Marvel ha hecho una peli con un superhéroe chino para contentar a los chinos. Los chinos no están contentos

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En el decimoquinto ejemplo de los últimos tiempos de Hollywood rindiéndose a la cultura china en sus ficciones para intentar agasajar a esta gigantesca audiencia, ahora Marvel ha avanzado los planes de Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos, primera peli de la fase 4 que estará lista para 2021 y que será también la primera cinta protagonizada por un superhéroe chino de la saga. 

Gracias al anuncio de la Comic-Con ahora sabemos que Simu Liu, actor chino-canadiense, encarnará a Shang-Chi, mientras que el hongkonés Tony Leung hará de El Mandarín, en principio el villano.

Y sin embargo, las películas más esperadas por el público nativo del continente asiático son las nuevas películas de Thor y Doctor Extraño, según varios post en Weibo (su red social similar a nuestro Twitter). Eso no quiere decir que no se esté hablando de Shang-Chi, pero tal vez no de la manera que esperaban los productores.

“Discriminación contra los asiáticos” 

Simu Liu
Simu Liu

También en Weibo nos encontramos mensajes como los siguientes. Un post con más de 70 millones de visitas y 60.000 respuestas dice, “Si quieres hacer dinero en china deberías elegir con más inteligencia a tus actores chinos”. “Marvel no para de ganar dinero en el mercado chino y todavía no es capaz de elegir como casting a un actor chino [nacional]”, dijo otro con más de 800 likes. 

Son comentarios sobre Simu Liu, un actor que “no sale en la Baudi Baike” (la Wikipedia china), como señaló otro. Muchos usuarios están molestos de que sea un actor canadiense y semidesconocido para su audiencia, así como que tenga unas facciones “planas”, poco atractivas desde los cánones de belleza chinos. 

También están molestos de que Tony Leung, actor legendario en carteleras internacionales, no haya hecho nada por cambiar estos hechos. Y la elección de Awkwafina, norteamericana de raíces asiáticas, como chica de la película. La consideran “fea”, con rasgos asiáticos poco favorecedores, y prefieren rostros como el de Liu Yifei, la actriz que hará de Mulán para Disney.

Un racismo fumanchú 

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El Mandarín

Muchos de los comentarios están orbitando acerca de los roles culturales que representarán los personajes. “El argumento de Shanh-Chi va de menospreciar al pueblo chino mientras se aplaude a los americanos”, dijo otro, ya que el villano lo encarnará un hongkonés mientras el rol protagonista va para un chino-canadiense. “Un símbolo de la discriminación extranjera contra los asiáticos”, “horrible”, puede leerse.

Vimos por primera vez a “El Mandarín” en 2013, en Iron Man 3. Aunque resultó ser un impostor dentro de la ficción interpretado por Ben Kingsley, cosa que sólo conocíamos al ver la película, parecía otro ejemplo de ligereza selectiva en cuanto a las etnias de personajes no blancos (ha ocurrido recientemente con Clifton Collins haciendo de asiático en Pacific Rim, Emma Stone haciendo de chino hawaiana en Aloha, Johnny Depp haciendo de indio en El Llanero Solitario, Angelina Jolie de afrocubana en Un corazón invencible entre otras). 

También suscitó controversia Tilda Swinton haciendo de El Anciano en Doctor Extraño. El Anciano era un monje tibetano en origen, uno de los pocos personajes asiáticos origineles, y se le “blanqueó” para la película, según sus creadores, para no levantar ampollas con el Gobierno chino, cuyas tensiones con Tibet son más que conocidas. 

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De izquierda a derecha, Fu-Manchú, Garra Amarilla, Ming El Despiadado y El Mandarín (todos personajes de cómic creados entre las décadas 1950 y 1970).

Volviendo con Shang-Chi, el héroe en los cómics clásicos era hijo del malvado Fu-Manchú, y, al mismo, tiempo, aunque todo apunta a que el villano va a ser El Mandarín, muchos usuarios en Weibo equiparan a El Mandarín como un trasunto narrativo de Fu-Manchú. Fu-Manchú ha sido durante todo el siglo XX representado en la ficción como la más viva encarnación estereotipada del terror amarillo, un villano de largos bigotes y ojos rasgados que odia la civilización occidental y a la raza blanca, aunque siempre pierde ante sus blancos enemigos. 

Por eso muchos chinos están comentando cosas como “El Mandarín y Fu-Manchú son personajes anti chinos. No entiendo por qué algunos fans lo defienden. ¿Están locos?”; “el enemigo siempre es chino”; o “llamar al villano El Mandarín es un insulto directo a la lengua china, y por tanto a China. No voy a esperar a que Marvel llame al próximo enemigo China para boicotearles. Empezaré mi boicot ahora mismo con Shang-Chi”.

La diversidad en los cástings parece estar convirtiéndose en una nueva fuente de ingresos para los grandes estudios, que miran con atención fenómenos como el de Capitana América o Black Panther, dos grandes éxitos en taquilla. El mercado chino también está demostrando ser esencial, como prueba que la última edición de Los Vengadores recaudase 614 millones de dólares en el país, un 22% del total de la taquilla mundial.

Sin embargo, se está demostrando que no todo vale para convencer a su audiencia. Crazy Rich Asians, superéxito norteamericano con un casting casi completamente asiático-americano, fue visto como un nuevo ejemplo de estereotipos raciales desnortados, a lo que el público local respondió con una sonora indiferencia en taquilla.

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