaos musculocos cuya mayor aspiración sea ser tronista de 'Mujeres, Hombre y Viceversa'.

  • Vespa + chancletas + carreteras secundarias made in spain = visita al centro de salud casi asegurada al 100%. No seas loco.

  • A los únicos que vas a ver duchándose desnudos será a tus compañeros de habitación en aquel cuchitril de hostal donde la intimidad brilla por su ausencia. Puta vida, tetes.

  • Botellón en la playa sin luces, para que no llegue la Guardia Civil... que termina haciendo acto de presencia. Las puretonas con las que estabais intentando ligar huyen despavoridas. Dejan con vosotros un "paquetito" bastante sospechoso.

  • Pachangueo, pachangueo everywhere.

  • Y olvídate, no vas a montar un festival en una cala perdida con grupos del FIB

  • Vas a terminar sobreviviendo a base de kebaps y tortillas recalentadas y lo sabes.

  • Los únicos famosos que verás serán Leticia Sabater y su himen nuevo.

  • Y terminarás el verano con un terrible atasco a la entrada de Madrid mientras todos los ocupantes del coche os echáis en cara cosas como "si no te hubiéramos tenido que llevar al hostal porque estabas borracho, me hubiera ligado a la alemana aquella", "jo, macho, roncas como un búfalo en celo" o "a mi me faltan dineros, seguro que alguno habéis puesto de menos en algún momento".

Pero, ¡que diantres!, aunque nuestros veranos no se parezcan a los de los anuncios, nos siguen molando.

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