Estancamiento y deuda: la receta del fracaso para que Italia ya sea más pobre que España

Estancamiento y deuda: la receta del fracaso para que Italia ya sea más pobre que España
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En septiembre de 2008, días antes de que Lehmann Brothers causara la mayor crisis económica global del último siglo, José Luis Rodríguez Zapatero exclamó célebremente: "España superará a Italia y Francia en renta per cápita". Apenas un año después el país se abocaba a una recesión sin precedentes, al estallido de la burbuja inmobiliaria y a una hecatombe financiera cuya digestión ha sido larga y dolorosa. Diez años después, sin embargo, su presagio se ha cumplido.

El informe del FMI. Al menos parcialmente. Porque sí, los españoles ya hemos superado a los italianos en riqueza. Es al menos lo que se desprende de un estudio del Fondo Monetario Internacional que evalúa el estado de las economías de mundo. A la española, de un tiempo a esta parte, le va relativamente bien. Está creciendo. Tanto que su PIB per cápita, ajustado por poder adquisitivo, ya está por encima del de Italia. Era un viejo anhelo de la España pre-crisis.

¿Mérito o demérito? El FMI atribuye la estadística a dos fenómenos separados: por un lado, al rápido crecimiento de España desde que tocara fondo allá por 2012; segundo, al estancamiento proverbial de la economía italiana de la última década. La economía transalpina jamás llegó a recuperarse del todo de la crisis económica en gran medida porque su cuadro previo a la recesión ya era preocupante: crecimiento marginal y una deuda gigantesca casi incomparable en Europa.

España ya ha recuperado sus niveles previos a 2008. Ha sido una década perdida. La cuestión es cuántas le quedan a Italia por delante.

Qué será del futuro. Las trayectorias divergentes irán a más durante los próximos años. El estudio calcula que durante el próximo lustro España aventajará en un 7% a Italia en términos de riqueza per cápita. Sería algo excepcional desde el final de la Segunda Guerra Mundial: cuando Zapatero declamó sus famosas palabras España aún estaba un 10% por debajo de su vecino mediterráneo. Lo que indica el grado de inexorable decadencia que arrastra la economía italiana.

La ventaja española sobre la italiana no se mediría en PIB per cápita absoluto, sino relativo.

Competencia secular. Como se cuenta aquí, Italia y España han mantenido una latente competición por su riqueza relativa durante siglos. La igualdad actual surge de aquella, si acaso el largo impás de la Guerra Civil y de la dictadura, sumado al boom industrial italiano a finales del siglo XIX, desequilibró la balanza. La entrada en la Unión Europea permitió a España converger. La recuperación de su tejido industrial ha vuelto a inflar su crecimiento hasta llegar a Italia.

El problema es Italia. Si echamos un vistazo al resto del continente, parece claro que Italia atraviesa un letargo dramático. El FMI también calcula que países del antiguo bloque comunista como República Checa o Eslovaquia podrían estar por encima del poder adquisitivo transalpino dentro de cinco años. Era algo que parecía impensable cuando cayó el muro o incluso cuando ambos se unieron al espacio comunitario hace catorce años. Ahora es una posibilidad real.

La fórmula española. ¿Y cómo lo ha conseguido España? La receta del éxito es variada: conlleva una dura devaluación interna (salarios a la baja), reformas institucionales y una mayor flexibilidad en el mercado laboral. Los resonantes datos macroeconómicos de la economía española se sustentan en gran medida sobre una fuerza trabajadora más precaria y temporal. España no se acerca sólo hacia Italia: también hacia Francia (un 12% más pobre hoy, un 28% más pobre en 1987).

Eso sí, Alemania sigue muy lejos: si España era un 32% más pobre a nivel relativo en 1987 hoy sigue en el mismo nivel (31%).

Imagen | Andrea Schaffer/Flickr

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