La mansión que aparece en el regreso de 'Succession' es real. Pertenece a un millonario que sufre para permitírsela

Fireshot
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El esperadísimo regreso de 'Succession' nos ha brindado, en el primer episodio de la cuarta temporada, el retrato de una familia Roy más enfrentada y furiosa que nunca. En esta última tanda de episodios parece que vamos a ver al clan de millonarios fragmentado y con los hijos haciendo piña para robar el imperio mediático de Waystar RoyCo a su padre.

El casoplón de los chicos. En la primera escena de este capítulo. después de asistir al (como siempre) pochísimo cumpleaños del patriarca Logan Roy, asistimos a los planes de sus tres hijos para fundar una empresa de noticias que le robe el protagonismo, The Hundred. Lo hacen en una casa lujosa y apartada de la ciudad y que deja bien claro el altísimo nivel económico de la familia. Lo curioso es que esa casa existe y es real: es propiedad de Austin Russell, fundador y CEO de Luminar Technologies y valorada en 83 millones de dólares.

La casa está en Pacific Palisades, un barrio residencial del oeste de Los Angeles, a unos treinta kilómetros del centro de la ciudad. Tiene nada menos que seis dormitorios y dieciocho baños. Entre sus comodidad incluye cine privado, spa, dos habitaciones del pánico y tejado móvil para contemplar las estrellas. Al dormitorio principal se accede con un escáner de retina. Entre sus vecinos más famosos, Russell tiene a Tom Hanks.

Pero... ¿quién es Austin Russell? Un millonario de 28 años que, lo sentimos mucho, ahora no tenemos más remedio que imaginar como adicto a las costumbres íntimas de Roman Roy. Forbes le dedicó en su día un artículo detallando sus logros, denominándolo el "millonario hecho a sí mismo más joven del momento", y valorando su fortuna en 1.600 millones de dólares. En julio de 2021, cuando vendió 10 millones de acciones de su empresa Luminar, por valor de 220 millones de dólares, se pudo permitir la mansión.

Llegó a esa posición después de cinco años trabajando sin llamar la atención, como cuenta esta pieza de The Verge. Ahí fue donde creó el hardware y software que sostiene su proyecto Luminar, y que arrancó gracias a una beca de 100.000 dólares para jóvenes empresarios que le permitió abandonar sus estudios de física en Stanford. Con solo 25 años, tres años después, ya era millonario.

Soy el mago de las finanzas. La tecnología que inventó Russell en esos cinco años en 'modo de camuflaje profundo', como a él le gustaba decir, se llamaba Lidar, por 'Light Detection and Ranging', es decir, 'Detección y localización lumínica', un método de teledetección que utiliza láseres para generar información sobre espacio tridimensional. Es un sistema especialmente útil en coches autónomos, para que detecten obstáculos y conduzcan de forma más eficiente. Según Quartz, algunas empresas como Volvo la han incorporado a sus vehículos, mientras que gente también experta en dinero y cómo gastarlo, como Elon Musk, llegó a calificar la idea de "jodidamente estúpida".

Luminar salió a bolsa a través de un acuerdo SPAC de 3.400 millones de dólares con Gores Metropoulos en 2020 y ha intentado convertirse en el líder de su sector, sobrepasando a rivales como Velodyne, que comenzó como aliada distribuyendo los tecnología de Lidar. ¿Problemas? Que los beneficios no están resultando todo lo sustanciales que le gustaría a Russell: en el último trimestre, Luminar reportó 11,1 millones de dólares de beneficios, 4'28 menos de lo que predecían los analistas. Es decir, unas pérdidas netas de 144,8 millones de dólares.

La auténtica riqueza son los amigos que haces por el camino. De momento, las cifras de Luminar Technologies no son especialmente halagüeñas, con un mínimo histórico para el precio de sus acciones en enero. Goldman Sachs le bajó la categoría a la empresa hace unos días, lo que obviamente ha conducido a una nueva caída, aunque no todo está perdido: contratos para incorporar la tecnología Lidar a Mercedes y al futuro coche autónomo de Apple están dando algo de oxígeno a la compañía. ¿Qué pensará Kendall de todo esto?

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