La tendencia de plantas exóticas es un problema: más alergias, menos biodiversidad y más erosión

Agav
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No todas las plantas que adornan las rotondas, los jardines y nuestras salas de estar son originarias de nuestro entorno. Al contrario, consumimos más plantas exóticas de las que probablemente seamos conscientes y esto supone un peligro para la biodiversidad, los ecosistemas y las propias actividades humanas. Un reciente estudio alerta del aumento de las plantas invasoras y, a través de diferentes clasificaciones, señala aquellas cuya comercialización debería ser regulada en pro de los alérgicos al polen o el aprovechamiento forestal.

Plantas no autóctonas. La horticultura es una de las principales vías por las que en España se introducen especies no nativas. Para hacernos una idea y según este paper publicado por los biólogos Álvaro Bayón y Montserrat Vilà, de las 914 especies de plantas comercializadas para exteriores, 700 no eran autóctonas. Es decir, el 77% de las plantas que adquirimos para decorar nuestros jardines son propias de otros ecosistemas, algo que puede suponer un riesgo para la diversidad de los hábitats locales.

Clasificación. El estudio anterior ha creado seis listas donde se incluyen diferentes tipos de especies vegetales agrupadas por su riesgo de invasión, daños e impacto ambiental. De esta forma se crean cinco listados y un sexto con las especies que no han podido ser clasificadas. El objetivo de esta clasificación es subrayar por orden de prioridad cuáles son las especies vegetales qué más riesgo representan y cuáles deberían comenzar a ser reguladas por el Estado.

  • Lista de prioridad: formada por especies invasoras reguladas por el Estado y cuya venta está prohibida.
  • Lista de Atención: incluye especies invasoras que a juicio de los investigadores deberían incluirse en regulación. Dentro de esta agrupación hay especies invasoras que representan un riesgo de impacto elevado y otras que son potencialmente invasoras y que, por prevenir, convendría también regular.
  • Lista Verde: aglutina especies exóticas no invasoras y con bajo riesgo de impacto.
  • Lista de Vigilancia: está formada por invasoras no reguladas y especies potencialmente invasoras con un bajo nivel de impacto.
  • Lista de Incertidumbre: son especies no invasoras que probablemente no tengan el potencial de convertirse en invasoras.

Riesgos. La ausencia de control y regulación de las especies invasoras (sobre todo las incluidas en la lista de atención) puede traer consigo consecuencias que Álvaro Bayón, co-autor de estudio, explica y divide en función del ámbito afectado: riesgos para la biodiversidad, los ecosistemas o la actividad humana. Por ejemplo, dentro de los riesgos vinculados a la actividad humana identifica "impactos sobre la salud humana (incluyendo alergia al polen), la agricultura y el aprovechamiento forestal". Respecto a la biodiversidad y el daño a los ecosistemas habla de que podrían producirse "una alteración de los ciclos de nutrientes (ciclo del carbono, del agua o el nitrógeno)", "rotura de redes tróficas" y "competencia con especies nativas" en el caso de la biodiversidad.

Google Trends. Ha sido un punto clave en la elaboración del estudio porque a través de esta herramienta los investigadores han podido conocer cuáles son las especies más buscadas en internet, lo que a su vez les da una pista de cuáles son las plantas más vendidas: "el comercio online está teniendo muchísima fuerza en la compraventa de plantas", explica Álvaro Bayón y aunque no han podido tener acceso al registro de especies más vendidas creen que hay una relación entre las más populares en Google y las más demandadas . Tanto es así, que una de las plantas introducidas en la lista de prioridad y cuya venta está prohibida es el agave americana, una especie cada vez más frecuente en jardines.

Especies como las calas, el nenúfar blanco o la dama de noche son solo algunas de las plantas ornamentales que el estudio exige regular y cuya popularidad se reafirma echando un vistazo a los vídeos presentes en YouTube sobre los cuidados que requieren unas y otras.

Calas Luis Felipe Salas/Flickr

El plumero de Pampa. Esta especie ejemplifica cómo una planta ornamental introducida a través de la jardinería puede llegar a convertirse en invasora y desplazar a otras especies locales. Lo que comenzó siendo un elemento decorativo de rotondas y medianas hoy es un problema muy difícil de detener. Tal y como explicaba el catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo Tomás Díaz al diario El País, "por cada penacho del plumero de la Pampa se producen 100.000 semillas, de tal forma que una planta que tenga diez emite un millón de semillas que se dispersan con el viento", lo que justifica que está planta se haya propagado por el norte de España, el litoral mediterráneo e incluso Baleares.

Tal y como se desprende del artículo anterior, el problema con el plumero de la Pampa ha llegado a ser exponencial porque esta especie no fue introducida en el listado de reguladas hasta 2013. De ahí, que el trabajo de campo realizado por Bayón y Vilà sea tan importante: su estudio no solo recopila las especies invasoras más peligrosas, sino que además señala aquellas que mayor interés están despertando en comercios y viveros.

Imagen: Flickr

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