EEUU se confiesa: no quiere dañar el progreso tecnológico de China. Lo que le aterroriza es su desarrollo militar

  • Antony Blinken, el Secretario de Estado, asegura que las sanciones a China solo persiguen proteger a EEUU

  • Varios senadores republicanos están empeñados en endurecer aún más las prohibiciones a las empresas chinas

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Antony Blinken, el Secretario de Estado de EEUU, suele actuar como el contrapunto de Gina Raimondo, la Secretaria de Comercio de la Administración estadounidense. La postura que suele adoptar esta última ante los medios de comunicación en el contexto de la guerra tecnológica con China suele ser beligerante. Sin embargo, Blinken a menudo se decanta por hacer declaraciones con un cierto talante conciliador. De hecho, acaba de hacerlas.

El viernes pasado durante una entrevista en la radio pública nacional defendió que las sanciones que está aprobando EEUU no persiguen socavar el desarrollo económico o tecnológico de China; tan solo pretenden proteger los intereses y la seguridad de EEUU. Es evidente que con estas declaraciones Blinken pretende armar su discurso sobre la necesidad de impedir que el Gobierno de Xi Jinping utilice las tecnologías estadounidenses para fortalecer su desarrollo militar.

Antony Blinken tiene el enemigo dentro de casa

En el contexto de tensión que domina la relación que sostienen EEUU y China cualquier declaración de algún miembro competente de sus Gobiernos que sirva para apaciguar un poco el panorama es bienvenida. No obstante, probablemente este no era el único propósito de Blinken cuando hizo su declaración el viernes pasado. Con toda seguridad sus palabras también perseguían reforzar sus motivos de cara a los países cuya economía se está viendo afectada por las sanciones, como Países Bajos, Alemania o Japón.

"Nosotros estamos protegiendo únicamente nuestra tecnología más sensible y con la capacidad de comprometer nuestra seguridad"

"Huawei acaba de lanzar un nuevo ordenador portátil que está potenciado con capacidades de inteligencia artificial (IA) gracias a que incorpora un chip de Intel [...] Creo que esto demuestra que nosotros estamos protegiendo únicamente nuestra tecnología más sensible y con la capacidad de comprometer nuestra seguridad. No tenemos ninguna intención de torpedear el comercio, ni mucho menos de contener o frenar el desarrollo de China", sostuvo Blinken durante la entrevista para afianzar el núcleo de su discurso.

Sin embargo, las palabras del Secretario de Estado podrían verse comprometidas más pronto que tarde. Y es que varios legisladores del Partido Republicano han criticado abiertamente que el Departamento de Comercio haya permitido a Intel y Qualcomm continuar vendiendo algunos de sus chips avanzados a las empresas chinas. Michael Gallagher, que preside el Comité de la Cámara de Representantes dedicado a China, no entiende por qué en la coyuntura actual los fabricantes de semiconductores estadounidenses tienen permiso para seguir vendiendo circuitos integrados de vanguardia a Huawei.

"Uno de los mayores misterios que se producen en Washington D.C. es por qué el Departamento de Comercio continúa permitiendo que la tecnología estadounidense siga siendo enviada a Huawei". Esta declaración de Gallagher no es otra cosa que una medida de presión al Gobierno de Joe Biden que persigue forzarlo a endurecer aún más las sanciones a China. Por el momento ni el Departamento de Comercio ni Intel se han manifestado, pero cabe la posibilidad de que el permiso que ha permitido a Intel vender a Huawei procesadores para portátiles no sea renovado cuando expire a finales de este año.

Imagen | Ejército Popular de Liberación

Más información | Reuters

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