La temperatura en un almacén de Amazon era demasiado alta para trabajar. Así que la empresa trucó los termómetros

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Este verano las altas temperaturas han sido motivo de preocupación laboral en decenas de países. Sobre todo para aquellos que trabajan en lugares cerrados y mal ventilados o para los repartidores que tienen que moverse bajo el sol. En Xataka hemos hablado de la normativa vigente en estas situaciones de clima extremo. De hecho, cientos de trabajadores en un centro de Amazon en California, EEUU, organizaron una huelga la semana pasada tras la muerte de un trabajador durante una ola de calor.

Ahora, un informe sugiere que Amazon falsificó las temperaturas en otro almacén para no cerrar. A pesar de las temperaturas récords, los termómetros no subieron de 25ºC en sus almacenes. Pero los empleados llevaron los suyos y demostraron que estaban a 32-35º C.

Pillados. Los trabajadores de este centro sentían que las temperaturas que la empresa mostraba en un monitor junto a la entrada de las instalaciones no reflejaban el calor que vivían cada día. Y claro, no esperaron a que Amazon decidiera tomarse su salud en serio, así que las documentaron por su cuenta. Distribuyeron termómetros de mano entre los trabajadores para medir de forma encubierta las temperaturas en el lugar de trabajo y luego compararon los resultados con los "oficiales" de Amazon.

Las temperaturas que el gigante tecnológico mostraba en su monitor se mantenían alrededor de los 21 y alcanzaban su punto máximo en los 25. Según el informe de los trabajadores, en la zona de carga, donde decenas de trabajadores cargan y descargan mercancías de los aviones, las temperaturas eran de entre 24 y 32. Pero las interiores alcanzaron los 36 durante varios días. Y uno de ellos hasta 49 grados.

¿Por qué? Primero, para no detener la producción. Y segundo, porque cuando las temperaturas en las áreas de trabajo al aire libre superan los 26 grados, la División de Seguridad y Salud Ocupacional del estado requiere que los jefes brinden acceso a sombra, capacitación y agua, y garanticen el derecho a descansos preventivos para refrescarse. En condiciones de mucho calor, cuando hay 35 grados o más, los jefes deben recordar a los trabajadores las prácticas seguras y observarlos en busca de signos o síntomas de enfermedades por calor. Algo que no hicieron.

La respuesta de Amazon. Ha sido la esperada. La portavoz, Mary Kate McCarthy Paradis, calificó los hallazgos del informe como "engañosos e inexactos". Y explicaba que el edificio KSBD cuenta con un equipo de profesionales de seguridad que controlan la temperatura y toman medidas cuando es necesario. De hecho, el documento de los trabajadores señala que después de quejarse al jefe, Amazon tomó medidas de inmediato para abordar algunas preocupaciones, como el suministro de agua fría, hieleras y paquetes de electrolitos. También alentó más pausas para refrescarse y en algunas áreas interiores puso más ventiladores.

La tendencia. El fenómeno responde a un creciente movimiento laboral en Amazon que se traduce en más sindicalización y más protestas. Es bien sabido que los objetivos de rendimiento de Amazon son, desde un punto de vista empresarial, encomiables. Pero desde hace años, muchos trabajadores han descrito las malas condiciones y explotación que sufren en su puesto de trabajo, desde orinar en botellas de agua porque vivían con miedo a ser amonestados por su 'tiempo de inactividad" a ritmos de empaquetamiento de unas 2.000 unidades por día, es decir, cuatro artículos por minuto.

Además tal y como hemos contado en Magnet en otros artículos, la empresa registra más lesiones que otras del mismo sector. El año pasado, una investigación del Washington Post descubrió que los trabajadores de los almacenes de Amazon sufren casi el doble que otras empresas. 

En España. También en Xataka hemos hablado largo y tendido sobre las obligaciones a las que están sujetas las empresas en España. Las normas de prevención de riesgos laborales establecen que "en los lugares de trabajo al aire libre, o en los que por la actividad desarrollada, no pueden quedar cerrados, deberán tomarse medidas para que los trabajadores puedan protegerse de las inclemencias del tiempo". La normativa fija que las condiciones deben ser en espacios cerrados de una temperatura entre los 17 y 27º para trabajos sedentarios y de entre 14 a 25º para los ligeros.

Además, la empresa debe suministrar agua o crema solar a sus trabajadores sin que estos tengan que comprarla. Si todo esto se viola, el empleado tiene derecho a interrumpir su actividad y abandonar el puesto de trabajo si considera que la actividad tiene un riesgo para su salud. Y, entre los derechos garantizados, está el de conservar el salario.

Imagen: GTRES

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