A Renfe le crecen los enanos: tras mercancías y larga distancia, la competencia llega a Cercanías

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La liberalización de los servicios públicos ferroviarios se está llevando a cabo en toda Europa, y en España en concreto está suponiendo toda una revolución tanto a nivel de infraestructura como en el impacto que tiene en los usuarios, con un cambio notable de precios, demanda y frecuencias. En los últimos años, en nuestro país se ha roto el monopolio del operador público que operaba hasta el momento: Renfe. Hace un año entraron nuevos rivales extranjeros en la Alta Velocidad. Y desde entonces, los efectos se notan en el precio del billete y la oferta disponible.

Ahora le toca el turno a Cercanías, ya que en 10 años las comunidades autónomas que lo deseen podrán licitar sus propios servicios. Y eso lo cambiará todo.

Una reestructuración del servicio. A Renfe le va a tocar capear la llegada de nuevos operadores regionales de Cercanías y otras compañías de transporte ferroviario (sean nacionales o extranjeras) que compitan por un servicio público que ahora solo presta Renfe. Es por eso que ya está llevando a cabo una reordenación administrativa de recursos y personal

Esta descentralización de Cercanías no es otra cosa que un paso más de la liberalización de los servicios comerciales (que ya hemos visto en AVE y Larga Distancia), y donde ya existe competencia (Ouigo o Iryo).

¿Cómo se llevará a cabo? Concretamente, todos los servicios públicos se licitarán para su prestación a partir del 1 de enero de 2033, dentro de 10 años, tal y como establece la normativa de la UE. Eso quiere decir que la Generalitat de Catalunya o el Gobierno vasco podrían ofrecer sus propios servicios de Cercanías en su territorio si ganan un concurso al que podrán presentarse tanto Renfe como operadores públicos regionales como Ferrocarrils, empresas públicas (como la SNCF francesa) o privadas.

El papel de las autonomías. De hecho, ya hay varias interesadas en hacerse con estas competencias cuanto antes. El caso más claro es Cataluña, que lleva librando una batalla contra el Gobierno por controlar su servicio de Rodalies. Quieren que sea su operador público FGC quien gestione la red y no Renfe. Andalucía también dará el paso, donde varios operadores privados como ALSA o Eco Rail ya han mostrado interés, aunque lo harán complementando la oferta de Renfe.

¿Qué implicaciones tendrá? Si tenemos en cuenta lo que ha pasado con la liberalización de la Alta Velocidad, veremos seguramente cómo el precio medio de los billetes cae en un contexto donde existe más de un operador, que es lo que suele pasar cuando hay más competencia. También aumentarán las frecuencias, como ha pasado ahora, según la CNMC. Hay que recordar que el cambio afectará a más de dos millones de viajeros que usan a diario Cercanías y Media Distancia. 

Por otro lado, la liberalización podría obligar a Renfe a reposicionarse en el mercado. Recordemos que para su alta velocidad acabó creando una segunda marca llamada Avlo con el fin de retener a los pasajeros que buscan viajar más barato. Y, a su vez, se producirá un nuevo reparto en la cuota de mercado, estableciéndose posiblemente un nuevo mapa ferroviario dependiendo de los servicios ofrecidos por cada empresa en diferentes rutas.

La frecuencia de AVE supera ya a Cercanías. Desde que se llevó a cabo la descentralización de los servicios públicos, las diferencias de frecuencias entre el tren de alta velocidad y las cercanías se están estrechando hasta el punto de que hemos visto un sorpasso en varias rutas. Es decir, los datos más recientes apuntan a que ya hay más trenes que van desde Madrid a Barcelona que de Valencia a Gandía (dos ciudades a una hora de distancia) en Cercanías.

El motivo, como comentábamos antes, es la competencia como Iryo, que está reduciendo sus precios y multiplicando la frecuencia por tres. Habrá que ver qué pasa cuando se acabe el monopolio de Renfe en Cercanías dentro de 10 años.

El autobús no se libra. El Gobierno también busca llevar esta liberalización al autobús y ya trabaja en el diseño de un nuevo mapa concesional que rebajaría y simplificaría el número de líneas de autobús estatales, operadas bajo el sistema de concesión administrativa desde hace 20 años. La licitación de estas nuevas rutas tendrá lugar en 2024 y se realizará en régimen de concurrencia competitiva.

Imagen: Flickr

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