Suspendida por llevar un traje de Chun-Li: creadores de Twitch se hartan de la censura de la plataforma

Suspendida por llevar un traje de Chun-Li: creadores de Twitch se hartan de la censura de la plataforma
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Baneada por llevar un disfraz de Chun-Li. Esa fue la noticia que recibió la streamer Quqco cuando Twitch le notificó que su cuenta había sido suspendida por emitir vestida con un cosplay "demasiado sugerente", aunque las imágenes de la retransmisión muestran que la jugadora llevaba un traje no excesivamente apretado, que cubría todo su cuerpo salvo las aperturas laterales para las piernas. “La ropa me cubre todo el cuerpo. No lo entiendo”, denunció por Twitter.

Semana de caza: Como denuncia Kotaku, no se trata de un caso aislado, y en los últimos tiempos se han dado varias situaciones como la de Quqco. A Bridgett Devoue la sancionaron con una suspensión de cuenta de tres días por “enseñar o involucrarse en contenido o actividades sexualmente sugerentes”. La chica hace normalmente sus retrasmisiones en pantalones cortos, escote y medias, y aunque no realiza nada erótico, su foro de comentarios sí suele llenarse de mensajes sexuales. A Fareeha la suspendieron 90 días por hacer un vídeo en ropa de gimnasio. También el streamer varón Shift vio cómo le quitaban uno de los emojis de su canal por “contenido sexual”. Se trataba de un Bob Esponja con unos calzones rotos por el trasero.

Trolls anti-gamers. Quqco y otras streamers sospechan que estas censuras no nacen como política activa de la plataforma, sino reactiva. Aunque el proceso de baneo y suspensiones por parte de Twitch es deliberadamente opaco, se intuye que se hacen caso a unas peticiones antes que a otras, sobre todo si un canal ha sido reportado masivamente en un corto espacio de tiempo. Existen grupos organizados de trolls que realizan esta práctica, y ejemplo de ello es Livestreamfail, un subforo de Reddit con 400.000 suscriptores en el que los usuarios suben momentos que podrían violan la política de contenido sexual en Twitch esperando que entre todos puedan tumbarlo a denuncias por diversión.

También ha surgido hace no mucho un grupo autodenominado como Anti-Boob Police (policía anti-tetas) que rastrea el directorio de la plataforma con el mismo objetivo.

Según Fareeha también existe todo un submundo de personalidades de Youtube que desde plataformas como Discord saltan a acosar y trolear a streamers relacionados con la comunidad LGBT y feminista.

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Unas normas arbitrarias: el problema parece claro, hay una parte de la comunidad gamer que no está contenta con que haya mujeres que entretengan con su cuerpo, y exigen que la plataforma sólo permita la existencia de canales ganers ortodoxos. Al otro lado otros, sobre todo mujeres, piden que la plataforma permita otros tipos de expresión menos rígidos.

Twitch modificó recientemente sus Normas de la Comunidad afirmando que los streamers deben usar ropa "apropiada para la calle o restaurantes en la vía pública", pero al mismo tiempo han declarado: "no toleraremos que se use esta política como base para acosar a los streamers dentro o fuera de Twitch, independientemente de si crees que están rompiendo esta regla", en referencia a las patrullas anti tetas. De lo que se quejan las afectadas es, lógicamente, de la poca clarificación de sus normas y de la arbitrariedad a la hora de penalizar a sujetos: es posible encontrarse con jugadoras desnudas pero cubiertas de body paint que técnicamente no están violando las normas.

Puritanismo y doble rasero. El pecado está en el ojo del que mira, dice el refrán popular, y es complicado defender acciones de censura como la que ha sufrido la cosplayer de Chun-Li por un traje menos sexualizado que muchos de los que podemos ver habitualmente por la calle. El conflicto de Twitch parece colindar con cuestiones morales, ya que, ¿es censurable que alguien entretenga mediante su sexualidad?

Las cifras dejan claro que muchas de estas streamers tienen un mercado y ofrecen voluntariamente un servicio con demanda. En lugar de permitirse que cada cual elija qué tipo de entretenimiento quiere disfrutar, con sus últimos movimientos la plataforma parece decantarse por el lado de aquellos que consideran que jugar con el deseo es negativo. Esto es algo que afecta especialmente a las mujeres, ya que sus cuerpos son sexualizados con más frecuencia. Como decía la damnificada, “me he comprado una camiseta de cuello alto”, algo que contrasta con el hecho de que hay hombres en Twitch que pueden retrasmitir directamente sin camiseta.

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